Responder a esta pregunta de manera global es casi imposible. Cómo tendrían que vestir los empresarios depende de varios factores: El sector y la tipología de empresa, la edad y el género y a quien se dirige el negocio. La palabra clave sería coherencia. Es decir, tener en cuenta todos los factores mencionados y respetar nuestra identidad sería lo más apropiado. Ahora bien, es importante hacerse algunas preguntas a la hora de elegir la vestimenta: Qué imagen quiero o tengo que transmitir? A quien me dirijo? Realmente estoy comunicando que soy el mejor en el ámbito laboral en el cual me muevo? Me favorece el que traigo?
Es cierto también que si miramos las pasarelas del mundo, nuestra incluida, no vemos habitualmente propuestas de outfits o looks para el ámbito laboral. Siempre se ciñen a indumentaria de fiesta o casual y no aportan demasiada luz en el tema. Realmente no hay mucha innovación en el mundo business pero si transformación.
Cada vez se trae menos el concepto de "vestido de hombre" que siempre ofrecía la misma imagen. Se permite cada vez más un look denominado business casual o smart casual en el cual ni el vestido ni la corbata son obligatorios y se buscan nuevas formular para crear un look más cómodo aunque también más informal.
Para las mujeres, el traje de chaqueta está totalmente obsoleto y el objetivo es potenciar la feminidad y evitar el look masculino; todo el contrario de los años 80, cuando la mujer para poder acceder a lugares directivos se "disfrazaba" de hombre. Sólo se tienen que tener en cuenta varios aspectos como la longitud de la falda, evitar las transparencias o los talones excesivamente altos que no concuerdan con el protocolo laboral más formal, a pesar de que sí que existen sectores en los cuales se puede perfectamente ser más creativa y femenina.
Cómo es lo look business casual?
Este estilo de negocios informal es uno de los preferidos por los jóvenes que se incorporan en el mundo laboral. Significa vestir más cómodas pero sin perder profesionalismo, y es lo más recomendable cuando las empresas deciden prescindir del uso de la corbata y el vestido de sastre femenino. Podemos decir que es un estilo informal que se forma a partir de la base del vestido clásico y la corbata. Hay empresas que optan para "relajar" este tipo de vestuario más formal para evitar una cierta seriedad, dando como resultado una indumentaria algo menos formal y más cómoda, sin perder un ápice de elegancia.
Piezas para hombres:
• Americana
• Camisa de vestir con cuello y de manga larga
• Pantalones de vestir
• Zapatos de piel
• Cinturón de piel
• Suéter
• Puede utilizarse pañuelo para dar un toque de autoridad
En cambio no se permiten estas piezas:
• Camisetas
• Cazadoras de piel
• Piezas con logotipos o frases
• Texanos
• Zapatillas deportivas
• Cinturón de tela
Pulseras
• Gorra
Piezas para mujeres:
• Blusas (mangas ¾ o manga corta)
• Vestidos a la rodilla en color liso
• Pantalones de vestir (lana o algodón)
• Blazer o saco (manga larga o mangas ¾)
• Faldas a la rodilla (máximo 2 dedos arriba de esta)
• Zapato de piel (de punta cerrada) o peeptoe
• Botines o botas finas
• Accesorios discretos
Y las piezas no recomendadas son:
• Escotes pronunciados (de pecho y espalda)
• Blusas con tirantes o con hombros a cuerpo descubierto (son casuales)
• Camisetas
• Vestidos de playa
• Vestidos de fiesta
• Minifaldas
• Lentejuelas
• Shorts y bermudes
• Texanos
• Leggins o ropa deportiva
• Sudadera con capucha
• Sandalias para la playa
• Roba muy ajustada
Que es un smart casual?
Cuando el objetivo no es proyectar seriedad ni profesionalismo corporativo, al contrario, una imagen fresca, moderna, dinámica y que proyecta accesibilidad. Sería la versión elegante del código de vestimenta casual. En este caso aparte de todo el que se permite en el business casual también se permiten texanos, pero no rotos y camisetas pero sin logotipos o mensajes ofensivos. También se pueden traer zapatillas que sean más formales.
Así que podemos comprobar que más que nuevas tendencias, en el entorno laboral está de moda un protocolo de vestir relajado y adaptado al talante de la empresa. Sin embargo, sí que hemos presenciado algún intento de crear una imagen más "fashion" del mundo laboral, que por suerte no ha cuajado: Los microtrajes o los vestidos cortos de mangas.
