Produzco, consumo, tiro... y reciclo

Agentes de la economía circular avisan al Future Industry Congress que el escassedat de recursos obliga ahora más que nunca a dar nueva vida a los productos que hemos usado

"Algunos dicen que la economía circular será la revolución global más grande en 250 años y parece sensato subirse al carro porque es necesaria y, además, rentable". La cita es de Miguel A. Dora, country manager de Saica Natur, que este martes ha sido presente al Future Industry Congress (FIC) que organiza Eurecat al Caixaforum de Barcelona. La firma zaragozana en que trabaja Dora se dedica al reciclaje de embalaje de papel y cartón, factura más de 400 millones de euros y ocupa 9.000 trabajadores.

Con estas cifras por el delante, Dora ha puesto sobre la mesa las ventajas y las necesidades de reconvertir la industria lineal (producir, usar y tirar) en otra circular que aproveche los recursos, los dé una nueva vida y sea más sostenible de cara al futuro. Según Dora, no nos queda más remedio: "Se estima que el 2050 habrá un déficit del 40% de materias primeras, por lo cual estas serán más caras, menos accesibles y habrá un riesgo para la imagen de marca de las empresas, porque en un contexto de escasez de materias primeras, el consumidor no permitirá que las empresas no utilicen eficientemente los recursos", apunta.

Profundizando en el nuevo concepto, Lorena Jurado, directora de Residuorecurso.com , bolsa de subproductos y materias primeras, ha señalado que "la economía circular se basa en un diseño industrial en todo el ciclo de vida, pensando que este aprovechamiento se pueda vehicular, por lo cual el retorno de los productos al final de su vida útil tiene una gran importancia". Residuorecurso.com es un marketplace para empresas industriales en qué estas anuncian (gratuitamente), compran y venden residuos, subproductos y materias primeras secundarias que nació como iniciativa de las Cámaras de comercio y que cuenta con el apoyo de la Agencia de Residuos de Cataluña.

Lorena Jurado, durante su internació al FIC. Eurecat


El porque radica en la normativa europea de residuos de diciembre de 2008 que busca la protección del medio ambiente y la salud humana y que introduce unos objetivos de reciclado y recuperación que tendrán que conseguirse antes de 2020 en relación con los residuos domésticos (50%) y los residuos procedentes de la construcción y las demoliciones (70%), entre otras. caben todos, desde los aceites usados de motores de combustión hasta los bio-residuos, todos tienen que tener un reciclaje posterior. "Es cierto que cada vez vamos a mejor pero aunque estamos mejorando, no todos lo hacemos igual: hay países como Suiza, Bélgica o Alemania que lanzan pocos recursos a los vertederos, la media europea está en el 28% y en España estamos en el 44%", alega Miguel A. Dora.

La segunda vida de los productos
El discurso de ambos convencidos ha andado también por el beneficio económico, un factor clave para convencer empresas y empresarios que reciclar es un imprescindible. Con las cifras de Eurostat en la mano, Jurado ha afirmado que "hay 900.000 empleados en gestión de residuos y recuperación, con un potencial de 400.000 más; realmente es un sector que es relevante porque el valor añadido sucio de bienes añadidos ambientales es del 5% del PIB". En idéntica línea, Dora ha destacado que "los requisitos cuantitativos de la Unión Europea son que en 2030 haya un 65% de tasa de reciclaje que, en conjunto, supondrá un ahorro limpio de hasta 6.000 billones de euros y la creación de 170.000 puestos de trabajo derivados de la gestión de residuos".

Con esta descripción, el country manager de Saica Natur asegura que "las empresas tienen que empezar su transformación y los pasos para conseguirlo son consumir recursos renovables, utilizar mercados líquidos –los generados por la economía colaborativa, como el carsharing por ejemplo, etc.-, cadenas de valor interconectadas en las cuales no se generan residuos y ciclos de vida más largos que generen productos hechos para durar". En definitiva, que los productos estén pensados porque duren el máximo posible. "En realidad hacemos un uso bastante poco sostenible de las cosas... El 80% de las cosas que utilizamos se usa una sola vez, y no sólo hablamos del embalaje. Hay que saber que el coche mediano en Europa está parado el 92% del tiempo", afirma contundente.

 
Miguel A. Dora explicando los requisitos de la UE para 2030. Eurecat


La fabricación del futuro
En este contexto y con el riesgo ambiental siendo una realidad palpable, la firma Saica Natur trabaja con diferentes empresas para implementarlos sus protocolos de reciclaje y por eso tiene las claves sobre cómo tiene que ser la fabricación del futuro: "Los decimos que diseñen un envase que ya sea reciclable, que sea ligero, que se optimice el consumo de agua –es el reto que tiene más incógnitas para el futuro-; que minimicen la generación de residuos, que trabajen la logística -a sabiendas de que la mayoría de la población futura va a estar a las grandes ciudades y la producción de energía", apunta el directivo de la compañía especializada también en la construcción de instalaciones que generen energía y usan como combustible los residuos que generan en su proceso productivo.

Concienciada de que los riesgos ambientales son muy elevados, Lorena Jurado asegura que la solución también implica colaborar entre todos, también con los competidores. "Nuestra meta permite encontrar outputs en toda la cadena de valor, creo que es factible para las pymes siempre que no se evite rechazar la colaboración en común", afirma Jurado, al mismo tiempo que pronostica que "la gran empresa del futuro será una multiplicidad de pequeños agentes que colaboran entre ellos".

De hecho la economía circular es uno de los aspectos fundamentales del Decálogo de la industria del futuro que se ha presentado durante la sesión de este martes del Future Industry Congress. El documento contempla las tendencias que está introduciendo la denominada 4en revolución industrial, un proceso que los expertos confían que impulsará la reindustrialización y que prevén que estará marcado por la robótica, la sensorització y los wearables, la ciberseguretat, los sistemas ciberfísics, el Big Data y la impresión 3D.
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