Opinión

Elecciones, mapas y patrones

Las recientes elecciones españolas han dejado una serie de imágenes muy interesantes que nos ayudan a entender qué ha pasado, que está pasando, y lo más importante, que pasará. Y cuando hablo de imágenes no me refiero a fotografías y vídeos, que también, sino a gráficos, mapas e infografías, imágenes generadas a partir de los datos electorales. Me interesan especialmente los mapas por el que representan tan visualmente, histórica cómo social. Los hemos visto en las redes donde se han hecho virales y en los programas de televisión donde han ocupado todas las programaciones de la noche electoral. Tv3 articuló su realización alrededor de la visualización de información en el entorno de una serie de platós virtuales donde los mapas y gráficos dinámicos eran el eje comunicativo central.

"Las noches electorales, las finales de OT y los festivales de Eurovisión son generadores de cantidades ingentes de información imposibles de procesar"

Las noches electorales, las finales de OT y los festivales de Eurovisión son generadores de cantidades ingentes de información imposibles de procesar. Sólo las podemos entender cuando extraemos los patrones subyacentes; las mesas crudas con los resultados nos sirven de muy poco. En cambio, si extraemos los patrones en forma de infografías, gráficas o mapas es otra cosa. Nuestro cerebro está especialmente diseñado para encontrar patrones en la información que le llega de nuestros sentidos. De hecho, si somos aquí es porque nuestros antepasados reconocieron los patrones que les ayudaron a tomar las decisiones correctas para sobrevivir: somos los descendentes de los mejores reconocedores de patrones. Reconocemos patrones cuando somos bebés que identificamos como las caras de nuestros progenitores, reconocemos todo tipo de animales en las nubes e incluso tenemos una palabra para designar el fenómeno de ver caras en objetos: Paridòlia. Aital es nuestra tendencia innata a extraer patrones de las imágenes que incluso encontramos en imágenes totalmente aleatorias como las del ruido blanco.

"Nuestro cerebro está especialmente diseñado para encontrar patrones en la información que le llega de nuestros sentidos"

Y esto también pasa con los mapas políticos. Los mapas políticos son representaciones simbólicas que muestran las relaciones entre diferentes territorios. Un mapa político no muestra la realidad (cuando pasamos el Pertús el tierra no cambia de color), muestra la representación intersubjectiva de la realidad, la que entre todos reconocemos como realidad en un espacio y tiempos determinados. Y cómo que sobrevivimos de reconocer patrones, cuando observamos un mapa político no podemos evitar de encontrar de espaciales (la bota de Italia o del dragón de Escandinavia), y si además añadimos los resultados de una votación, sea política o de Eurovisión, reconocemos también patrones temporales. Si el color de las izquierdas cubre un territorio, entendemos que aquel territorio quiere un futuro de políticas progresistas, si en cambio el color es el de la ultraderecha entendemos que en aquel territorio ha habido problemas, hay un problema y habrá muchos más.