Back-to-School

Este verano me invitaron a una conferencia para jóvenes emprendedores e interpreneurs (gente que actúa como emprendedores dentro de las empresas). Yo era la última de los cuatro emprendedores invitados a hacer la presentación (y la única mujer). El objetivo era hacer preguntas a los invitados para extraer un patrón o algunos key elements que puedan ayudar a tener éxito como emprendedor.

Como buenos alumnos, los asistentes habían hecho los deberes y habían estudiado las aptitudes de los invitados a través de LinkedIn. Cuando llegó el momento de las preguntas sobre mis estudios, me preguntaron: "Te ayudó mucho haber estudiado Financial Economics?"

"Le quise enseñar a mi 'advisor' que una mujer podía hacer todo esto y mucho más. Así es como acabé estudiando Financial Economics"

La primera cosa que noté era que sólo me preguntaron por uno de mis títulos, y no por el otro, que es en lengua francesa. Y tampoco me preguntaron por mi máster en Lingüística. La segunda cosa es que pensaban que la materia de los estudios en sí es muy importante para tener éxito (y también, probablemente, que el máster no cuenta, puesto que en España se consiguen pagando y no estudiando, pero esto es un tema para otro artículo).

Pues mientras ellos esperaban una respuesta como "y tanto que mis estudios me ayudaron porque bla, bla,...", les dije: "dejadme explicar cómo es que estudié Financial Economics".

Més info: Yo también quiero una mujer

Cuando entré en la universidad quería hacer una doble titulación en International Business y francés, estudiar un año en París y después ir a triunfar como ejecutiva en una empresa multinacional. Cuando expliqué mis sueños a mi advisor, que era un profesor muy mayor del Departamento de Economía, me paró y me dijo: "Como mujer, nunca tendrás trabajo como ejecutiva en una empresa internacional".

Intentó convencerme para hacer contabilidad, porque "en este ámbito sí que las mujeres pueden encontrar trabajo", decía. Al final, decidí que si no me dejaba hacer International Business, haría Financial Economics. Unos cuántos meses después, en una clase sobre finanzas, mi advisor explicaba a todo el mundo que las mujeres eran inútiles en el mundo de las empresas más allá de la parte de contabilidad. Esta fue mi primera lección en la brecha de sueños (y esto también es material para otro artículo).

"Lo importante no era qué estudié, sino que en la universidad aprendí a aprender"

Pedí un cambio de advisor. Pero igualmente acabé el doble título en Financial Economics y francés, en parte porque mi advisor original me dijo que era demasiado complicado hacer una doble titulación, estudiar en París y acabar en 4 años. Le quise enseñar que, con decisión, una mujer podía hacer todo esto y más. Así es como acabé estudiando Finacial Economics.

Después de esta respuesta tan larga, dije a los alumnos de la conferencia que sí, que mis estudios en Financial Economics me ayudaron a entender muchas cosas. Pero, un año después de acabar la universidad ya no los usé específicamente y después de vivir un año en París tampoco usé más el francés. Les expliqué que "lo importante no era qué estudié, sino el hecho de que en la universidad aprendí a aprender". Después, con el máster, aprendí a analizar información, a pensar críticamente, a adaptarme rápidamente y, después de todo, aprendí a enseñar. En esto que me ayudó con mi vida y mis proyectos profesionales.

Hoy, el hecho de aprender contenido no es quizás el único objetivo de la educación. Ni pensar que la educación acaba con los estudios de la escuela o la universidad. Ahora tenemos, gracias a Internet y a la tecnología, todo el contenido del mundo a dos clics. Y podemos aprender casi todo aquello que queremos, cuando queremos, donde queremos y, sobre todo, cuando lo necesitamos.

"A partir de ahora, la gente cambiará de profesión (no de trabajo) al menos tres veces en su vida"

Cómo el ritmo de la evolución de tecnología es exponencial y el crecimiento de los humanos se lineal, necesitaremos adquirir nuevas aptitudes constantemente. A partir de ahora, la gente cambiará de profesión (no de trabajo) al menos tres veces en su vida. Necesitaremos aprender y adaptarnos a todo aquello que vendrá para el resto de nuestras vidas. Y esto es lo que da a una persona más ventaja y capacidad de tener éxito. Cómo dijo Charles Darwin, "no es la especie más fuerte ni la más inteligente la que sobrevive. Es la que tiene más capacidad de adaptarse". Y no puedes adaptarte si no sabes aprender.

Y ahora, si mi exadvisor de la universidad estuviera vivo, le diría: "tienes razón, no trabajé nunca para una empresa internacional. Lo que hice es crear una empresa internacional".

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