Terminal 1 del Aeropuerto El Prat de Barcelona | iStock
Terminal 1 del Aeropuerto El Prat de Barcelona | iStock

La ley de hierro de El Prat

La ampliación de las instalaciones del aeropuerto de Barcelona encuentra espacios comunes entre la academia y el empresariado del sector

El futuro del Aeroport Josep Tarradellas Barcelona-El Prat se encuentra abierto. La construcción de una nueva terminal satélite y el alargamiento de una de las pistas para hacer frente a las expectativas de crecimiento de la infraestructura es una cuestión candente. El presidente de Aena, Maurici Lucena, y el catedrático de economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Andreu Mas-Colell comparten propuestas y reflexiones en un acto organizado por Esade y moderado por el profesor de EsadeGov Francisco Longo.

Solo empezar el acto, Longo hace referencia a la "trascendencia económica y social" teniendo en cuenta el gran volumen de pasajeros que –con excepción de los meses de confinamiento debido a la pandemia mundial de la covid-19– cada año pasan por El Prat: en 2019 se cerró con 53 millones viajeros pasando por sus instalaciones. En el año 2000 esta cifra fue de 19,5 millones, un crecimiento exponencial que varios estudios internacionales auguran que una vez superados los estragos de la pandemia puede recuperar los volúmenes anteriores a la covid entre 2024 y 2027 y seguir aumentando. "En la Historia Contemporánea hay una ley de hierro que señala que cada 20 años el tráfico aéreo de pasajeros se duplica".

Aena, en este sentido, quiere hacer del aeropuerto un hub internacional de referencia que, en palabras de Lucena, gracias al "poder gravitatorio de atracción altísimo" con el cual cuenta Barcelona hará que las empresas y los fondos de inversión quieran establecerse en la capital catalana, a la vez que los centros de investigación y reconocimiento quieran hacer también de la ciudad condal su plaza fuerte. Mas-Colell se muestra tajante: "Lo que ahora tenemos que decidir [desde las administraciones] es si acompañamos a Aena en una decisión de comprometer recursos para la expansión del aeropuerto". Un gesto que pondrá de manifiesto, a su entender, que "Catalunya quiere un gran aeropuerto".

"Solo implica dinero, no implica coste ambiental"

Un proyecto con una inversión de 1.700 millones de euros, según las estimaciones de Aena, supone un impacto a muchos niveles. En cuanto al PIB, supondría un incremento de entre 2 puntos y 2,5 puntos en su contribución y elevándolo hasta el 9% del total del PIB catalán. Igualmente podría generar alrededor de 365.000 puestos de trabajo directos e indirectos. "Cuando pasamos del 6,8% al 8,9% del PIB estamos viendo el efecto del hub", subraya Lucena. Entrando al por menor, Lucena expone que el hub se ampliaría a través de muchas nuevas conexiones de largo radio que vendrían alimentadas por vuelos de corto y medio radio".

A pesar de todo, una de las cuestiones controvertidas de este proyecto de ampliación es la preservación de un espacio próximo al Delta del Llobregat que pertenece a la Xarxa Natura 2000 ideado por la Unión Europea. El presidente de Aena señala que existen tres vías diferentes de actuación, pero pone de relieve que la que propone el ente es la más adecuada. Se podría "no hacer nada", hacer la ampliación a partir del marco normativo que ya dispone la compañía –que generaría un gran impacto acústico para las poblaciones próximas– o, finalmente, alargar la pista 500 metros dejando espacio para la nueva terminal satélite y reduciendo la huella acústica, ya que "se alejarían más de los cascos urbanos los aviones que se elevan".

El presidente de Aena señala que existen tres vías diferentes de actuación, pero pone de relieve que la que propone el ente es la más adecuada

"Por la Xarxa Natura 2000 lo primordial es la preservación de las especies, no la localización del hábitat", añade el catedrático de la UPF recordando que el espacio en cuestión, La Ricarda, "ya es artificial". En este sentido, también enfatiza que "en Catalunya la ordenación y preservación del territorio es orfebrería fina" y que según los datos de Aena la nueva superficie disponible para la fauna y la flora protegida sería un 20% más grande y permitiría incluso la introducción de nuevas especies. "Solo implica dinero, no implica coste ambiental", sentencia.

Dardo proveniente de Madrid

Por el contrario, los ponientes consideran que los costes de retrasar una posición firme hacia el proyecto son muy elevados. Mientras que Mas-Colell comenta que una no-decisión "implicaría un retraso de 5 años en el proceso, haciendo que no entrara en funcionamiento hasta 2036", Lucena todavía tensa más la cuerda diciendo que "nuestro límite para decidir es este verano". El presidente de la compañía aeroportuaria señala que se tiene que trasladar una decisión al Gobierno español para que este la acepte y la operación pueda seguir su curso.

Así mismo, los dos oradores ponen de manifiesto que el Aeropuerto de Barajas se ampliaría teniendo en cuenta la voluntad de los varios actores implicados. "Es sorprendente la enorme diferencia de consideración que una propuesta de ampliación tiene en Madrid y la que tiene en Barcelona", se lamenta Lucena. Apunte al que Mas-Colell añade: "¿Realmente estamos dispuestos a aguantar un anuncio diciendo que Aena amplía Barajas, que no amplía El Prat y que se pueda justificar por una carencia de colaboración de la parte catalana?"

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