Marchas de vacaciones... y las plantas qué? O convences al vecino que las tiene que regar cada semana o las mujeres por perdidas. También puede pasar que las pierdas sin irte lejos, simplemente por dejadez o desconocimiento. Es aquí donde entra Citysens, la startup que ha nacido para dar solución a los que quieren tener un pequeño jardinet a su piso pero temen no saber gestionarlo.
La idea es de Xavier Ríes, un doctor en Química de Tarragona que después de estudiar un máster estaba convencido al emprender. Su proyecto ha nacido acompañado por su padre y por un tercer socio, Francisco Andrade, que ya tenía experiencia en innovación después de haber trabajado durante años a la multinacional Unilever.
"Inicialmente, la idea era muy tecnológica, pero después de hablar en muchas personas -250- vimos que la tecnología no tenía sentido si no ayudaba a resolver un problema y el problema es que dejamos morir las plantas por falta de tiempo y conocimiento", explica Ríos. Como empresa, Citysens es una realidad desde junio de 2015 pero las ventas empezaron esta Navidad y actualmente ya han comercializado 450 jardines verticales, más de 1.500 plantas. "Ya hemos facturado 45.000 euros aproximadamente y esperamos cerrar el año con una facturación de 100.000 euros. A partir de aquí seguir creciente a partir de las exportaciones. Sabemos que tenemos mucho trabajo delante!!", comenta el emprendedor.
En el proyecto, que se inició con 60.000 euros propios dedicados, principalmente, a la producción de moldes, también participa su padre, F. Xavier Ríes, como socio. El resto del equipo lo conforman Blanca Serrer y el diseñador sueco Pär Blanking, responsable del diseño, además de establecer sinergias con la Fundación Santa Teresa, puesto que el jardín Citysens se fabrica con criterios de responsabilidad social en su centro de trabajo para personas discapacitadas.
Necesita agua y poco más
El uso es sencillo, dice Ríos. "Es muy fácil de montar, se monta en cinco minutos y un golpe montado y programado, el usuario sólo tiene que fijarse que el depósito siempre tenga agua, que tiene una autonomía de riego de más de un mes, lo permite que te puedas despreocupar de las plantas si estás de vacaciones o tienes mucho trabajo una semana en concreto", valora el emprendedor.
El jardín de Citysens es controlable y programable por el usuario, que puede elegir entre el temporizador analógico, el digital y el inteligente que conecta mediante el Wi-Fino la información del test con el teléfono del usuario porque este controle el riego. "Cómo que tiene el riego automático es muy cómodo, él solo se va regando y no hay que estar día a día encima de él", matiza Xavier Ríes.
El diseño del jardín también ha sido estudiado para adaptarse en el interior de las viviendas como un elemento más de la decoración, puesto que el público objetivo de Citysens es, según Ríos, "un comprador de mediana edad y mucho ciudad". De hecho, Blanking ha ideado dos versiones, una en blanco y otra en negro, porque el comprador haga la elige personalizando el producto, que puede ajustar al tamaño que le interese e incluir un mensaje personal, por ejemplo. "Nuestros clientes nos lo piden como un elemento de decoración para el salón o para la oficina y también como regalo y, por lo tanto, es un producto que también se tiene que poder personalizar", añade. Diseño que ya ha sido premiado como finalista a los galardones Delta ADI-FAD de diseño de producto que otorga la Asociación de Diseño Industrial.
Cambia el color de la estructura pero también la posición de las torretas se puede modificar, el tipo de plantas decorativas, etc. De hecho, en su apuesta por la sostenibilidad, ofrecen un paquete de cuatro plantas purificadores del aire pensado para los usuarios acostumbrados a la contaminación de las grandes ciudades.
Las plantas, que provienen de un vivero local, también se pueden comprar por la tienda online que es el principal canal de venta de la empresa. Las envían al domicilio del comprador en un plazo de máximo 72 horas y a cualquier punto de Europa, un continente al cual le ven muchas posibilidades y dónde esperan expandirse en los próximos meses. Su objetivo por este 2016 es vender 3.000 plantas en ciudades de todo Europa y llegar a las 10.000 plantas en 2017. "Vemos que hay muchas posibilidades en el mercado europeo y que muchas empresas parecidas ya están exportando y esta es nuestra visión", explica Xavier Ríes.
La idea es de Xavier Ríes, un doctor en Química de Tarragona que después de estudiar un máster estaba convencido al emprender. Su proyecto ha nacido acompañado por su padre y por un tercer socio, Francisco Andrade, que ya tenía experiencia en innovación después de haber trabajado durante años a la multinacional Unilever.
"Inicialmente, la idea era muy tecnológica, pero después de hablar en muchas personas -250- vimos que la tecnología no tenía sentido si no ayudaba a resolver un problema y el problema es que dejamos morir las plantas por falta de tiempo y conocimiento", explica Ríos. Como empresa, Citysens es una realidad desde junio de 2015 pero las ventas empezaron esta Navidad y actualmente ya han comercializado 450 jardines verticales, más de 1.500 plantas. "Ya hemos facturado 45.000 euros aproximadamente y esperamos cerrar el año con una facturación de 100.000 euros. A partir de aquí seguir creciente a partir de las exportaciones. Sabemos que tenemos mucho trabajo delante!!", comenta el emprendedor.
En el proyecto, que se inició con 60.000 euros propios dedicados, principalmente, a la producción de moldes, también participa su padre, F. Xavier Ríes, como socio. El resto del equipo lo conforman Blanca Serrer y el diseñador sueco Pär Blanking, responsable del diseño, además de establecer sinergias con la Fundación Santa Teresa, puesto que el jardín Citysens se fabrica con criterios de responsabilidad social en su centro de trabajo para personas discapacitadas.
Necesita agua y poco más
El uso es sencillo, dice Ríos. "Es muy fácil de montar, se monta en cinco minutos y un golpe montado y programado, el usuario sólo tiene que fijarse que el depósito siempre tenga agua, que tiene una autonomía de riego de más de un mes, lo permite que te puedas despreocupar de las plantas si estás de vacaciones o tienes mucho trabajo una semana en concreto", valora el emprendedor.
El jardín de Citysens es controlable y programable por el usuario, que puede elegir entre el temporizador analógico, el digital y el inteligente que conecta mediante el Wi-Fino la información del test con el teléfono del usuario porque este controle el riego. "Cómo que tiene el riego automático es muy cómodo, él solo se va regando y no hay que estar día a día encima de él", matiza Xavier Ríes.
El diseño del jardín también ha sido estudiado para adaptarse en el interior de las viviendas como un elemento más de la decoración, puesto que el público objetivo de Citysens es, según Ríos, "un comprador de mediana edad y mucho ciudad". De hecho, Blanking ha ideado dos versiones, una en blanco y otra en negro, porque el comprador haga la elige personalizando el producto, que puede ajustar al tamaño que le interese e incluir un mensaje personal, por ejemplo. "Nuestros clientes nos lo piden como un elemento de decoración para el salón o para la oficina y también como regalo y, por lo tanto, es un producto que también se tiene que poder personalizar", añade. Diseño que ya ha sido premiado como finalista a los galardones Delta ADI-FAD de diseño de producto que otorga la Asociación de Diseño Industrial.
Cambia el color de la estructura pero también la posición de las torretas se puede modificar, el tipo de plantas decorativas, etc. De hecho, en su apuesta por la sostenibilidad, ofrecen un paquete de cuatro plantas purificadores del aire pensado para los usuarios acostumbrados a la contaminación de las grandes ciudades.
Las plantas, que provienen de un vivero local, también se pueden comprar por la tienda online que es el principal canal de venta de la empresa. Las envían al domicilio del comprador en un plazo de máximo 72 horas y a cualquier punto de Europa, un continente al cual le ven muchas posibilidades y dónde esperan expandirse en los próximos meses. Su objetivo por este 2016 es vender 3.000 plantas en ciudades de todo Europa y llegar a las 10.000 plantas en 2017. "Vemos que hay muchas posibilidades en el mercado europeo y que muchas empresas parecidas ya están exportando y esta es nuestra visión", explica Xavier Ríes.
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