La dirección de la planta de Bosch en Lliçà d'Amunt ha comunicado la intención de cerrar la fábrica y de despedir a las 336 personas que trabajan en ella. Así lo ha dejado saber a los representantes sindicales este mismo jueves, según ha informado UGT a través de un comunicado. La empresa alemana trasladará la producción de esta planta a otra que tiene a Wroclaw, Polonia.
El sindicato tilda la decisión de "deslocalización sin paliativos y sin escrúpulos" después "de años de congelaciones y reducciones salariales de plantilla" en los centros de trabajo catalanes. Según la compañía, en cambio, les ha sido imposible encontrar productos alternativos para mantener la competitividad de las intal·lacions y, por lo tanto, quieren cerrarla "cuanto antes mejor", a pesar de que todavía no hay un calendario establecido.
Esta decisión se suma al cese de actividad de la planta de Castellet i la Gornal que se ha fijado para noviembre de 2021. Entre los dos procedimientos, la empresa puede acabar despidiendo a 600 personas en Catalunya. La fábrica polaca donde se prevé trasladar la fabricación es "más grande", y esto la convierte en más competitiva, según la empresa.
Bosch justifica el cierre con la caída de la demanda de servofrenos convencionales de vacío, puesto que cada vez se utilizan más servofrenos electromecánicos. UGT considera que el desplazamiento de la producción se lleva a cabo porque "en Polonia es más rentable", puesto que el precio de la mano de obra es más bajo. Además de los 336 trabajadores de la planta, el sindicato calcula que el cierre afectará a un total de 900 personas, si se tienen en cuenta las empresas auxiliares y proveedoras.