Después de convertir Endgame en un auténtico best-seller, Jonathan Tepper y John Mauldin vuelven a la carga con Red Code (Código Rojo, Deusto 2014), donde los autores explican como proteger los ahorros ante la inminente nueva crisis financiera mundial.
Tepper, licenciado en Historia Económica por la Universidad de Oxford, pone énfasis en el contrasentido que los máximos dirigentes de los bancoscentrales más importantes del mundo sigan al cargo, a pesar de tener parte de culpa del que estamos viviendo. Por otro lado, según el economista cada vez es más evidente una guerrade divisas donde todo el mundo pretende devaluar la moneda para hacerla más competitiva al exterior.
En una entrevista con VIAempresa, la extreballador de Lehman Brothers y Bank of America, Jonathan Tepper, repasa la grave situacióneconómica mundial denunciada a su nuevo libro. Los resultados no son esperanzadores, y es que de luz al final del túnel, hay poca. Afuera sigue lloviendo.
Viendo su libro, cualquiera diría que ha pasado el peor...
El que pasa es que, de crisis, siempre hay! Se pueden prevenir, pero siempre habrá. Cada una es diferente del anterior. Hemos vivido una crisis de deuda privada que se ha convertido en crisis de deuda soberana cuando se han rescatado los bancos.
Es un discurso habitual culpar los bancos, pero en su libro se centran en los bancos centrales...
Es que la respuesta de los bancos centrales ha sido imprimir dinero, pero esto creará otro tipo de problemas. No vivimos una crisis que tenga que pasar rápidamente, sino más a largo plazo; y que será una guerra de divisas.
Cuál es esta guerra de divisas?
El Japón quiere devaluar su moneda, los Estados Unidos e Inglaterra también lo han intentado. Los bancos centrales, hoy en día, casi siempre quieren que su moneda sea más débil. Hace años todos querían una divisa fuerte para luchar contra la inflación.
Y cómo acabará esta batalla?
A la larga el dinero valdrá menos en términos reales. Las casas, los coches, el arte, el oro... requerirán más dólares y más euros para comprarlos. Es el que vimos a los años 30 y a los 70, y lo volveremos a ver los próximos años.
Habla de las crisis de los años 30 y 70. Tienen similitudes con el actual?
El actual es más similar a la de los 30, donde primero cayó la bolsa y después los bancos; el que desencadenó toda una serie de problemas. Los países abandonaron el patrón oro y devaluaron las monedas iniciando esta guerra de divisas. Ahora estamos viendo algo muy similar.
Volviendo a los bancos centrales, se muestran muy críticos con sus dirigentes. Los califican de "pirómanos al mando de un parque de bomberos"...
No me gustan los banqueros centrales porque no hay ningún que haya asumido responsabilidades, ni siquiera alguno que haya dicho que lo podría haber hecho mejor.
Y cómo es que mantienen el trabajo?
Tristemente los políticos no los han cambiado. Si alguien no sabía que vendría la crisis y no hizo el que debería de, no sé por qué se los mantiene el trabajo. Podrían haber optado por figuras nuevas, personas que hubieran visto venir la crisis y tengan conocimiento en la materia. En definitiva, el que intentamos decir es que han hecho un trabajo pésimo y aún así todo el mundo los sigue depositando la confianza; no tiene lógica que todavía tengan trabajo.
Al libro también hablan irónicamente de sus "medidas innovadoras". Qué consecuencias pueden tener?
Están animando la gente a especular y tomar más riesgo comprando bonos de peor calidad e invirtiendo en compañías deficientes. Vemos muchas ofertas públicas de acciones de compañías sin beneficios; casi cómo al 1999 y al 2000 con la burbuja de Internet. La bolsa sube y se está pagando mucho por las acciones. Casi siempre que suben los precios y las valoraciones, después acostumbran a bajar mucho. Los mercados tienen memorias muy cortas.
Cómo afecta esto al pequeño ahorrativo?
Su situación es muy difícil, puesto que cuesta ganar dinero al mercado hoy en día invirtiendo. Cuando los tipos de interés reales son más altos, la expectativa es mucho mejor. Pero vivimos en un mundo de represión financiera, que lo hace difícil para el pequeño ahorrativo.
Así pues, qué le aconsejaría?
Que si puede diversifique entre el Íbex-35 y mercados de fuera. Y sobre todo que intente no poner su dinero en una sola empresa. En España se los animó a comprar acciones de los bancos, preferentes...y ya sabemos como acabó.