Ahora hace dos años, el 1 de octubre de 2017, la última cosa que imaginaba es que hoy tendría el honor de ser Consellera de Empresa i Coneixement. Aquel día, como tantos otros catalanes, viví en primera persona una fecha que ha quedado grabada en nuestra memoria. Lo que sí que imaginaba entonces es que dos años más tarde seguiría defendiendo la actividad empresarial como una herramienta imprescindible para el crecimiento, la prosperidad y la cohesión social de la sociedad catalana. Ya lo hacía entonces como Directora General de Industria, lo había hecho antes en el sector privado y en la Unión Empresarial de la Anoia; y lo sigo haciendo ahora como Consellera. Para mí, hacer empresa siempre ha querido decir hacer país.
"Porque si hay una represión de la que no se ha hablado suficiente, es de la represión económica contra Catalunya"
El 1 de octubre y todo lo que ha venido después nos ha mostrado la cara más oscura de un Estado dispuesto a todo para reprimir la voluntad democrática de millones de ciudadanos. Y dispuesto a todo también quiere decir que ha intentado empobrecer a toda una sociedad, incluidas aquellas personas que no quisieron votar el 1 de octubre. Porque si hay una represión de la que no se ha hablado suficiente, es de la represión económica contra Catalunya.
No podemos dejar de denunciar la voluntad de perjudicar la economía catalana, de nuestro tejido empresarial, atribuyéndole factores políticos y con presiones de todo tipo para hacerlo caer. Un extremo realmente grave si se tiene en cuenta que más allá de las preferencias políticas de cada uno, un punto de encuentro siempre tendría que ser la defensa de la economía productiva catalana; que no quiere decir otra cosa que defender el bienestar de todos los ciudadanos. De todos, piensen como piensen.
Mientras algunos no se han cansado de repetir que la economía catalana se hunde; se han topado con un 2018 que ha vivido el octavo año consecutivo de récord en las exportaciones y un inicio de 2019 prometedor en el mismo sentido. Además, el paro se ha reducido por quinto año consecutivo, situándose cuatro puntos porcentuales por debajo de la tasa del conjunto del Estado español. También en 2018 se ha logrado un nuevo récord en número de captación de proyectos de inversión extranjera y los puestos de trabajo que esta ha generado.
No tienen suficiente con la prisión y el exilio, también quieren empobrecer los ciudadanos que conforman un tejido productivo competitivo y dinámico. Lo quieren hacer con mentiras y difamaciones para cuestionar aquello que la realidad desmiente. Catalunya es competitiva y todavía lo sería mucho más sin un Estado en contra que no ponga palos a las ruedas a las transformaciones que el contexto global nos pide.
"No hay ninguna política social tan efectiva como multiplicar el acceso al conocimiento y crear puestos de trabajo"
En esta situación, no hay defiensa posible de Catalunya sin defender a sus empresas y sus trabajadores. Cuando digo que hacer empresa es hacer país, lo digo convencida de que no hay nada más social que facilitar el acceso a los puestos de trabajo y al conocimiento. Por eso reivindico el carácter social que tiene el Departament de Empresa i Coneixement. Porque no hay ninguna política social tan efectiva como multiplicar el acceso al conocimiento y crear puestos de trabajo.
Generar ocupación es dotar la ciudadanía de recursos para desarrollar su vida con más oportunidades y más libertad. Desgraciadamente, a menudo trabajando no hay suficiente. Todavía hay demasiada gente que trabaja y aún así no obtiene los recursos necesarios para disfrutar de una vida digna.
Por eso impulsamos una transformación hacia la economía del conocimiento, que ya es el recurso económico más importante a día de hoy y lo que genera y generará mejores puestos de trabajo. Tenemos que permitir que accedan a ello tanto las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral como aquellos que ya están y se están quedando atrás. Lo tenemos que hacer accesible a todo el mundo y en todas partes. Y de aquí nace el Pacte Nacional per a la Societat del Coneixement.
Hacer empresa es hacer país porque la mejor política social es la política empresarial. Es la que nos permitirá situar Catalunya entre los referentes de la economía del conocimiento; la que nos hará tener una economía productiva innovadora, integradora, sostenible y abierta en el mundo. La que potenciará Catalunya como país de oportunidades.
"Hacer empresa es hacer país porque la mejor política social es la política empresarial"
Hacer empresa es hacer país porque el bienestar de todos los catalanes implica fortalecer su economía. Porque cuando perjudicas a las empresas estás afectando directamente a las personas que les dan vida y a toda la sociedad. Sólo juntos, con el acuerdo de todos los agentes socioeconómicos, encontraremos el consenso para defender tanto los derechos sociales y democráticos como nuestra economía. Si queremos hacer país, también tenemos que hacer empresa.