El mes de marzo que no tenía que ser

Un total de 41.298 empresas valencianas han hecho un ERTO desde el 12 de marzo que afectan 234.285 trabajadores, más del 90% del sector servicios

La planta de Ford de Almussafes | EP La planta de Ford de Almussafes | EP

Las solicitudes de regulación de ocupación están dejando de ser noticia. Hay tantas, que ya no es una novedad... Sólo han pasado veintiún días desde que las cifras de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo empezaron a dispararse. El día de Sant Josep, 19 de marzo, festivo en territorio valenciano, se sumaron 5.359 trabajadores a este paro temporal, circunstancial, tan extraño que está dejando el rastro de la COVID-19. Este martes, último de un mes de marzo que no somos capaces de reconocer todavía, ya son 234.285 empleados los que están en casa, encerrados, y suspendidos de ocupación hasta nueva orden. Desde el 12 hasta el 31 de marzo, todos ellos han cambiado de situación laboral.

Son 19.646 solicitudes en la provincia de Valencia que atañen a 97.474 trabajadores; otros 16.392 expedientes de empresas con 80.086 empleados de la provincia de Alicante y 4.879 compañías castellonenses han pedido acogerse al ERTE afectando a un total de 22.091 trabajadores. En total, 41.298 empresas de una suma de 363.428 que se contabilizan en el INE. El 11%, aproximadamente, del tejido empresarial valenciano.

Una situación que intentará ayudar a paliar los 100 millones de euros que el ministerio de Trabajo y Economía Social enviará al País Valencià para políticas de ocupación, tal como ha anunciado la ministra Yolanda Díaz al secretario autonómico de Ocupación, Enric Nomdedéu durante la Conferencia Sectorial de Ocupación que se ha celebrado este miércoles vía telemática.

El perfil de los ERTEs

Las cifras de la Dirección General de Trabajo son elocuentes: el 89% de las empresas valencianas afectadas tienen entre 1 y 10 trabajadores; el 97% ha solicitado el ERTE a causa de fuerza mayor; el 95% ha aplicado la suspensión de la ocupación frente al 0,4% que ha pedido la extinción. Y estos porcentajes son con fecha 28 de marzo... lo que quiere decir que están todavía a tiempo de cambiar en cuanto a las cifras de un marzo valenciano que no es como lo esperábamos. Cómo nadie lo esperaba.

 

 

 

¿Los más afectados? Los servicios, por supuesto. Son el 86% de las empresas que han tenido que parar la actividad. Bares, restaurantes, tiendas, comercios que estos días estarían preparando la campaña de Semana Santa después de haber disfrutado de unos días de fiesta para recuperar las fuerzas perdidas en la semana de Fallas. Lo que podía haber sido y no es. Porque si se atiende a las cifras de 2019, cuando más de 6 millones de personas visitaron València durante el mes de marzo –según cifras de la herramienta Big Data Luca Tourism-, el sector turístico se habría fortalecido, puesto que el marzo fallero de 2019, el turismo en València creció un 41% respecto a una semana no festiva del mismo año, con una media de 931.639 visitantes diarios. De ellos, 9 de cada 10 eran españoles.

Més info: Los 6 millones de turistas de las Fallas

Efectos de la ocupación en el PIB valenciano

La ocupación puede tener una afectación significativa, según el informe COVID19-IvieExpress que han elaborado los economistas Francisco Martínez y Joaquín Maudos. Trabajan en un escenario hipotético con situaciones de impacto base y adverso, donde alertan que, manteniendo, este ejercicio, la caída mensual de la ocupación valenciana equivale al 3,7% y al 5,4% de la ocupación anual en este escenario. "Estos datos, mucho tentativas y referidas a un mes de impacto, nos indican que si la epidemia se controla pronto y la economía vuelve a la normalidad (relativa) en un mes, la caída anual del PIB, teniendo en cuenta una previsión de crecimiento del 1,6% anual antes de la pandemia sería del -1,6% en el escenario base y del -3, 7% en el adverso. Si desgraciadamente la caída de actividad se prolonga dos meses, el PIB anual tendría una tasa de crecimiento negativa del -4,8% y -9% en los dos escenarios, respectivamente", explican ambos en el texto.

En este breve Análisis del impacto económico del coronavirus en el PIB y la ocupación de la economía valenciana y española del IVIE también se admite que los problemas valencianos no son muy diferentes del resto del Estado por su dependencia del turismo y un tejido empresarial formato eminentemente por pymes. El oasis en el desierto es el sector agroalimentario, que puede estar viviendo una primavera soñada, puesto que es uno de los sectores menos afectados.

Més info: El coronavirus, un balón de oxígeno para el campo

En resumen, un mes de marzo muy diferente.

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