Ivan Aguilar analiza nuestro mercado de trabajo | iStock
Ivan Aguilar analiza nuestro mercado de trabajo | iStock

Tengamos un Trabajo Universal

El economista Ivan Aguilar propone eliminar el doble régimen legal existente para contratos indefinidos y temporales

Cómo ya he mencionado en alguna otra ocasión, una de las características de la dualidad del mercado laboral español es que no existe prácticamente porosidad entre los contratos temporales e indefinidos. De hecho, en la primera parte de este artículo voy acotar los problemas esenciales del mercado dual laboral que sufre este país. El gráfico siguiente aporta información sobre esta porosidad.

He usado la base de datos experimental de Eurostat para representar el porcentaje de contratos temporales que se convierten en indefinidos en 2011 -el primer año por el cual existen datos- y 2016.

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Cómo se puede ver, España es el séptimo país por la cola en porosidad entre contratos temporales e indefinidos, una cifra pareciendo en 2008 antes de entrar en recesión y sin las dos reformas laborales el que nos sugiere que flexibilizar el mercado laboral no tiene demasiado a ver con la dualidad y la porosidad que, tal como explica la literatura, tiene orígenes en el tratamiento legal que se da a cada modalidad. Dedo con otras palabras, la temporalidad y la poca porosidad es un fenómeno institucional, por las leyes, básicamente.

España es el séptimo país por la cola en porosidad entre contratos temporales e indefinidos

Los problemas del mercado laboral español y catalán son diversos: 1) Altas tasas de paro 2) Alta temporalidad y poca porosidad y 3) Poca parcialidad. El objetivo de este artículo es dotar de políticas específicas a cada problema concreto.

Altas tasas de paro

Las altas tasas de paro tienen que ver, fundamentalmente con tres variables: la regulación del mercado de bienes y servicios, la flexibilidad del mercado laboral y el sistema fiscal, que afecta vía coste laboral a la productividad y la competitividad de las empresas. La regulación del mercado de bienes y del mercado laboral tienen una íntima relación (que merece un artículo aparte). La flexibilización del mercado de trabajo es importante pero el que se observa es que a partir de cierto mínimo, un aumento de la flexibilización tiene un efecto muy marginal.

Así, la relación entre tasa de paro y flexibilización laboral no es tan fuerte como uno esperaría ver pero existe un motivo natural para este fenómeno. Este motivo es la libertad para hacer negocios en el mercado de bienes -que podemos medir con los indicadores Doing Business del Banco Mundial-: los mercados laborales flexibles dentro de mercados de bienes rígidos no rinden bien y este es el caso del mercado laboral español. Por ejemplo, si comparamos el mercado laboral alemán y español veremos que el grado de flexibilización del mercado laboral es similar pero, en cambio, el mercado de bienes español es mucho más rígido que el alemán. Es vox populi como los mercados de telecomunicaciones, luz o agua españoles son muy rígidos y con alta concentración de mercado. Las reformas tienen que ir en la mejora notable del mercado de bienes español.

El sistema fiscal incide negativamente sobre la tasa de paro española

El sistema fiscal es el otro elemento que incide negativamente sobre la tasa de paro española. Ya he explicado muchas veces que la proporción de los despidos dentro del coste laboral de las empresas españolas es demasiado elevado pero sin duda el que es menos conocido en el ámbito mediático es el bajo gasto de las familias españolas en IVA:

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Cómo se puede ver en el gráfico, el gasto de las familias españolas en IVA respecto del resto de familias europeas es muy baja. El recorte de las cotizaciones sociales tiene que ir acompañada de la subida de muchos tipos de IVA que son realmente bajos en términos comparados. Ahora bien, para hacer esto hay que mirar el gasto por tramos de ingresos, puesto que un cambio así podría ser perjudicial para las familias más pobres:

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Cómo se puede comprobar, el gasto de las familias en IVA es baja en todos los tramos de ingresos sucios. Ahora bien, si cogemos el tramo más bajo (1r quintil) veremos que es el tramo donde hay menos diferencia con el resto de países europeos. Además, bajar los impuestos que pagan las empresas y compensar con una subida a las familias no tiene sentido: ganar competitividad a expensas de tener menos demanda no es algo que los sea muy útil a las empresas. Es por eso que esta reforma fiscal tiene que ir acompañada de un aumento de salarios. Los sindicatos tienen que cambiar despidos potenciales por dinero al bolsillo de los trabajadores.

Alta temporalidad y poca porosidad

Hay que eliminar el doble régimen legal existente para contratos indefinidos y temporales. Los indefinidos están sometidos a la tutela judicial efectiva pero los temporales a la inspección de la Seguridad Social y esto se tiene que acabar. Hay que someter los temporales a la tutela judicial y esto pasa con equiparar los derechos y las obligaciones laborales en las dos modalidades (bajar indemnizaciones y pagarlas también a temporales, entre otros). Es el que denomino Trabajo Universal a pesar de que los economistas hemos elegido un mal nombre que no tengo ninguna intención de reproducir aquí.

Més info: Trabajo precario, nacida en el Mediterráneo

Si, además, hemos reformado el mercado de bienes y el sistema fiscal, las tasas de paro estructural bajarán muy rápidamente a la vez que también lo hace la temporalidad. Si quieren bajar el nivel de fraude, hace falta corresponsabilitat fiscal y cambiar el régimen de retribución de hacienda y del sistema judicial. La claridad de las leyes también es un tema que importa: si el grado de discrecionalidad de los jueces para interpretar las leyes es elevado, el resultado será inseguridad jurídica para las empresas y menos inversión.

La baja parcialidad del mercado laboral

Tiene que ver con niveles educativos bajos, alto abandono escolar y alta temporalidad del trabajo de la juventud. Los economistas catalanes especialistas en educación -por ejemplo Lídia Farré (UB) o Caterina Calsamiglia (IPEG)- han demostrado que uno de los elementos disruptius del mercado laboral catalán es la ausencia de una formación profesional de cariz técnico, puesto que esta es cara y necesita la participación de las empresas para que sea eficiente.

La Administración catalana sufre restricciones presupuestarias permanentes y este es el motivo por el cual todavía no ha sido posible articular una formación profesional equiparable al que es habitual al resto de países europeos. Además, la altísima temporalidad (73%) de los jóvenes españoles sugiere que habría que copiar el que Países Bajos inventaron y otros muchos países adoptaron: un salario mínimo para jóvenes que sea más bajo que el interprofesional para que los jóvenes puedan competir con trabajadores de más edad y, por lo tanto, más experiencia. Rebajar el paro de los jóvenes y su temporalidad es condición necesaria para hacer caer las altísimas e inaceptables tasas de abandono escolar.

Créanme que en economía sabemos muchas más cosas del que aparentemente parece. Detrás de estas propuestas que los he explicado hay un consenso muy elevado y un grado de discusión técnica muy profunda.

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