Bitcoin, moneda electrónica o producto especulador?

El vacío legal, el desconocimiento de los usuarios y la caída de Mt. Gox cuestionan la validez de la criptodivisa

Los bitcoins son unas de las múltiples monedas alternativas que han surgido en los últimos años. Ni se puede tocar ni se puede ver, sino que está formado por una serie de 0 y 1 codificados en forma de algoritmos, es decir, bits. El más impactante es que en poco más de cuatro años ha pasado de tener un valor de 6 euros a ascender hasta los 1.000 euros, en una línea de devaluaciones y revaloritzacions nada estable.

Esta criptodivisa nace el 2008, pero se desconoce el creador o grupo de creadores que le dieron forma. Sólo se tiene un pseudónimo, el de Satoshi Nakamoto, autor de la lista que describe el protocolo del bitcoin. Este se basa en un código que, un golpe descifrado, se convierte en dinero. El hallazgo la hacen los minaires, los que invierten en tiempos, esfuerzo y maquinaria para recibir como premio una moneda, igual que en la antigua busca de oro.

De artículo académico a moneda en uso
El bitcoin no es más que una "moneda electrónica dentro del apartado del que son los sistemas de pagos electrónicos", explica el profesor e investigador del departamento de ingeniería telemática de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Josep Pegueroles. Inicialmente se trataba de una "propuesta académica con un protocolo de funcionamiento", detalla, "y se anunció en forma de artículo científico en diferentes foros sobre criptografía, dando vía libre a cualquier que lo quisiera romper". No obstante, nadie fue capaz de demostrar su vulnerabilidad. Ni entonces, ni a día de hoy, cuando ya hace más de tres años desde el momento en que la Fundación Bitcoin empezó a promover su uso.

Desde el punto de vista técnico, esta criptodivisa tiene dos disparos característicos. El primero, que trabaja con un sistema de codificación que permite mantener el anonimato. El segundo, que se basa en un protocolo de Internet P2P como emulo o Bitorrent, donde la información de las transacciones y movimientos se comparten entre los dos usuarios que los efectúan y no hay ninguna entidad que lo valide.

Un tercer elemento destacado es su nivel de producción máximo: 21 millones de monedas. Según las previsiones hechas cuando se popularizó, esta cifra se tendría que lograr en 2140, pero la estimación fue hecha "en base a la capacita de los ordenadores de aquel momento", indica Pegueroles, por el que cree que llegaremos antes.

Como comprar y gestionar bitcoins
Para obtener bitcoins hay tres vías: descifrar algoritmos, ceder parte de la memoria del ordenador para la minería o comprarlos. El último es el camino más fácil, y se puede hecho con dólares, euros, yenes o cualquiera otro dinero real en las casas de cambio de bitcoins. Y desde este mes de marzo, también es posible acceder a cajeros automáticos para comprar, como el que se ha instalado en el centro comercial Diagonal Mar de Barcelona.

Para gestionarlos sólo hay que escoger entre descargar y guardar la información (los bits que forman la moneda) en un dispositivo como una tarjeta o un USB, o bien instalar un software (el monedero) en el ordenador o una app al móvil para gestionarlo online cómo si fuera una cuenta bancaria. Estos programas son los que también permiten hacer pagos a cualquier persona, entidad o comercio que acepte la criptodivisa indicando su dirección Bitcoin y la cantidad.

Especulación y dinero negro
El auge que ha ganado la moneda en los últimos años ha hecho que deje de ser vista como una herramienta de cambio a pasar a ser un "producto de inversión", opina Pegueroles. Esto es fruto de las fluctuaciones de su valor debido al alta demanda de los últimos años. La visión del ingeniero no es negativa, pero sí se mantiene al margen, no como el profesor de Control y Gestión Financiera de ESADE Jesús Palau, quien sí deja clara su mirada crítica.

De entrada, rechaza hablar del bitcoin como una moneda y lo define como un producto interesante por quien tienen "una visión especulativa". Y va más allá, señalando tres riesgos a tener en cuenta:

  1. "Hay una clara assimetria de la información, la gente normal no sabe el procedimiento físico de extracción. Hay que ser un técnico, por el que estás en desventaja", remarca. Dedo de otro modo, hay una carencia de conocimiento sobre la verdadera naturaleza y ventajas y peligros que se derivan.
  2. "Tú eres el único responsable de tus bitcoins. Si alguien se cuela a tu monedero, pues mala suerte". No hay un aval, ni ninguna ley que proteja el usuario de pérdidas y piratas informáticos, por el que el riesgo es elevado. Y no es el mismo "traer 50 euros y que te los roben, que 1.000 bitcoins que valen mucho más", ejemplifica Palau.
  3. "La oferta máxima es acotada y nunca habrá más de 21 millones monedas al mundo". Así intenta poner de relevo el hecho que la cantidad de dinero en circulación esté ciertamente controlada, y más si se tiene en cuenta que al 2011 ya había asignados más de la mitad de bitcoins. "Esto tiene peine de pirámide ", añade el experto, "porque puedes acabar no cobrando el que has invertido". En el caso de estar en posessió de bitcoins, Palau apela a la volatilidad de su valor y recomienda hacer el cambio a la moneda con rapidez.

Carencia de regulación bancaria
El profesor de ESADE es poco partidario de hablar de ventajas, pero sí destaca un posible incentivo: "Ahorrarse la comisión de la tarjeta de crédito y las transferencias". Todo usuario que hace una transacción, queda exento de pagar la clásica tasa que se tiene que abonar, en la mayoría de los casos, para hacer algún movimiento. No obstante, incide en que no deja de ser "dinero negro" y que va de la mano con el hecho que no se puede saber el nombre de quien emite o recibe la suma monetaria, todo es anónimo.

El experto enfatiza este aspecto, sobre todo, a la hora de hablar de la falta de regulación bancaria de la divisa digital. Para entenderlo, usa una situación muy sencilla: "Has comprado bitcoins por un valor de 200 euros, pero en el momento de venderlo ha ascendido a 300. Cómo tributas esta plusvàua? Es muy difícil declararlo porque nadie sabe quién es quién". Las transacciones pueden ser correctas a nivel mecánico, pero su opacidad lo deja fuera de las reglas de juego. Un ejemplo es el caso de Silk Road, conocido como el eBay de la droga, un episodio donde el tránsito de estupefacents quedaba camuflado por el pago con bitcoins.

Reacciones internacionales opuestas
Rusia y China son los dos únicos países que han prohibido totalmente el uso del bitcoin dentro de sus fronteras. A la banda opuesta se sitúan Nueva York y el Japón. El estado norteamericano anunció a finales de enero que estaba estudiando la possiblitat de crear una licencia digida en las empresas que aceptan cualquier tipo de moneda virtual, no sólo los bitcoin. Esta es una maniobra para dar confianza a las compañías y atraer los inversores que operan con ellas.

El caso nipón, en cambio, es mucho más significativo debido a que se ha convertido en el primer país al anunciar que regulará el uso de las monedas electrónicas. La causa está en el cierre de la casa de cambio Mt. Gox, con sede a Tokio, que quebró arran el anuncio del robo de 740.000 bitcoin. Su equivalente en euros es del cercando de 270 millones, un dinero que sus usuarios no recuperarán.  

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