La escalera profesional para las mujeres sigue siendo una asignatura pendiente para la sociedad

Ejecutivos

Mujeres ante el precipicio

Las empresas optan para situar a directivas para revertir situaciones críticas. Reconocimiento del talento femenino o regalo envenenado?

A finales de 2012, la Comisión Europea fijó el objetivo de llegar al 40% de mujeres presentes en los consejos empresariales. Un cifra ambiciosa si tenemos presente que el 2003, la presencia femenina en estos consejos era sólo del 8,5%. Hoy en día, el objetivo todavía está de lograrse, puesto que el porcentaje sólo ha subido hasta un 23,30%. La baja presencia de las mujeres a las posiciones dirigentes es una realidad muy estudiada. Aún así, parece que la tendencia cambia en una situación concreta: la de crisis extremas. Las empresas y organizaciones apuestan por las mujeres para comandar contextos de difícil solución. Mujeres ante el precipicio. Un fenómeno bautizado como 'Precipicio de vidrio'.

No deja de ser paradigmático que esta situación se empezara a estudiar para rebatir un artículo del 2003 de The Times, que mostraba como las empresas británicas con mujeres directivas tuvieron peores resultados en Bolsa que las dirigidas por hombres. La realidad detrás de las cifras salió con un estudio de la Universidad de Exeter, que ponía de relieve como estas compañías ya iban por el camino del granizar desde años y antes y que, de hecho, muchas de ellas habían optado para ampliar la presencia de mujeres en los lugares de posición para corregir situaciones desesperadas.

No hace falta una gran investigación para encontrar ejemplos de este 'Precipicio de vidrio', incluso en la política. Islandia optó, entre el 2009 y el 2013, por la primera ministra Jóhanna Sigurdardottir para reconducir un país ahogado por la caída de sus bancos. En el Reino Unido, Theresa May acabó con 26 primeros ministros masculinos para dirigir la salida del estado de la Unión Europea. En el ámbito empresarial también hemos visto como la directiva María Carceller ha sido la responsable de salvar la cadena de restaurantes madrileña Rodilla.

Qué explica la tendencia a situar líderes femeninas en situaciones de crisis? "Las mujeres tienden a tener un modelo de liderazgo más transformacional, que tiene más presente los beneficios a medio y largo plazo. Es un método más eficiente para remontar en contextos de dificultades", explica la consultora especializada en género, Mar Gaya. La psicóloga recuerda la Lehman Sisters Hypothesis, el estudio que analiza como la aplicación de un modelo de liderazgo femenino habría reducido el riesgo de colapso de la compañía.

No se trata de simples planteamientos teóricos. El informe Las competencias del futuro. Las mujeres y el nuevo perfil directivo de las empresas, del Observatorio Mujer Emprendida y Economía de la Cámara de comercio de Barcelona indica que la probabilidad de tomar riesgos económico-financieros en una empresa baja del 36% al 31% por el simple hecho de incorporar una mujer a los consejos de administración.

Solución contra las crisis o concienciación?

La cuestión de fondo que plantea el 'Precipicio de vidrio' es si las empresas apuestan por el liderazgo femenino por convicción en sus capacidades o simplemente como última opción. La respuesta no es esperanzadora. "Si la voluntad real fuera apostar para tener más mujeres en la dirección de empresas, estas dirigentes continuarían al frente después de lidiar con las dificultades. Desgraciadamente, la norma es que los hombres vuelven cuando las cosas se reconducen", argumenta Gaya.

Gaya: "La norma es que los hombres vuelven cuando las cosas se reconducen"

La consultora considera que el que se acaba haciendo es "pasar una patata caliente" a las líderes y esto puede contribuir a crear una mala reputación del liderazgo femenino. "A las mujeres se nos exige más al trabajo. Sólo hay que ver como ellas sólo promocionan por el que han demostrado en su carrera, mientras que los hombres lo hacen según el que prometen que pueden hacer. Un golpe al frente, las líderes siguen en un examen constante, y, si las cosas van mal datos, se cuestiona su tarea sin mirar el contexto".

Una amenaza a la reputación

En opinión de los expertos, el precipicio de vidrio es más una amenaza a la reputación de las mujeres directivas que no una oportunidad para normalizar su presencia en lugares de responsabilidad. La mejor muestra es la infrarepresentació que encara hoy tienen las trabajadoras a medida que escalamos en la escalera jerárquica de las organizaciones. A pesar de tener una formación superior a la de sus compañeros –el 60% del alumnado universitario es femenino-, su presencia no llega al 30% en posiciones intermedias y se sitúa entre el 15% y el 20% en cargos directivos.

En este caso, hablamos del 'Techo de vidrio', todos los estereotipos de liderazgo vinculados con la masculinidad y que suponen un obstáculo en el crecimiento profesional de las mujeres. Por Gaya, la única alternativa para romper este techo es el que denomina 'acción positiva'. "La implantación de cuotas femeninas en cargos directivos por ley es la única manera de normalizar la situación, pero para hacerlo hay que aceptar la discriminación por género que actualmente existe en los procesos de selección".

En la actualidad, pero, el único contexto con capacidad de romper este 'Techo de vidrio' son las situaciones de crisis. Y el que espera a las mujeres líderes después de este techo es un precipicio.