Una mujer cogiendo una naranja. | iStock

Mediterráneo

Trabajadoras sin derecho a conciliar

Las almacenadoras valencianas de naranja luchan para recuperar la jornada laboral de 8 horas

Se acerca el 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora, y en el País Valenciano hay muchas que desgraciadamente todavía no tienen el derecho real a conciliar su vida laboral y social y familiar. Su jornada laboral, de ocho horas en teoría, se puede ver ampliada a una hora más por día, obligatoria, sin ser pagada como extra y sin ser avisadas con ningún mínimo de antelación. A pesar de que esto parezca una situación típica de hace un siglo, o inclús más, es el que constantemente viven las almacenadoras valencianas de naranja.

Estas condiciones laborales, más típicas otras épocas, estaban amparadas por un convenio autonómico, vigente desde hace 12 años hasta el pasado mes de septiembre. Esta ampliación del horario laboral, conocida coloquialmente como 'la novena hora', parece todavía más anticuada si se tiene en cuenta que en el País Valenciano ya hace tiempo que se habla -también por parte de la Administración- de implantar la jornada laboral de 4 días semanales sin reducción de salario.

El convenio laboral del cual 'disfrutan' las trabajadoras de los almacenes de naranja -es un trabajo altamente feminizado y precaritzado- prevé la posibilidad que el empresario alargue de 8 a 9 horas la jornada laboral por causa justificada. Ellas tienen que trabajarla obligatoriamente y la cobran como una hora ordinaria. En teoría, esta ampliación de la jornada se tiene que justificar, pero las trabajadoras aseguran que hay semanas donde se ven obligadas a trabajar 'la novena' todos los días sin más justificación que el aumento del trabajo. "Pues que contraten más trabajadoras", protesta la representante sindical de CCOO Carmen Benavent. Su queja va más allá: "muchos días a las 18 horas el empresario dice que se tiene que trabajar una hora más y nos tenemos que quedar. Cómo te puedes organizar la vida así? No tenemos derecho a conciliar o qué?"

A las puertas de la huelga

'La novena' ha estado vigente durante los tres últimos convenios, aproximadamente unos 12 años, pero ahora las trabajadoras han dicho basta. La vigencia del actual acuerdo acababa en septiembre y las almacenadoras no estaban dispuestas a seguir en esa situación. De hecho, se enteraron, según explica Javier Galarza, representante sindical de CCOO, que la patronal se planteaba incluso hacer extensible la jornada laboral a los domingos, y añadir una décima hora complementaria. Según fuentes sindicales, la patronal queria quitar esta cláusula, y las trabajadoras decidieron convocar una huelga.

Se dio la tormenta perfecta: la campaña de Navidad, la más importante para el sector, estaba a su punto álgido y las trabajadoras amenazaron con paralizarlo todo si no se quitaba esta cláusula. Finalmente la patronal cedió a las exigencias y la huelga se desconvocó. Parecía que la situación se encarrilaba para las más de 50.000 trabajadoras que cada año almacenan las naranjas que llenan los supermercados, pero nada más lejos de la realidad.

"Y si pasa un año, qué hagamos? Seguimos sin derecho a organizar nuestra vida?"

Según explica la representante de las trabajadoras, la patronal, a pesar de haber aceptado la supresión de la novena hora, no acepta que esta desaparezca con la firma del convenio, sino que quieren poder aplicarla hasta que el pacto salga publicado al Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). "Y si pasa un año, qué hacemos? Seguimos sin derecho a organizar nuestra vida?" remarca Benavent. "Esto no pasa en ninguno otro convenio" sentencia.

Esta exigencia de la patronal es "incomprensible" para las trabajadoras, y más todavía cuando otros aspectos logrados al preacuerdo, como el aumento salarial, está aplicándose desde el pasado mes de diciembre. "Por qué el aumento salarial sí que se puede aplicar con el preacuerdo y la retirada de 'la novena' tiene que esperar a la publicación del DOGV? Porque se quieren aprovechar" asevera Benavent, que también asegura que esta es la única causa por la cual el convenio definitivo no está ya firmado.

Las emmagatzemadores no se rinden

Pero aún así ellas no piensan rendirse. Benavent asegura que aunque la posición de la patronal parece inamovible, ellas llegarán hasta el final para conseguir sus objetivos. De hecho, ya están planteadose presentar un conflicto colectivo y que el tribunal de arbitraje haga de mediador entre las trabajadoras y la patronal. Y es que tienen claro que no firmarán ningún acuerdo que no implico la eliminación inmediata de la novena hora.

A pesar de que es la más sonada, la novena hora no es la única condición laboral precaria que sufren las almacenadoras. Entre sus reivindicaciones principales destaca también la desaparición de la figura de la encajadora sin experiencia. Según datos sindicales, las encajadoras sin experiencia cobran un 12% menos que las que tienen experiencia para hacer exactamente el mismo trabajo.

Para poder pasar de encajadora sin experiencia a con experiencia, según explica Galarza, se exige que una trabajadora haya ocupado ese puesto de trabajo durante al menos 30 días en una sola empresa y durante la misma campaña. Esto es realmente complicado en un trabajo donde la mayoría son fijas discontinuas y, por lo tanto, en una misma temporada pueden pasar por varios almacenes donde cada vez entran a trabajar como aprendices.

Las trabajadoras consideran que esta distinción es una discriminación por razón de género. Lo piensan así porque dentro de los almacenes, en las profesiones donde la demasiada laboral es mayoritariamente masculina no hay diferencio entre personal con experiencia o sin, como es el caso de los peones o los carreteros. A las puertas del 8 de marzo, las mujeres trabajadoras valencianas tienen todavía mucho a reivindicar.

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