Repsol ha registrado unas pérdidas de 3.816 millones de euros en 2019. Ha sido por los ajustes que ha realizado de 4.849 millones para cumplir con la hoja de ruta de la empresa, que quiere llegar a ser de cero emisiones en 2050. La compañía atribuye a los "nuevos escenarios de precios de crudo y gas consistentes con los objetivos climáticos del Acuerdo de París" las pérdidas millonarias.
Los resultados también se han visto afectados por la bajada de los precios de petróleo y gas, además de unos márgenes internacionales en los negocios industriales menores. Por otro lado, el litigio que tiene en marcha con Sinopec la han obligado a provisionar 837 millones de euros. La lucha con la petrolera estatal china es a raíz de la participación de Sinopec en Tseuk, la sociedad que comparten y opera en Reino Unido.
El resultado neto ajustado ha sido de 2.042 millones de euros, un 13% por debajo del de 2018. La empresa presidida por Antoni Brufau ha aumentado el flujo de caja operativo un 8%, pese a la coyuntura negativa. En julio, el consejo de administración acordó proponer en la próxima junta general aumentar la retribución al accionista a través de una amortización del 5% del capital social.
Los resultados del negocio de electricidad y gas ha mejorado. En 2019 se ha superado el millón de clientes y se han incorporado nuevos activos de generación renovable. La capacidad total instalada de electricidad es de 2.952 MW, a los que se añadirán 1.185 MW más cuando se completen los planes que están en marcha.