En el primer trimestre de 2015, y de acuerdo con los datos de la Autoridad Fiscal Independiente del Estado Español, las regiones del Arco Mediterráneo son el motor de la economía española. Así, mientras España crece un 2,7%, el País Valenciano y Baleares crecen un 3,4% y Cataluña un 3,1%. La buena marcha del turismo explica, en parte, este dato. Pero otras explicaciones tienen que ver con la vitalidad del tejido empresarial, como la recuperación industrial y las exportaciones, favorecidas por un euro bajo.
Tiene mucho mérito el dinamismo de estas regiones cuando resulta que son las más discriminadas financieramente y en infraestructuras. Incluso si consideramos los cálculos publicados hace unos meses por el Ministerio de Hacienda español, Cataluña tiene un déficit fiscal anual, puesto que paga en el Estado más del que vuelve, de 8.500 millones de euros (4,4% del PIB), el País Valenciano 2.018 millones de euros (2,03% del PIB) y Baleares 1.483 millones de euros (5,71% del PIB).
Estos déficits todavía son más importantes si se utilizan datos elaborados con metodologías más contrastadas cómo es el método del flujo monetario, que en el caso de Cataluña mujer un déficit anual de 16.000 millones de euros. Son déficits que tendrían que hundir a cualquier economía.
El déficit de financiación, explica que el gasto social por habitante sea más baja al Eje Mediterráneo que en muchas regiones de la Sido Espanyol. Así, según datos del BBVA, en el País Vasco es de 8.360 euros, por ejemplo, mientras que en Cataluña es de 6.640 euros, en el Valencia es de 5.710 euros y en Baleares es de 5.432 euros.
En el caso de las infraestructuras, el déficit también se viene denunciando desde hace años. Cataluña, por ejemplo, recibe el 9% del presupuesto del Estado en infraestructuras, a pesar de que representa el 16% de la población y el 19% de la recaudación de impuestos.
Teniendo en cuenta estos déficits tanto importantes, la pregunta que nos hacemos se: Cómo sería el crecimiento si no hubiera una discriminación tanto relevante en financiación y en infraestructuras?
Tiene mucho mérito el dinamismo de estas regiones cuando resulta que son las más discriminadas financieramente y en infraestructuras. Incluso si consideramos los cálculos publicados hace unos meses por el Ministerio de Hacienda español, Cataluña tiene un déficit fiscal anual, puesto que paga en el Estado más del que vuelve, de 8.500 millones de euros (4,4% del PIB), el País Valenciano 2.018 millones de euros (2,03% del PIB) y Baleares 1.483 millones de euros (5,71% del PIB).
Estos déficits todavía son más importantes si se utilizan datos elaborados con metodologías más contrastadas cómo es el método del flujo monetario, que en el caso de Cataluña mujer un déficit anual de 16.000 millones de euros. Son déficits que tendrían que hundir a cualquier economía.
El déficit de financiación, explica que el gasto social por habitante sea más baja al Eje Mediterráneo que en muchas regiones de la Sido Espanyol. Así, según datos del BBVA, en el País Vasco es de 8.360 euros, por ejemplo, mientras que en Cataluña es de 6.640 euros, en el Valencia es de 5.710 euros y en Baleares es de 5.432 euros.
En el caso de las infraestructuras, el déficit también se viene denunciando desde hace años. Cataluña, por ejemplo, recibe el 9% del presupuesto del Estado en infraestructuras, a pesar de que representa el 16% de la población y el 19% de la recaudación de impuestos.
Teniendo en cuenta estos déficits tanto importantes, la pregunta que nos hacemos se: Cómo sería el crecimiento si no hubiera una discriminación tanto relevante en financiación y en infraestructuras?
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