Hay cosas que son imposibles sin trayectoria. Alfons Cornella acaba de escribir un libro en el cual se sedimenta su trayectoria: ¿Cómo innovar sin ser Google? Manual de Innovación (Provecho, 2019). No es un libro hecho de lecturas. Es una combinación de lecturas y sobre todo de trincheras, que en mi opinión, es la combinación ganadora para los libros de management. El libro es un manual, por lo tanto es un compendio con voluntad integradora. Cornella además despliega una propuesta metodológica propia, salida de la cocina del Institute of Next, y que ha bautizado como VERNE. Por lo tanto es un libro-herramienta. Pero no nos engañamos, la innovación sale relativamente de aplicar las metodologías. Lo más importante del libro de Cornella es que es una herramienta para pensar. Para pensar la innovación y en general para pensar la empresa.
"Los papanatas aplican con entusiasmo las mismas recetas a un huevo que a una castaña"
La literatura de management está llena de empachos metodológicos. Fórmulas magistrales que si se siguen al milímetro tienen que dar resultados infalibles. Sólo hay un problema, que no son las herramientas sino quienes las usa. Cornella lo advierte en su propuesta de método de innovación y advierte que el método sin actitud y aptitud no va muy allá. La mayoría a veces trae al papanatismo puro y duro. Las metodologías son buenas cuando aquel que las aplica tiene criterio para saber cuando conviene saltárselas. Los papanatas aplican con entusiasmo las mismas recetas a un huevo que a una castaña. Confunden herramientas y pensamiento. Al final todo lo arreglan en base a hackatons. Resultado: mucho ruido. Pero si algo es el libro de Cornella es una herramienta para observar, para explorar, para conceptualizar, para probar, con sentido. El problema de la herramienta de Cornella es el mismo que el de todas las herramientas, es genial en manos de Cornella o de gente con talento. Esto no le saca ningún mérito, pero no podemos menospreciar el reto. Si sirven mis más de quince años de trabajar la innovación con empresas como testigo, diré que como herramienta de gestión de la innovación es de las más consistentes que he encontrado. Pero Cornella, además, hace otra cosa que pocos hacen. No sólo explica su metodología sino las metodologías de otros.
Antes de explicar su metodología Cornella escribe, no uno, sino una pila de pequeños ensayos de innovación. Para mí, que soy un obseso de la brevedad, quizás demasiado y todo. En estos capítulos iniciales encontraréis textos muy inspiradores que van muy bien para los que después tengan que usar las herramientas entiendan una cosa que aquellos que nos dedicamos a la innovación no insistimos lo suficiente: la innovación es realmente difícil, muy difícil. Pero con la misma rotundidad tenemos que decir que no hay alternativa. Las empresas tienen que dar resultados y al mismo tiempo adaptarse. Ser ambidiestras. Y aquí es donde la innovación resulta una forma de gestionar toda la empresa y no sólo un departamento. Es el único punto que yo habría insistido todavía más de lo que lo hace Cornella en su libro.
"No se tiene que confundir la innovación con la tecnología, la innovación entendida como ideas-valor-resultados"
El libro es también para disfrutar. Tiene cosas que me han recordado a Vijay Kumar, a Alex Osterwalder, a Steve Blank o a Vijay Govindarajan. Está lleno de perlas, de citas, de inspiración. Es un libro herramienta para tener en la caja de herramientas del management. Ejemplo: el output de la innovación son los proyectos, el outcome de la innovación es la cultura. Genial. Después encontraréis algunas manías especiales de Cornella, como la insistencia en los espacios físicos para la innovación y algunas manías que comparto mucho, como la de no confundir la innovación con la tecnología. Al final del libro, los amantes de las métricas encontrarán un tipo de atlas de indicadores para medir la innovación. Yo me apunto mucho más a los indicadores de resultados que a los que miden sólo la creatividad. La innovación se empieza teniendo ideas pero si al final no se vende sirve de poco. La innovación no son las ideas. Es impacto. El triángulo que preside el libro desde la misma portada es muy claro. Innovación entendida cómo: ideas-valor-resultados.
Alfons Cornella no para nunca. Ya hace días que tiene la cabeza en China, la cabeza y de vez en cuando, los pies. Y nos avisa, o China o insignificancia. Y es que Cornella siempre es siempre Next Cornella. Presenta ahora Manual de Innovación pero ya está pensando en lo que vendrá. Los ecosistemas necesitan faros. Cornella hace un trabajo necesario. Cuando cada año llena un gran auditorio (con la gente pagando) y desgrana las diez claves del futuro, sabemos que son claves de autor. Singulares. Y esta forma de compartir la visión es lo que lo ha hecho uno de los pensadores más interesantes del management. Después de escucharlo, de hablar con él o de leerlo siempre tengo la sensación que me ayuda gentilmente a camuflar las propias ignorancias y me permite aprender con una generosidad extraordinaria. La misma generosidad que encontraréis en el libro.