Las bebidas de Metrecal son los precursores de los batidos energéticos

Afterwork

Metrecal, la dieta milagro de JFK

Las primeras latas con suplementos alimentarios líquidos inundaron los Estados Unidos gracias a una estrategia comercial agresiva y a la complicidad de las 'celebrities'

Si John F. Kennedy es uno de los presidentes de los Estados Unidos más recordados, es por sus discursos, su carisma y por haber hecho honor a la tradición familiar de morir en trágicas circunstancias. En el plan de las banalidades, el demócrata también es honorado para ser uno de los políticos más atractivos. Una virtud que JFK promovía haciendo gala de su condición física y de sus buenos hábitos alimentarios. De hecho, él fue uno de los primeros personajes públicos al popularizar el que hoy conocemos como dietas milagrosas. Su elixir para mantener un cuerpo apol·lini se decía Metrecal, el primer suplemento líquido de los Estados Unidos y precursor de los batidos dietéticos que hoy comercializan varias marcas piramidales.

De niños a adultos

La historia de Metrecal empieza el 1959, cuando la empresa Mead Johnson decide evolucionar y convertir sus suplementos para niños en productos para adultos. La marca puso al mercado latas con preparados de 225 calorías con gusto de vainilla. Su plan dietético consistía en que sus consumidores tomaran cuatro batidos al día. Y nada más.

La propuesta fue un éxito inmediato. En parte, gracias a una campaña intensiva, con varios anuncios a los medios en qué supuestos médicos daban supuesta validez médica a la supuesta dieta milagro de Metrecal, y estudios que indicaban que el 97% de la gente que se alimentaba sólo con las latas perdían hasta 220 gramos al día de media.

La dieta del Metrecal todavía se hizo más popular cuando la marca decidió sacar nuevos gustos como chocolate, caramelo, galletas o sopa de almejas y noodles con atún para los más gurmets.

Al 1961, el New York Times aseguraba que "todas las conversas en los Estados Unidos acaban derivando en cuál es el gusto de Metrecal preferido", mientras que la revista Time explicaba como "ninguna dieta ha invadido tan aplastantemente el país como lo ha hecho el Metrecal".

A la marca sólo le faltaba el empujón de la Casa Blanca para convertirse en un elemento de cultura popular. El descubrimiento que el presidente Kennedy se alimentaba con las latas de Metrecal disparó las ventas e hizo que los restaurantes y locales de moda del país buscaran la manera de introducir el batido en su oferta. Es especialmente recordada la carta de cócteles del Trader Vic's, el bar polinesio más conocido de Nueva York, que mezclaba los diferentes gustos del Metrecal con ron y nuevo moscada.

Los muertos matan el produte

En su momento de máximo esplendor, Metrecal tenía una cuota de mercado de entre el 45% y el 50% y se estima que sus ventas rondaban los 50 millones de dólar al año.

Pero el éxito de Metrecal apenas llegó a mediados de la década de los 60. Qué propició su caída en picado? Primero, el aburrimiento de unos consumidores que bien pronto prefirieron masticar las nuevas barretes energéticas que ofrecía el mercado a seguir alimentándose con líquidos. Y, finalmente, la ciencia.

Si bien el ritmo de consumo cayó estrepitosamente, el Metrecal se mantuvo al mercado hasta el 1978. El 13 de noviembre del año anterior, el Chicago Tribune salía con el titular de portada "Las dietas líquidas pueden ser mortales". El reportaje hacía referencia a una investigación gubernamental que vinculaba 16 muertos de personas entre 25 y 44 años a este tipo de planes dietéticos. Al final de la investigación, el número de muertos había subido a 58 y el Metrecal y otros productos similares fueron prohibidos. En caso de no haber sido asesinado el 22 de noviembre de 1963, el final de JFK podría haber sido más patético que heroico.