La OMS define la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, con considerable morbilidad y mortalidad asociadas. Actualmente constituye uno de los principales problemas de salud en los países desarrollados, alcanzando en España una prevalencia del 30 % en la población comprendida entre 25 y 64 años.
Para su tratamiento resulta fundamental, en todos los casos, la modificación del estilo de vida mediante una adecuada educación dietética especializada, que debe ser supervisada por un nutricionista, y la práctica de ejercicio físico de forma regular. Siempre que sea necesario, debería complementarse con terapia farmacológica y/o con apoyo psicológico especializado.
Cuando el tratamiento médico-dietético puede resultar insuficiente, se puede requerir de otros tratamientos complementarios que ayudan a conseguir objetivos ponderales. Para estos pacientes se han diseñado los tratamientos endoscópicos de la obesidad.
Los tratamientos endoscópicos de la obesidad incluyen diferentes procedimientos que en líneas generales son:
- Balón intragástrico de 6 meses.
- Balón intragástrico de un año.
- Método POSE/Endomanga.
- Método APOLLO/EndoSleeve endoscópico.
- Técnica ROSE/RETO.
Aunque consideramos que cada paciente debe evaluarse de forma individual, estos tratamientos endoscópicos de la obesidad estarían indicados en pacientes con Índice de Masa Corporal comprendida entre 30 Kg/m2 y 40 Kg/m2, es decir, en pacientes con Obesidad grado I y II en los que fracasa el tratamiento exclusivamente médico. Estos tratamientos también estarían indicados en pacientes con obesidad grado III y IV que descartan la opción quirúrgica, o que ésta resulta contraindicada o supone un riesgo excesivo.
Siempre se deben de tratar a estos pacientes desde un equipo multidisciplinar y sabiendo que no existe el procedimiento perfecto y que no falle nunca.
La obesidad prolongada y mantenida en el tiempo conlleva a un envejecimiento acelerado que afecta tanto a la salud física como a la salud mental y emocional.
Las complicaciones asociadas a obesidad pueden ser de tipo: respiratorio, cardiovascular, metabólicas, nefrourinarias, digestivas, sexuales, infecciosas, articulares y psicosociales. Y esto es un grave problema al que nos encontramos actualmente por lo que es fundamental reducir estas cifras de aumento de obesidad en la sociedad y así prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida en el día a día.
Si el paciente modifica hábitos dietéticos, realiza ejercicio, se adhiere estrechamente al programa psicológico y nutricional, está demostrado que existe una mejora progresiva que repercute en una mejora de la hipertensión arterial, diabetes, aumento de colesterol asociado a obesidad, también mejora la apnea, los ronquidos, los problemas articulares e incluso los problemas psicológicos, de ansiedad y baja autoestima.