¿Seremos 'kids friendly'?

Algunos apuntan que los más disciplinados con el confinamiento son los niños y que esto tendrá (buenas) consecuencias

Imagen de archivo de una niña comiendo en un restaurante | iStock Imagen de archivo de una niña comiendo en un restaurante | iStock

Minutos antes de cerrar este artículo, alerta. El Gobierno español incluirá una moratoria para el confinamiento total en la publicación del decreto que tiene que publicarse este lunes en el BOE. Todo es muy enrevesado en esta crisis, un guionista no lo podría haber hecho mejor. En alguno de los doscientos mil tuits que veo al día, he leído que de esta situación se harán series. También películas, añadiría. Y libros. Muchos. Pero de confinamiento hay más de uno ya escrito que atraviesa el alma. Si tenéis a mano Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez, podéis compartir encierro con el personaje a quien, en pantalla, dio vida Javier Cámara.

Més info: Un cuento antes de dormir

Entre la cadena de mensajes que nos salvan estos días, muchos destacan el papel de los niños en este paisaje. Recomendaciones psicológicas que incluyen no poner las noticias, mantener horarios, hacer ejercicio y un largo etcétera de consejos que habrá escrito, con todos mis respetos, alguien que no tiene niños. Por eso el que más me ha hecho pensar es uno que recuerda que los más esmerados con la prohibición son ellos, que han aprendido a cantar, bailar y jugar entre cuatro paredes y sin quejarse. Las cifras oficiales dicen que hay 1.688 detenciones por violar el confinamiento.

Además, añade el mensaje, esto pasará factura a todos aquellos que se quejaban de gritos y llantos en restaurantes, trenes o tiendas.

¿Quiere decir que los establecimientos kids friendly ahora se forrarán? ¿Por qué ahora de repente todo el mundo será más benevolente? ¿Os imagináis? Parece osado hacer premoniciones del que pasará cuando todo acabo, en positivo o en negativo, con números o sin números, pero mira, me ha hecho ilusión pensar que igual, a partir de ahora, podemos ir a algún buen restaurante sin pensar que el cochecito molesta, los niños también y por lo tanto, nosotros, no cabemos.

A veces las consecuencias pequeñas de situaciones tan grandes son las que dan aliento al día a día. Estaría bien tener una moratoria al pesimismo que muchos derraman por encima de todos cada día. Como esta alerta del Gobierno.

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