Empresa, Navidad y Covid-19

La presión del día a día del negocio ha aumentado de forma radical, como consecuencia de la covid. Y puede hacer olvidar la Navidad más allá del resultado de ventas del Black Friday.

La Covid-19 crea un distanciamiento entre las personas y la Navidad es agrupamiento como muestra de la comunión. Parece que hoy hablar de la alegría de la Navidad en una grave situación de crisis sanitaria, económica y social sea una contradicción. Pero es precisamente en los momentos de más grave dificultad donde salen a la luz los valores, en las empresas y en las personas.

Hay dos alegrías por Navidad, la superficial de los niños fruto de los regalos y de las luces tantos años perseguidas por la alcaldesa Ada Colau; y la profunda debida a la celebración del nacimiento del Salvador, ahora hace 2020 años. No hay nada que se celebre desde hace tantos años; por algo debe de ser. Incluido el tiempo de la historia depende de antes y después de este hecho.

Parece que hoy hablar de la alegría de la Navidad en una grave situación de crisis sanitaria, económica y social sea una contradicción

La Navidad forma parte de nuestra cultura. Aunque algunos quieren que empiece con el Black Friday podríamos decir que empieza el día de Santa Llúcia (13 de Diciembre) en el que se ponen los tradicionales pesebres, con los tan catalanes caganers. Esta tradición empezó el 25 de diciembre de 1223 por Sant Francesc, un buen referente. Es importante mantener nuestra cultura, y evitar que el árbol y pare Noel sustituyan al nacimiento y a los Reyes; evitar que sea relegado en fiesta familiar. Finaliza la Navidad con el caga "Tió" el día de Reyes, que tiene que "cagar turrones, no arengades, qué son salades".

Navidad es un momento de reencuentros familiares, quizás dificultadas este año por la covid, de comidas y de consumo. Es teóricamente un momento de felicidad, pero para muchos lo es de depresión. Es un buen momento para interrogarnos sobre que es lo que realmente nos importa, porque "donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón" (Lluc 12,34)

Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? (Matad 16,13). "Nació su hijo primogénito: ella lo fajó con pañales y lo puso en una comedora, porque no habían encontrado ningún lugar donde hospedarse" (Lluc 2,7). Una pareja pobre pidiendo alojamiento. Si fuera hoy y aquí, quizás lo haría en una habitación del Raval. Y en los primeros que se anunció no estuvo en la clase dirigente, sino en unos pobres pastores. Después tuvo que emigrar para huir de una persecución. La mayor parte de su vida trabajó. No obligó a nadie a seguirlo. Murió como un criminal por no acotar la cabeza ante el poder. Todo esto hace pensar; pero lo realmente diferencial es que resucitó de entre los muertos y subió al cielo; creer esto es el reto de la fe cristiana.

"Quién deja a Dios fuera de sus cuentas, no sabe contar".

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