Sólo el 30% de los matriculados en carreras técnicas son mujeres

Empresa

Tecnóloga, empresaria y emprendedora: la mujer del siglo XXI

El aumento de la presencia femenina en los altos cargos tiene que ir de la mano de las carreras técnicas, un mercado laboral de futuro y donde las habilidades sociales son cada vez más demandadas

"Hasta hace poco, las organizaciones tenían una estructura piramidal donde arriba había poca gente y todo hombres. Ahora estamos yendo hacia un cambio donde las partes superior e inferior se ensanchan y la del medio se estrecha. Las mujeres tenemos que luchar ahora para ser arriba, que es sueño hay los buenos lugares, y no abajo con los cargos inferiores". Con esta contundencia ha expresado la socia y fundadora del fondo Compas Private Equity, Àngels Roqueta, su preocupación por el rol de la mujer del siglo XXI al mundo laboral. Un perfil que, a pesar de que los estereotipos han relegado hacia trabajos marcadamente sociales, poco a poco ha ido poniendo los pies en las carreras técnicas y en posiciones superiores.

Si una cosa parece bastante clara, es que los adelantos tecnológicos sitúan el especialista en el análisis de datos como uno los perfiles más demandados, seguido del experto en impresión 3D, apunta Roqueta. Pero nada de esto da el impulso definitivo entre el colectivo femenino. "Todavía hoy vemos las aulas de las carreras técnicas llenas de hombres", ha criticado; "pero el peor es que el número de matriculados va cayendo". Así, si por el próximo curso se espera que haya 66.000 estudiantes, de aquí a cuatro años las previsiones se encuentran cerca de los 58.000.

Maiques: "Las jóvenes generaciones se tienen que formar en habilidades y no en profesiones"

A pesar de que se pueden identificar algunas ramas como potenciales creadoras de trabajo, la CEO de Neuroelectrics, Ana Maiques, recuerda que ahora mismo nadie es capaz de prever qué profesiones tendremos de aquí a 20 años. "Quién habría pensado años atrás que trabajaríamos con el Big Data? Ahora pasa el mismo, por eso es importante hacer entender a las jóvenes generaciones que se tienen que formar en habilidades y no en profesiones, y esto también pasa porque las niñas entren en la tecnología", ha apuntado en el marco de la jornada Ciencia y tecnología: la mujer ante el binomio del siglo XXI, organizada a Esade este lunes.

El punto débil español

Matemáticas e inglés, estas son las dos materias donde el sistema educativo tendría que incidir para tener profesionales preparados para el que tiene que venir. "Hasta ahora los matemáticos se encontraban a los institutos y quizás en los bancos, pero ahora ellos serán los que trabajen en las empresas biotecnológicas y en el sector salud, porque es aquí donde se están creando más departamentos digitales", ha constatado Maiques.

Artigas: "No podía fichar nadie porque no existía el perfil y tuvimos que buscar en otras carreras para encontrar gente"

Una idea que comparte la CEO de Synergic Partner, Carme Artigas, considerada una de las 30 directivas más influyentes del mundo por la revista Insights Success. Ella, pero, lo afirma de primera mano al ver las habilidades de los profesionales que se dirigían a su negocio cuando lo montó: "Creamos una profesión que no existía, la del científico de datos. No podía fichar nadie porque no existía el perfil y tuvimos que buscar en otras carreras para encontrar gente".

Por eso ha asegurado que hay que sacar el mito de "difícil" al estudio de las matemáticas y lenguas extranjeras, pero también ha apostado para fortalecer las competencias sociales y educar sobre el miedo al fracaso o el trabajo en equipo. "Son habilidades que no se aprenden en la universidad y que hacen falta para conseguir equipos equilibrados y completos", ha defendido; y ha añadido a continuación que serán las ciencias básicas, y no las aplicadas, la clave de las profesiones futuras.

Artigas y Maiques están consideradas de las mujeres más influyentes en innovación y tecnología | Esade

Para lograr todos estos cambios en relación a la formación, haría falta el apoyo administrativo. Así lo ha remarcado Maiques, que ha puesto ejemplos como la inclusión de tecnología o programación en el currículum académico, tener películas en versión original o más series con protagonistas femeninos en entornos técnicos y de liderazgo.

Estereotipos, la losa de la mujer

Más allá de las desigualdades existentes entre hombres y mujeres, Artigas tiene muy claro que ambos sexos son diferentes. "De manera innata, las mujeres desarrollamos unas habilidades más sociales, de aquí que tendemos más hacia unos juegos que no los niños. El que falta es tener referentes de éxito que sean científicas o tecnólogas y no actrices, se tienen que cambiar los estereotipos", ha defendido.

La CEO de Synergic Pratners considera que uno de los principales problemas del país es que tiene el que denomina "triple tormenta": "No tenemos mujeres en carreras técnicas porque se asocia la imagen del freaky solitario; tampoco empresarios, que se asocia a especulador; cómo tampoco emprendedoras, porque no se los enseña a las chicas que crear tu empresa también es una salida laboral". Y ha apuntado que sólo se avanzará en la llegada de la mujer en estos ámbitos cuando la tecnología se extienda como una habilidad horizontal en cualquier profesión.

Artigas: "La mujer tiende a atribuir sus logros a la suerte y al trabajo conjunto, mientras que capitaliza el error"

A todo ello añade que la mujer tiende a "atribuir sus logros a la suerte y al trabajo conjunto, mientras que capitaliza el error". Así es como justifica que con el paso del tiempo haya pasado de criticar las cuotas a verlas como un elemento necesario para impulsar la presencia femenina en altos cargos. "El día que haya igualdad será porque hay tantas mujeres humildes como hombres en posiciones superiores", ha afirmado.

Una diversidad que complementa

En los Estados Unidos, un país con una fuerte meritocràcia, un 19% de los cargos directivos son mujeres, mientras que en Noruega lo son el 33%. Qué se puede hacer para mejorar el dato? "Quejarnos", ha respondido Maiques con contundencia. Una llamada, un e-mail o un teléfono, cualquier vía sirve para hacer patente que en el programa de un congreso, una mesa redonda o una conferencia hay de haber más presencia femenina.

Esto también se aplica al entorno laboral, donde se ha demostrado que la complementación del liderazgo masculino, considerado más estricto y práctico, y el femenino, visto cuanto más líquido y empático, da mejores resultados. "Pero que se pueda distinguir entre estas dos maneras de dirigir no quiere decir que hombres y mujeres seamos así por naturaleza", ha alertado la CEO de Neuroelectrics, que afirma que en el mundo anglosajón se ha encontrado con muchas mujeres con un estilo muy jerárquico.

Otro argumento para apostar por los equipos mixtos es, para Artigas, el cambio que se está produciendo en la dirección: "Ahora las organizaciones son más abiertas, más colaborativas y con más zonas grises. Aquí las mujeres nos movemos mejor, por el que los hombres tendrán que desarrollar estas habilidades".

Y en esta diversidad también se tiene que incluir la edad, ha añadido haciendo referencia a los millennials, los cual ha considerado que se tienen que empezar a incluir en los consejos para introducir el apertura de miras necesaria para el futuro.