Opinión

Kings League, el metaverso era esto

Si usted está leyendo este artículo seguramente no entiende esto de la Kings League, el espectáculo deportivo-socialmediático que Gerard Piqué, Ibai Llanos y compañía se han sacado de la manga. Partidos de un tipo de fútbol a 7 con reglas de juegos de rol a ritmo de emisión de Twitch . Más o menos.

Quizás para empezar habría que romper algunos tópicos: interesarse por el fenómeno y mirar de entenderlo no es sinónimo de que te guste, puedes ser muy crítico, estar radicalmente en contra o incluso te puede parecer kitsch en el sentido actual —carrinclón y de mal gusto— o en el sentido originario del término —sentimental en exceso y exageradamente melodramático—.

Tampoco tenemos que caer en la trampa generacional de que esto solo lo entienden las nuevas generaciones a quien va dirigido. Este argumento falaz cae cuando nos damos cuenta de que detrás hay empresas con experiencia internacional con ejecutivos de marketing que hacen excels y powerpoints que no son precisamente canalla, y que, dado el éxito, parece que lo entienden bastante bien. El mito de que la Kings League sale de una idea loca en un chat de WhatsApp, es como el contrato en una servilleta de Messi; una imagen que funciona muy bien para unos 30 minutos pero que sin toda la maquinaria empresarial de detrás no es nada.

También habréis escuchado por activa y por pasiva —en boca del mismo Gerard Piqué— que esto no es fútbol. Que se juegan unos partidos de fútbol a 7, en un campo más pequeño y a tiempo corrido, en el cual se introducen nuevas normas y interviene el azar mediante cartas que juegan sus presidentes. No hay que ser un Nobel para darse cuenta de que a pesar de no ser fútbol, estamos hablando de fútbol. No es un detalle menor.

El proyecto nace en Catalunya, donde el fútbol, y especialmente el Barça, está sobrerepresentado

De hecho era inevitable. El proyecto nace en Catalunya, donde el fútbol, y especialmente el Barça, está sobrerepresentado. El fútbol es el deporte predominante en Europa y en Latinoamérica que es el gran mercado de la Kings League. Esto explica la ausencia del catalán en todas sus manifestaciones y la presencia de un castellano "global" que utiliza giros y locuciones latinoamericanas. Así, los 92.522 que llenaron el Camp Nou domingo son relevantes por lo que significa el poder de convocatoria del evento, por la foto, pero esto solo es un McGuffin: los verdaderos protagonistas son los más de dos millones que se conectaron al directo en la red. El fútbol es un lugar común en la mayoría de población mundial y tiene reglas simples y conocidas; haber basado la Kings League alrededor del baloncesto, el Go o el Katan habría hecho que el mercado potencial fuera más misno de salida.

Que la iniciativa salga de un futbolista carismático también es relevante. Hasta la llegada de las redes sociales los influencers con ascendencia sobre la juventud eran los futbolistas; cuando solo había una pantalla eran ellos quienes la ocupaban. A cada generación los niños han querido ser Kubala, Cruyff, Maradona o Messi. Cuando se tenía que hacer llegar un mensaje a los jóvenes de la época era uno de estos influenciadores quien se lo hacía llegar. ¿Recordáis el anuncio de Maradona y las drogas?

Hoy los niños tienen como referentes a YouTubers, streamers o influencers y son los Mr. Beast, Ibai Llanos, TheGrefg, el Rubius y otros quienes les hacen llegar estos mensajes. Da la casualidad que algunos de la vieja escuela de influenciadores se han adaptado bastante bien a la nueva. Las redes cambiaron definitivamente cuando actores, deportistas y famosos (pelis, pelotas y petardos, las tres pes) entraron. Algunos lo usaron como una plataforma más de promoción. Otros descubrieron que a parte se podía crear contenidos, conectar con los fans y construir una comunidad, entre ellos Gerard Piqué y el Kun Agüero, que funcionan todo lo bien como streamers que como lo hacían en el campo (¡no me imagino a Messi haciendo de streamer!). No es casualidad que sean dos de los impulsores de la Kings League.

También habéis escuchado a diestro y siniestro que la Kings League es un "espectáculo donde pasan cosas continuamente" y que "el fútbol no interesa a los jóvenes porque están acostumbrados a estímulos constantes". Los más osados pronostican una muerte lenta del fútbol por envejecimiento del formato y de sus seguidores. Vayamos por partes. Que en la Kings League pasan cosas continuamente es cierto y pasa por diseño. Quienes la han creado son streamers que prácticamente viven en la red con sesiones maratonianas de directos, producción constante de vídeos, fotos y todo tipos de contenido para sus canales para mantenerse arriba de todo. Para mantener la atención sostenida y recurrente de sus seguidores a la fuerza tienen que hacer que pasen cosas continuamente. Un buen ejemplo es la famosa haka de Gerard Romero.

Hemos cambiado y el fútbol también lo ha hecho

Pero los estímulos continuos y los cambios de tarea constando no son patrimonio exclusivo de la juventud. Qué haced cuando miráis un vídeo a YouTube y veis que la cosa se alarga por sobre los 30 salvado? Posáis sutilmente el cursor sobre el vídeo para ver la línea de tiempo a ver cuando falta. Qué os pasa cuando entráis a Twitter "solo cinco minutos" antes de ir a dormir? Que os estáis una hora. Qué pasa cuando una pel·li de Netflix pasan pocas cosas? Que ya os llega la desazón por toda la oferta infinita de películas que os estáis perdiendo.

Hemos cambiado y el fútbol también lo ha hecho. A los años 30 la gente se amontonaba alrededor de la pizarra que el diario La Rambla posaba a la Rambla de Canaletes. Es por eso que continuamos yendo cuando lo Barça gana algo. Sin cámaras, el fútbol era un acontecimiento deportivo en toda su pureza que solo podían disfrutar quién aquel día eran al campo. Con los años y las tecnologías el fútbol pasó de ser un deporte a ser un espectáculo, también, audiovisual multimediàtic. Recuerdo a Dídac Lee en alguna charla diciendo que "el Barça es también una empresa de contenidos audiovisuales premium".

La Kings League no es la evolución del fútbol del mismo modo que el iPhone no era la evolución del teléfono móvil

¿Y la muerte del fútbol? Pues la misma que la de los diarios cuando salió la radio, la de la radio cuando salió la tele y la de la tele cuando llegó internet. O bien la de los libros en papel cuando salió Kindle.

La Kings League no es la evolución del fútbol del mismo modo que el iPhone no era la evolución del teléfono móvil; es otra cosa. Se basa en el fútbol multimediático que con la hibridación con los lenguajes, códigos, protagonistas y algoritmos de las redes sociales dan como resultado un espectáculo socialmediático. De alguna manera es como si los algoritmos de las redes sociales —los que nos recomiendan contenido, los que lo puntúan según las reacciones, los que priman los contenidos cortos— hubieran saltado al terreno de juego.

Al final, la Kings League tiene más a ver con el metaverso y cómo se combinan el espacio físico y el digital que las propuestas de Mark Zuckerberg: no éramos nosotros que nos teníamos que digitalizar y entrar en el metavers, eran los algoritmos que se tenían que fisicalizar y entrar en el universo. ¿Una cosa muy loca? Totalmente. ¿Interesante? Todavía más.