De campeón local a campeón global

Cinco empresas catalanas como Kantox, Wuaki.tv, Privalia, HolaLuz y Marfeel, que han conseguido el éxito en época de crisis, explican las claves para conquistar el mercado internacional

Ser local y ser global no son dos realidades que se encuentren a los antípodas. Pueden ser complementarias y, normalmente la una es el paso previo de la otra. Ser emprendedor ya no se asocia a ser un loco. Encontrar una compañía que ha nacido en época de crisis, ha superado la recesión creando un negocio de éxito en Cataluña y está ya en el proceso de internacionalización, no es difícil. Este es el caso de cinco start-ups con sede en Barcelona: Kantox, Wuaki.tv, Privalia, HolaLuz y Marfeel.

Son cinco empresas que han cambiado el catalán por el inglés, el japonés, el alemán y cualquiera otro idioma que pida el cliente. Han sustituido los otros proyectos emergentes por la competencia feroz de las grandes empresas. Y han dejado de pensar en 'el reto de ser campeones locales' para focalizar esfuerzos en el 'big challange of becoming global'. Todo un ascenso a una nueva división que no es paso fácil, pero tampoco imposible.

El cierto es que las cinco compañías demuestran que el talento catalán tiene bastante potencial para ganarse el mercado internacional. No hay una fórmula secreta, pero sí un elemento clave: "Nacer como una empresa global". El co-fundador y COO de Marfeel, Juan Margenat, asegura en el marco del 4YFN que su compañía no tiene fronteras y que el equipo cuenta con profesionales de hasta 27 países diferentes –"una clara ayuda para la internacionalización"-, situando así a la lista un primer disparo diferencial de estas compañías de éxito.

Innovación y disrupción al ADN
"Nacimos en Barcelona el 2008 siendo conscientes de los riesgos del sector, pero vimos que había poca gente haciendo esto al mundo y nos lanzamos", relata el fundador y CEO de Wuaki.tv, Jacinto Roca, haciendo valer la importancia de superar el miedo. Una situación similar a la de Kantox, según su CEO, Philippe Hieles, quien relata que tuvieron la valentía suficiente para lanzar "una solución innovadora por el management más trueque que la de los bancos", un competidor difícil de superar y quien esperan, en un futuro, tener como clientes principales desde el rol de proveedores de tecnología.

El caso de Privalia es, posiblemente, el más maduro de todos. Opera al sector la e-commerce desde hace 10 años y podría decir que fue de los primeros a trasladar los escaparates catalanes al mundo digital, y algo más tarde, al mercado global. De hecho, cerca del 27% de sus ingresos provienen de los mercados internacionales, apunta su co-fundador Lucas Carné. Un golpe superado el reto de revolucionar un sector en transformación como era el comercio, ahora quieren consolidar el dispositivo móvil como el canal principal de obtención de clientes.

Pero la etiqueta de innovadores no se consigue sólo con la idea, hace falta también un buen equipo. Así lo defiende Margenat, quien ve la plantilla perfecta como un "equipo con empujón y objetivos". Aun así, porque un trabajador se implique con el proyecto pide un intercambio equivalente: "Todo el mundo puede hacer carrera con nosotros, necesitamos que crezcan con nosotros. La gente trabaja para pasarlo bien; y sólo si se lo pasan bien y los pones en aquello que mejor saben hacer, serán resolutivos". Un apunte que Roca aprovecha para dejar claro que las escuelas de negocios "no enseñan a dirigir ni a gestionar personas", y que esta es una lección que él ha aprendido en los últimos cinco años.

Tener el dinero para crecer
Ser un campeón tanto local como global pide dinero y encontrar financiación no es fácil en ninguna parte. Por eso, Carné señala tener un "negocio en un segmento emergente y con signos de escalabilitat" como el primer factor clave para conquistar los inversores. "Sobre todo si buscas un inversor local", añade, mientras que en el caso de estar buscando capital semilla aconseja "transmitir la pasión y confianza por el proyecto".

Los CEOs explican cómo han acontecido globales en una conferencia al 4YFN. Dan Taylor/Heisenberg Media

Pero nada de todo esto es eficaz si, previamente, no se demuestra que se tiene ambición global y poder al mercado local. En este sentido, el director general de Privalia aboga para ir a paso: "Los inversores buscan pequeños líderes que hayan consolidado el mercado local y sean fuertes para después crecer mundialmente". Ahora bien, todo esto requiere un esfuerzo extra y convertir la busca de dinero en "un segundo trabajo", insiste, de forma que tener un partner o co-fundadores al lado que piensen en la estrategia de negocio.

Hablar idiomas, "una cosa que en España no parece bastante obvia", critica Carné, ser proactivo y tener un equipo creíble y potente son otros de los requisitos que señalan los CEOs como calidades para acontecer compañías internacionales.

Soñar no es ninguna sandez
HolaLuz es otra de las empresas barcelonesas con aspiraciones globales. Todavía no comercializa su energía fuera de España, pero el salto es inminente, y sus aspiraciones ya los han traído a pensar en HolaGas. "Queremos demostrar que la energía alternativa es un mercado posible y atractivo", defiende la co-fundadora y CEO del proyecto, Carlota Pino. Es el mismo objetivo que Pino ya defendió hace cinco años cuando salieron en busca de financiación, recibiendo un resultado inesperado: "Los inversores pequeños y locales sólo quieren reducir tu sueño. Un día ves que han conseguido que esta sea tu visión y te das cuenta finalmente que ya no cruces en el que creías antes".

La solución, por ella, es no dejar de pensar en grande y buscar compañeros de viaje que estén dispuestos a defender las mismas aspiraciones que el equipo fundador. "Quizás tenemos un plan de negocio que avanza a pasos pequeños, pero siguiendo nuestro camino para llegar donde queremos", insiste. Y quien no duda a sumarse a su llamamiento es el CEO de Wuaki.tv: "Piensa en grande, intenta cambiar la industria y encuentra dinero donde sea para conseguirlo".

Y en grande ya piensan las dos compañías. En el caso de Wuaki, con el objetivo de convertirse en una gran empresa del sector con contenidos de producción propia. En el de HolaLuz, "ser tu proveedor de energía y ofrecer dispositivos conectados a casa para gestionar los gastos". "Cuando sepamos que estás ahorrando y eres eficiente, sabremos que lo hemos conseguido", concluye Pino.

Barcelona, ciutat emprendedora
En toda esta historia no se puede obviar que Barcelona es un buen lugar para emprender. Quizás no es Nueva York, Los Ángeles o Boston, pero no es un lugar que tenga que envidiar el territorio norte americano. A la lista de privilegios catalanes, Hieles destaca: "Es más barato que otros países como Francia y el estilo de vida es bueno; también tenemos dinero, calidad de vida, buena movilidad...". Hace falta nada más? Por estos emprendedores, no.
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