Las preguntas incómodas del feminismo a la economía clásica

Debate sobre la precariedad laboral de las personas que se dedican a las curas en los hospitales, residencias y hogares

El personal doméstico y los cuidadores de residencias han sido los más afectados por la crisis | iStock El personal doméstico y los cuidadores de residencias han sido los más afectados por la crisis | iStock

Las curas han formado parte de la vida cotidiana de las personas desde mucho antes que estallara la pandemia . Aún así el coronavirus ha sacado a la luz problemas ya existentes, pero mucho más amplificados desde que empezó la crisis. La Fundació La Caixa ha puesto de manifiesto la necesidad de expresarnos y demostrar que tenemos que romper con las dinámicas de una economía que está pensada para hombres.

En el debate Cures en temps de crisi, Clara Serra, moderadora, filósofa e investigadora UB, ha querido demostrar que en términos de curas sanitarias y el impacto de la crisis, "los trabajos de las mujeres han quedado fuera del sistema, fuera de la política y la economía". En este sentido, Serra ha abierto un debate sobre las consecuencias del 8M y la necesidad que tiene la sociedad de darse cuenta que "si las mujeres dejan de hacer estos trabajos, el mundo se parará".

Desde el punto de vista de las personas que cuidan otras personas, estamos hablando de los sanitarios a primera línea de los hospitales, las trabajadoras de los hogares y las encargadas de cuidar los abuelos tanto de residencias como de hogares privados, son un grupo que se ha precarizado muchísimo durante la covid-19. Curiosamente y según datos que ha aportado Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, el 65% de las personas que han trabajado en estos ámbitos a primera línea son mujeres. Sobre todo las trabajadoras domésticas, según Rafaela Pimentel, trabajadora del hogar y activista, "han sido las más afectadas de manera silenciosa".

Ezquerra: "Según el modelo actual, porque la economía productiva sea viable las curas a los hogares tienen que ser gratuitas"

Y es que según la doctora en Sociología y profesora de la Universitat de Vic, Sandra Ezquerra: "Según el modelo actual, para que la economía productiva sea viable los cuidados en los hogares tienen que ser gratuitos". En este sentido, las ponentes han estado de acuerdo al denunciar más reconocimiento a estas trabajadoras y la necesidad de activar más proyectos feministas que no dejen fuera la precariedad de estas profesiones.

"Ahora mismo tenemos muchas trabajadoras internas con tratamientos psicológicos debido a la presión que recibieron durante el confinamiento", se lamenta Pimentel. La activista ha explicado que muchas internas no pudieron salir de las casas donde trabajaban, puesto que estaban confinadas y tenían que cuidar a las personas con las que vivían, mayoritariamente personas mayores. Además, ha recalcado que muchas de ellas no pudieron tener descansos o decidieron no hacer vacaciones debido a la situación caótica que había generado la pandemia en los hogares: "Ahora mismo, también tenemos causas judiciales abiertas ante despidos improcedentes de algunas trabajadoras por haber pedido la remuneración de los festivos trabajados o la necesidad de horas de descanso".

Las Subcrisis de la pandemia

Según la alcaldesa de Barcelona, la pandemia ha despertado y creado crisis secundarias que han remarcado la necesidad de un cambio de modelo de las administraciones públicas. "Nos hemos dado cuenta que la falta de recursos en las residencias de abuelos y la privatización de estas ha provocado muertos, a consecuencia de una mala gestión", ha espetado Colau.

Colau: "Muchas mujeres que han teletrabajado han tenido que hacerse cargo de las tareas del hogar"

Aparte, también ha querido mostrar que el teletrabajo tampoco ha sido una de las mejores ideas en términos de emancipación de la mujer: "Muchas mujeres que han teletrabajado han tenido que hacerse cargo de las tareas del hogar y también de los niños durante el confinamiento". Y es que el hecho que las escuelas cerraran provocó que muchas mujeres tuvieran que volver a hacer las tareas de las casas o incluso seguir teletrabajando mientras hacían otros trabajos domésticos.

Despatriarcar la política

Uno de los grandes temas a destacar del debate ha sido el poder político y su brecha de género. Ada Colau se ha mostrado optimista ante los adelantos que ha hecho el ayuntamiento de Barcelona para la paridad de género: "Yo soy la primera alcaldesa de la ciudad, pero también hemos conseguido la primera alcaldía feminista".

Més info: Empresa y Feminismo, cuando el feminismo entra en la economía

La política se ha sacado a la calle y en las aulas y esto ha provocado una oleada de jóvenes implicados en grandes temas como el feminismo o la igualdad de la sociedad, puesto que las nuevas generaciones están más implicadas y vemos muchos cambios en las manifestaciones feministas hoy en día. "Recuerdo que hace unos años éramos pocas bajando por La Rambla y estos últimos años son muchas las chicas jóvenes que se han unido a la causa", sonríe Colau.

El gran reclamo de este debate es la visibilización de estos trabajos que se están precarizando para incluirlas en la lista de los servicios esenciales de esta nueva normalidad. De este modo, las ponentes han pedido vacunas, recursos y contratos dignos para estas personas que cuidan de nosotros, puesto que los cuidados son una parte muy importante del engranaje económico, pero no a cualquier precio.

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