El experimento Intercity: el fútbol español sale a bolsa

El negocio de los equipos que han saltado al parqué

 Imagen del partido de fútbol entre el FC Intercity y el Barça del pasado 4 de enero | FCB | Europa Press Imagen del partido de fútbol entre el FC Intercity y el Barça del pasado 4 de enero | FCB | Europa Press

Hace pocas semanas el Barça se desplazó a Alicante para disputar un partido del Campeonato de España (aquella competición que los medios extrañamente llaman Copa del Rey) contra un equipo menor con un nombre curioso, más propio de un tren: el Club de Fútbol Intercity. Detrás de este equipo alicantino hay una iniciativa muy interesante dentro del panorama futbolístico estatal, como es la primera salida a bolsa de un equipo español.

Vayamos por partes. En 2017 existía un club en San Juan de Alicante (Alacantí) que pasó a manos de un grupo de inversores que le modificaron su denominación y toda su imagen corporativa. El verano de ese año pasó de ser una entidad deportiva a una Sociedad Anónima Deportiva (SAE). No entraremos en el debate de si el objetivo de un club debe ser ganar partidos o ganar dinero, porque ambas cosas son necesarias y se retroalimentan mutuamente, pero sí resulta de interés contemplar cómo el proyecto ha ido evolucionando desde que fue concebido y, sobre todo, ver su salida en bolsa. La nueva era de la entidad echo a andar la temporada 2017/18 en la Primera Regional valenciana, es decir, al sexto nivel del sistema de ligas del fútbol estatal. Desde entonces, los ascensos de categoría han sido el pan de cada día del Intercity: una temporada en Primera Regional, una en Regional Preferente, dos en Tercera, una en Segunda RFEF y, actualmente, después del cuarto ascenso en cinco años, el club compite en la Primera RFEF, lo que vendría a ser la antigua Segunda División B de antes de la reforma de categorías que se llevó a cabo durante la pandemia.

No es ningún secreto que el objetivo de la entidad es ascender un escalón más, porque la entrada en la Segunda División implica hacerse un agujero en el fútbol profesional y que el dinero empiece a manar. En otras palabras, en todas las categorías por debajo del fútbol profesional la norma es perder dinero, por lo que la lucha por subir a esta categoría tan deseada es un desafío a vida o muerte para un club como el Intercity, porque puede suponer su supervivencia definitiva. Poniendo cifras, diremos que en la temporada 2019/20, la entidad facturó unos 315.000 euros, la 2020/21 en torno a 221.000 (con pandemia), la 2021/22 se elevó hasta los 395.000 euros. Lo que supone acercarse a las categorías superiores del fútbol queda bien claro cuando comprobamos que este año, jugando en la división superior del fútbol semi-profesional, el presupuesto es de 4 millones de euros, diez veces mayor que el que tenían cuando estaban una categoría por debajo. Eso sí, las pérdidas también van escalando conforme ascienden categorías: un millón en 2020, 2,3 millones en 2021 y 5 millones en 2022.

Sólo con los derechos de televisión, un equipo de la segunda división se garantiza un mínimo de siete millones de euros

Como puede comprobarse, los saltos entre categorías no son lineales, sino casi exponenciales. Si logran subir a Segunda División, sólo con los derechos de televisión tendrían garantizado al menos siete millones de euros, que es casi el doble de todos los ingresos presupuestados en la categoría actual (Primera RFEF). Eso sí, de vez en cuando puede tocar la lotería, como le ha pasado esta temporada al Intercity, que ha tenido la suerte de que el bombo del Campeonato de España le emparejó -como recordaban al inicio de este artículo- con el FC Barcelona. Aparte de la exposición mediática que supone enfrentarse a los azulgrana, hay un factor financiero fundamental, y es que sólo con la venta de localidades de ese día los alicantinos recaudaron cerca de un millón de euros, es a decir, una cuarta parte de su presupuesto en un solo partido.

En medio de todo esto, el 29 de octubre de 2021 se convirtió en el primer club en cotizar en bolsa. Pero, cuidado, no lo busquen en los listados habituales del mercado continuo y, menos aún, en los del índice selectivo Ibex35 porque el Intercity cotiza en un mercado especial, uno diseñado para pequeñas empresas y que se llama BME Growth. Y es que el volumen del club es realmente reducido, de tan sólo 2,5 millones de euros. Cuando las acciones empezaron a cotizar, lo hicieron a un precio de 1,60 euros. En su debut en el parqué, los títulos se revalorizaron un 40% de golpe. Después de sufrir muchas oscilaciones, hoy en día su precio es de 0,26 euros. Tampoco hace falta asustarse por este descenso, porque el volumen de acciones en el mercado es muy escaso y cualquier factor externo puede provocar movimientos muy acentuados. No obstante, al ser de dominio público que el club no será negocio hasta que consiga el ascenso a la categoría de plata del fútbol estatal, hoy en día sólo se vive en el terreno de las expectativas, como si fuera un juego de todo o nada.

Que un club cotice en bolsa es una anomalía en España, pero está normalizado en Europa, donde Juventus o Ajax ya hace tiempo que se pasean por los parqués

Que un club cotice en bolsa es una anomalía en España, pero está bastante normalizado en Europa, donde entidades históricas como Juventus o Ajax ya hace tiempo que se pasean por los parqués. En el caso de los italianos, un tercio de su capital cotiza libremente en bolsa porque el paquete principal (64%) está en manos de la sociedad Exor, que controla la familia Agnelli. Recientemente, con la sanción de 15 puntos que ha recibido el club por irregularidades contables, hemos podido ver como las acciones se despeñaban hasta un 13%. Lo cierto es que la Vecchia Signora no puede considerarse ningún gran negocio para quienes hayan invertido a través del mercado porque nunca ha recuperado los precios a los que empezó a cotizar a principios del siglo XXI. Si en ese momento llegó a tener valoraciones cercanas a los 4 euros, hoy en día sus acciones oscilan en torno a los 30 céntimos.

En el caso del Intercity, los accionistas actuales seguramente conseguirían unas plusvalías considerables si se cumple el plan de subir de categoría, porque la valoración del club hoy en día incorpora en buena medida que la entidad no es capaz de ganar dinero y que necesita inyecciones de capital de forma recurrente. Estaremos atentos para ver qué futuro espera en el club alicantino.

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