BabyCatering, el negocio de Roselyn Oliva, es fruto de tres razones: de su experiencia en el marketing gastronómico, su pasión por la cocina –en que también está especializada profesionalmente- y su maternidad. Cuando hace cuatro años su hija, Sophia, empezaba a comer sólido, Oliva quiso profundizar más en qué podía alimentarla mejor y, de manera natural, su experiencia dio a la creación de un negocio que empieza a andar sólidamente.
"Cuando Sophia iba a cumplir seis meses, tenía muchas dudas: si empezar por las frutas, los tubérculos, las hortalizas... y decidí desarrollar un proyecto de la mano de una especialista en nutrición clínica que sirviera para desarrollar el paladar de los más pequeños", explica. La emprendedora confiesa que "no lo hice con la intención de montar ningún negocio, sino que surgió de manera natural".
Cómo ella, otras muchas madres de su entorno se encontraban en idéntica situación y acudían a ella para pedirle consejo. "Cuando eres mamá y vas al parque, voces el que sufren las otras. El tema de las comidas de bebés (desde los seis meses hasta los dos años) es un drama porque los pediatras te dan una hoja a tú y a mil millones de mamás más que dice exactamente el mismo", apunta.
Acompañar los padres y los niños
Para evitar los rechazos, los llantos de los niños, 'el juego del avión' o los vómitos intencionados, Oliva y su socia, la nutricionista Carolina Mijares, han creado BabyCatering, un càtering que viene a cubrir las necesidades de los padres que se ven en la situación extrema de "no sé qué cocinar para mi hijo, nada le gusta pero no quiero darle un 'potito'", matiza Roselyn Oliva. Su objetivo es acompañar a los padres con niños, de entre seis meses hasta los dos años, asesorándolos de manera personalizada, capacitándolos en el proceso de la alimentación, así como en la preparación de comidas ricas, nutritivos y aptos para el bebé.
Su servicio de càtering es el más novetós. El funcionamiento es sencillo: cada semana, las familias hacen el pedido de la semana con los diferentes menús: desde el almuerzo hasta la cena, cinco comidas por cada día.
De momento, la empresa tiene capacidad para enviar hasta 15 pedidos semanales en el domicilio de sus clientes pero están trabajando en la página web porque las peticiones sean online, puesto que a estas alturas se comunican vía WhatsApp o Facebook, donde construyen una comunidad dirigida a madres, padres y embarazadas. A pesar de que depende del que consumen los niños, el precio de cada pedido semanal es de 115 euros. "Aproximadamente es el equivalente al consumo que harían si fueran a comprar los productos al supermercado que tienen que usar para cocinar", explica la emprendedora.
Oliva garantiza que los productos son de primera calidad. "Los productos son totalmente naturales, sin conservantes. El que no usan aquella semana no se podrá usar en otra", apunta. También recorren a los productos locales y de labrador, "puesto que cuando eras grande no puedes garantizar al 100% la calidad del producto", apunta. Los menús se preparan en un centro de producción alimentaria compartido ubicado en Castelldefels, pero su objetivo es establecerse en un local propio. "De momento, somos pequeños, vamos despacio". Tan pequeños como que alguna vez la empresaria atiende las madres a su propia cocina, cocina ella misma los 'potitos' urgentes y atiende a los clientes, uno por uno, desde el móvil.
Además del servicio de càtering, que se puede personalizar según gustos, tendencia y tradiciones culinarias de la familia, BabyCatering ofrece asesoría nutricional culinaria personalizada, talleres de nutrición culinaria para enseñar los padres como cocinar correctamente e ingredientes nutripack, un paquete de ingredientes recomendados en la lista de la compra que se entrega a los padres durante la asesoría nutricional.
Con raíces americanas
"Durante tantos años me he dedicado a decirle a la gente como alimentarse y cómo se desarrollan marcas siempre desde el punto de vista nutricional. Pienso que las empresas, a veces, dejan aparte este tema, que es muy importante, porque al consumidor hay que explicarle por qué tiene que consumir esto y no aquello otro", explica Roselyn Oliva. Una tarea que, según explica, sí que es habitual a las empresas americanas, con las cuales ha trabajado durante años, primero en Venezuela, su país natal, y después en los Estados Unidos.
De hecho, su empresa Marketing Food&Drink tiene sede en Nueva York y ahora en Barcelona, desde donde desarrolla estrategias para empresas de alimentación. "Aquí las marcas se fijan más en el precio que en el contenido, en América los productos trabajan mucho el que hacen, allí el consumidor en quiere más resultados que precio".
"Cuando Sophia iba a cumplir seis meses, tenía muchas dudas: si empezar por las frutas, los tubérculos, las hortalizas... y decidí desarrollar un proyecto de la mano de una especialista en nutrición clínica que sirviera para desarrollar el paladar de los más pequeños", explica. La emprendedora confiesa que "no lo hice con la intención de montar ningún negocio, sino que surgió de manera natural".
Cómo ella, otras muchas madres de su entorno se encontraban en idéntica situación y acudían a ella para pedirle consejo. "Cuando eres mamá y vas al parque, voces el que sufren las otras. El tema de las comidas de bebés (desde los seis meses hasta los dos años) es un drama porque los pediatras te dan una hoja a tú y a mil millones de mamás más que dice exactamente el mismo", apunta.
Acompañar los padres y los niños
Para evitar los rechazos, los llantos de los niños, 'el juego del avión' o los vómitos intencionados, Oliva y su socia, la nutricionista Carolina Mijares, han creado BabyCatering, un càtering que viene a cubrir las necesidades de los padres que se ven en la situación extrema de "no sé qué cocinar para mi hijo, nada le gusta pero no quiero darle un 'potito'", matiza Roselyn Oliva. Su objetivo es acompañar a los padres con niños, de entre seis meses hasta los dos años, asesorándolos de manera personalizada, capacitándolos en el proceso de la alimentación, así como en la preparación de comidas ricas, nutritivos y aptos para el bebé.
Su servicio de càtering es el más novetós. El funcionamiento es sencillo: cada semana, las familias hacen el pedido de la semana con los diferentes menús: desde el almuerzo hasta la cena, cinco comidas por cada día.
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| BabyCatering apuesta por productos frescos de consumo rápido. Cedida |
De momento, la empresa tiene capacidad para enviar hasta 15 pedidos semanales en el domicilio de sus clientes pero están trabajando en la página web porque las peticiones sean online, puesto que a estas alturas se comunican vía WhatsApp o Facebook, donde construyen una comunidad dirigida a madres, padres y embarazadas. A pesar de que depende del que consumen los niños, el precio de cada pedido semanal es de 115 euros. "Aproximadamente es el equivalente al consumo que harían si fueran a comprar los productos al supermercado que tienen que usar para cocinar", explica la emprendedora.
Oliva garantiza que los productos son de primera calidad. "Los productos son totalmente naturales, sin conservantes. El que no usan aquella semana no se podrá usar en otra", apunta. También recorren a los productos locales y de labrador, "puesto que cuando eras grande no puedes garantizar al 100% la calidad del producto", apunta. Los menús se preparan en un centro de producción alimentaria compartido ubicado en Castelldefels, pero su objetivo es establecerse en un local propio. "De momento, somos pequeños, vamos despacio". Tan pequeños como que alguna vez la empresaria atiende las madres a su propia cocina, cocina ella misma los 'potitos' urgentes y atiende a los clientes, uno por uno, desde el móvil.
Además del servicio de càtering, que se puede personalizar según gustos, tendencia y tradiciones culinarias de la familia, BabyCatering ofrece asesoría nutricional culinaria personalizada, talleres de nutrición culinaria para enseñar los padres como cocinar correctamente e ingredientes nutripack, un paquete de ingredientes recomendados en la lista de la compra que se entrega a los padres durante la asesoría nutricional.
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| Fiambrera con productos BabyCatering. Cedida |
Con raíces americanas
"Durante tantos años me he dedicado a decirle a la gente como alimentarse y cómo se desarrollan marcas siempre desde el punto de vista nutricional. Pienso que las empresas, a veces, dejan aparte este tema, que es muy importante, porque al consumidor hay que explicarle por qué tiene que consumir esto y no aquello otro", explica Roselyn Oliva. Una tarea que, según explica, sí que es habitual a las empresas americanas, con las cuales ha trabajado durante años, primero en Venezuela, su país natal, y después en los Estados Unidos.
De hecho, su empresa Marketing Food&Drink tiene sede en Nueva York y ahora en Barcelona, desde donde desarrolla estrategias para empresas de alimentación. "Aquí las marcas se fijan más en el precio que en el contenido, en América los productos trabajan mucho el que hacen, allí el consumidor en quiere más resultados que precio".
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