Un dron con ojos de Superman

La startup iDrone Barcelona se dedica a aplicar nuevas funciones profesionales en aeronaves no tripuladas

La gran mayoría de empresas de drons del mundo se dedican a la imagen, pero hay un pequeño segmento que concentra su actividad en otros terrenos. Gracias al desarrollo de la técnica, estas naves no tripuladas se pueden usar en campos como la minería, la construcción o la industria. Y precisamente a esto se dedica iDrone Barcelona, una startup impulsada por Barcelona Activa y que adapta estas aeronaves a las necesidades de empresas industriales.

iDrone Barcelona es un proyecto nacido en octubre del 2015 y se dedica a usar los drons como robots al aire. iDrone Barcelona personaliza los también conocidos como Unmanned Aerial Vehículo (UAV) o también Remotely Piloted Aircraft (RPA) con sensores, cámaras termogràfiques, de fotografía u otros tipos porque desarrollen funciones más allá del que es habitual en este tipo de aeronaves. Haciendo un paralelismo, el responsable de la empresa Jordi Batllori aclara: "Nosotros no hacemos coches, hacemos furgonetas específicas por las necesidades del cliente". Esta startup incubada en Barcelona Activa se dedica sobre todo a trabajar en tres campos: minería, construcción e industria.

Un dron que salva vidas
En el campo de la minería, iDrone Barcelona puede medir volúmenes, grietas o lugares donde se tienen que colocar explosivos. En cuanto a la construcción, puede encargarse del control de calidad de edificios en zonas inaccesibles, así como topografía o mantenimiento de tejados; en industria, según Batllori, responsable de la empresa, "se pueden explorar muchas nuevas aplicaciones de las naves".

Actualmente la empresa se está dedicando a asesorar otras compañías y también trabajan en la creación de sus propios drons "con especificaciones profesionales", diferentes de las habituales. "El 95% de los drons están dedicados a la fotografía, es un tema que queremos dejar atrás", afirma el emprendedor. En este sentido iDrone Barcelona ha recibido una subvención de 150.000 euros del programa Neotec del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial para instalar un georradar (GPR) en un dron en colaboración con una empresa sueca que produce este tipo de sensor.

"La idea sería buscar la seguridad en las minas de sal de Cataluña", explica Joan Bach sobre el proyecto por el cual la empresa ha recibido la subvención. "En colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya estamos realizando los estudios de seguridad con drons a las minas de sal", añade y avisa que cada año mueren una o dos personas en estas instalaciones. Tradicionalmente se busca de manera muy rudimentaria las zonas peligrosas de las minas de sal, "literalmente con un bastón", explican desde la empresa. El dron que lleva el GPR instalado es cómo si "tuviera la vista de Superman y puede ver bajo tierra las rendijas y agujeros peligrosos", explica Batllori.

Investigación para nuevos sectores
La idea de dedicarse a los drons profesionales surgió durante un seminario sobre el tema. Batllori y otro socio de la empresa llegaron a la conclusión que "tenemos mal entendido el uso de los drons". Según Batllori, "un dron no es una aeronave", explica, "sino que es más bien un robot". El grupo de emprendedores detrás de iDrone Barcelona son ingenieros con años de experiencia en sectores como la minería o la construcción y en el cruce entre su bagaje y estos robots voladores vieron la oportunidad de emprender.

Después de recibir la subvención del ministerio, actualmente iDrone, que da trabajo a siete personas, se encuentra en una fase de investigación y desarrollo por la construcción del dron con el GPR. Así mismo y de cara al futuro también quieren desarrollar un dron cautivo, "una aeronave sin baterías con energía suministrada con un cable, por lo tanto sin limitación temporal para volar", que para trabajos profesionales "es más práctico", explica Batllori.

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