Como elegir un máster o un posgrado adecuado?

Teniendo en cuenta el esfuerzo que representa y el impacto que tendrá en nuestro perfil profesional, repasamos cinco aspectos que conviene valorar antes de escoger hacia donde echar nuestra formación académica

Realizar un máster o un posgrado como complemento o como continuidad a nuestra trayectoria académica acontece un paso muy importante. Por este motivo, a la hora de elegirlo tenemos que tener muy claro qué esperamos, especialmente pensante en clave de futuro: nuevas perspectivas laborales, crecimiento personal, desarrollo o carrera profesional, reforzar o consolidar nuestro currículum, aumentar nuestra competitividad y ocupabilitat, abrirnos a nuevas oportunidades, etc.

La actualización de conocimientos, las nuevas competencias profesionales que desarrollaremos, las técnicas y destrezas que adquiriremos, la red de contactos y de networking que haremos, el bagaje y la experiencia que nos llevaremos serán un activo muy importante que formará parte, por siempre jamás más, de nosotros.

Así pues, qué elementos conviene valorar y como elegir el máster o posgrado que más se escaigui a nuestros intereses y necesidades?

1. Título oficial o título propio?
Un máster oficial está pensado y orientado, especialmente, para aquellas personas que quieran orientar su trayectoria hacia la docencia y la investigación. Estos programas permiten acceder después a los doctorados. Los másteres y posgrados propios son orientados exclusivamente hacia el ámbito profesional.

2. Programa especializado o generalista?
Un MBA puede daros una visión global, integral e integradora del conjunto de ámbitos que configuran la dirección y la gestión de empresas, interrelacionando aspectos como la estrategia empresarial, el marketing, las finanzas, la gestión de personas, la producción, la calidad, etc.

Un programa especializado, como por ejemplo un Posgrado o Máster en Recursos Humanos, nos permite profundizar en el conocimiento y el dominio de aquel ámbito técnico concreto. O un programa sectorial, por ejemplo, un Posgrado en Dirección de empresas Vitivinícoles, nos permite especializarnos en un determinado sector empresarial o profesional (cómo sería el caso de un Máster en Coaching). 

En todo caso, no son dos perspectivas excluyentes. A menudo es normal que uno/a Director/a de RRHH quiera hacer un MBA para entender mejor la gestión empresarial y poder aportar más valor desde el departamento de recursos humanos hacia el resto de la organización. También a la inversa. A menudo un mando o directivo que haya hecho un MBA desea o quiere especializarse en alguna área concreta (por ejemplo el ámbito financiero), para dirigir teniendo presentes estos criterios (en este caso los económico-financieros).

Con seguridad, este mix de enfoque generalista-especializado de los dos ejemplos, esta hibridación de conocimientos y de habilidades será extraordinariamente muy valorada en procesos de selección o de promoción interna por el valor que puede representar para la organización.

3. Presencial, online o mixto?
Hoy en día existe una amplia oferta de las diferentes modalidades. La opción no presencial está especialmente pensada para gente que no tiene mucha disponibilidad de tiempo por la flexibilidad que este modelo aporta. Con todo, el esfuerzo y la fuerza de voluntad que se necesita es muy importante (la tasa de abandono en esta modalidad sigue siendo demasiado significativa, por la dedicación que implica y por los pocos estímulos metodológicos que se incorporan).

Los másteres y posgrados presenciales nos pueden permitir, de manera más intensa, sacar provecho de la red de contactos que se genera y de la posibilidad de participar en actividades de aprendizaje más vivencial y experiencial y complementar el propio proceso formativo con otras actividades (prácticas reales, visitas o estancias en empresas y organizaciones, realización de actividades de simulación, etc.).

4. Enfoque práctico y professionalitzador
Es importante, a la hora de evaluar un máster o posgrado, revisar con un cierto detenimiento algunos elementos académicos del programa:

Profesorado. La composición del cuadro docente tendría que combinar un mix adecuado de académicos (expertos en aquellos conocimientos y ámbitos a desarrollar), con formadores referentes en el terreno profesional, que tendrían que participar para acercarnos la realidad del mundo profesional y social.

Alumnado. Cuál será el perfil de los compañeros que tendré en clase? Jóvenes o más bien séniors? Con más o menos experiencia que yo mismo? Tenemos que tener presente que uno de los activos que nos llevaremos un golpe finalice el máster será la red relacional que habremos desarrollado.

Metodología. El enfoque tiene que ser eminentemente práctico. Esto muchos programas lo dicen pero después incluyen un montón de clases teóricas y magistrales.

Tenemos que valorar si el programa incorpora verdaderas metodologías prácticas: procesos de simulación, programas de entrenamiento, herramientas de evaluación competencial, realización de prácticas reales, actividades y dinámicas experiencials, la realización de planes de mejora, de actividades de transferencia de aprendizajes, etc. Todo este mix metodológico potenciará el verdadero desarrollo de las competencias pretensas.

Instalaciones, equipamientos y medianos técnicos. Es importante conocer donde se desarrollarán las sesiones presenciales: en auditorios, en aulas, en laboratorios (de experimentación, de trabajo, de innovación...), en espacios tipos taller, en entornos de simulación, en organizaciones o empresas externas, en espacios outdoor o residenciales, etc.

5. El valor de la institución y del máster
Existen rankings de programas y de organizaciones académicas. Son una buena orientación global, a pesar de que nunca son garantía que el programa que queramos realizar acontezca satisfactorio para nosotros (algunos rankings se fundamentan en criterios estrechamente vinculados a la investigación, cuando quizás nosotros queremos un programa mucho professionalitzador).

A la vez, hay instituciones académicas que quizás no salen de manera global en ciertos rankings, pero que disponen de unos programas excelentes y muy especializados en determinados ámbitos, que justamente los diferencia y los posiciona de manera innovadora y diferente de las instituciones más clásicas, y que pueden resultar de referencia internacional en aquel ámbito o sector concreto. Por lo tanto, tenemos que valorar el grado de confianza que la institución nos transmite, no sólo a nosotros personalmente sino la percepción que podemos tener del peso de la institución en términos sociales y empresariales en el territorio donde estamos o en el sector en el cual queremos profundizar.

A la hora de medir el valor del máster, también tenemos que tener presente aquellos servicios complementarios que nos pueden ofrecer: bolsa de trabajo, bolsa de prácticas del Máster, red de exalumnes, servicios de emprendeduría e innovación, escuelas de idiomas, acuerdos de intercambio con universidades o instituciones extranjeras, servicios de orientación académica y laboral, entre otros.
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