"Estoy perdiendo facturación por culpa de la ley"

Octocamvision, la empresa de 'drones' liderada por el emprendedor David Ferré, se consolida como referente de este sector emergente pleno de impedimentos legales, con trabajos aéreos para películas de cine, anuncios de publicidad y el sector industrial

Convertir tu afición en un negocio y que, además, se enmarque en un sector emergente es el sueño de todos los emprendedores. Este es el caso de David Ferré, un ingeniero de 24 años de Sant Cugat del Vallès, que el 2011 fundó el proyecto Octocamvision, juntamente con su socio Bernardo Sá. La empresa se dedica a hacer trabajos aéreos mediante drones para películas de cine, anuncios de publicidad, empresas e industria con la presa de imágenes de altura. Desde entonces, el proyecto no ha parado de crecer y recientemente la empresa ha sido seleccionada por el Pla Embarca de la Generalitat, un programa destinado a start-ups catalanas que facturan menos de 200.000 euros anuales, que proporciona un tutor a los proyectos escogidos con el objetivo de asesorar, replantear la idea de negocio y ayudar a buscar nuevos inversores.

La empresa vallesana ha conseguido hacerse un lugar como referente en el uso de drones en los sectores audiovisual e industrial del país debido a que este negocio tiene poca trayectoria y competencia a casa nuestra. Ahora busca la consolidación en todo España para dar el paso definitivo en otros países. Con sus pocos años de vida, el currículum de la firma catalana ya cuenta con colaboraciones en rodajes de películas españolas destacadas como Anacleto y actualmente está grabando un film que saldrá próximamente pero que quieren mantener en secreto. Persecuciones de coches, vistas generales o paisajes espectaculares son los principales trabajos que se los exige el mercado audiovisual, y de cara a los próximos meses ya se han cerrado tres o cuatro rodajes más. La empresa también participa en un proyecto para mejorar la atención de las emergencias médicas gracias a estos aparatos.

Del garaje de casa a la gran pantalla
"Me fijé con empresas de Drones de Suiza, América y otros países y quedé al·lucinat, pensando que sería una buena idea dedicarme porque, además, ya tenía los conocimientos técnicos. Así que me compré el primero drone a la vez que abría la web como autónomo y el primer año fue llevar", explica Ferré, que tiene la oficina en el centro de Sant Cugat pero guarda los tres tipos de Drones que tiene al garaje de casa, donde empezó este proyecto hace unos años, guiado por su pasión de hacer volar helicópteros teledirigidos. Uno de los tipos de aparatos se usa para televisión, la otra es capaz de cargar cámaras con pes de hasta 4 Kg por cine o publicidad y el tercero tiene hasta una hora de autonomía, capaz de cargar cámaras más técnicas como las térmicas para hacer, por ejemplo, revisiones de estructuras o inspecciones de líneas eléctricas.

"El drone ahorra el uso de una grúa o el helicóptero, ha revolucionado el mundo de la imagen. Normalmente nos piden planes aéreos de baja altura como vistas generales, paisajes o persecuciones de vehículos, a pesar de que esto ya es más complicado porque aquí tienes que coordinar un piloto en un coche apart", explica Ferré sobre las demandas actuales del sector audiovisual. Octocamvision se está consolidando y profesionalizando en el sector en España y Europa y una muestra de esto son las colaboraciones que la empresa ha hecho últimamente en otros países europeos como por ejemplo Alemania e Italia, a pesar de que ahora mismo la prioridad de los dos socios no es precisamente internacionalizarse.

Consolidación en el mercado nacional mirando hacia las empresas
"El objetivo es de aquí a un año abrir una nueva sede en Madrid, establecernos en el mercado nacional a dos años ver y después empezar a marchar fuera, a pesar de que esto no quiere decir que podamos hacer algún trabajo puntual a otros países", asegura Ferré. Sólo empezar, la empresa tuvo la demanda de una importante empresa catalana de cava que quería coger imágenes aéreas de sus viñas. Un trabajo que hizo abrir los ojos a Ferré pensando que quizás otros marcas del ramo querrían el mismo. El sector industrial y la colaboración con empresas es precisamente donde se quiere centrar el negocio de la firma vallesana, con inspecciones periódicas o cartografía, porque esto comporta tener contratos a largo plazo y, en cambio, en el sector audiovisual las contrataciones son más improvisadas y efímeras.

"Uno de los puntos débiles de nuestro negocio es que al no firmar contratos establecidos, no tenemos un dato exacto de facturación, por lo tanto la idea es empezar a centrarnos en el sector industrial para tener más previsiones de ingresos. Hay que hacer las cosas con coherencia ahora que nos estamos consolidando como un referente en al mercado", asegura Ferré. Y es que la empresa de drones cerró el 2014 con una facturación de 80.000 euros y tiene una previsión por este año de cerca de 130.000 euros. Un incremento considerable que certifica la buena ensambladura de Octocamvisio en un sector que cuenta con muy pocas empresas en España. La compañía vallesana ofrece desde hace poco un producto inédito que consiste al sujetar siete cámaras a un drone para tomar fotografías aéreas panorámicas de 360º interactivas y de alta resolución.

Drones para facilitar la efectividad en las emergencias médicas
Actualmente, la empresa vallesana es socia tecnológica de una idea muy innovadora de Dea Drones, un servicio que es fruto de un proyecto final de carrera de un estudiante de Esade. El acuerdo por el proyecto contempla la creación de una red de drones a una ciudad como Barcelona dónde en el caso de un accidente, por ejemplo, de tránsito uno de los aparatos se desplaza rápidamente al lugar de los hechos para dar información a tiempo real al Servicio de Emergencias Médicas (SEM). "Este servicio el que puede hacer es gestionar los recursos adecuadamente, sabiendo qué vehículos y profesionales se tienen que enviar al lugar de los hechos y también permite ser más rápidos, dar mejor atención y ser más precisos en la atención médica", explica Ferré.

No obstante, este proyecto, que se está llevando a cabo con el SEM y que se expuso con éxito al Smart City Congress de Barcelona, es tan sólo un propósito que hoy por hoy no puede ser una realidad debido de a los impedimentos legales puesto que los drones sólo pueden volar en lugares concretos que estén regulados. "En Barcelona está totalmente prohibido volar estos aparatos pero en pocos meses y habrá una nueva normativa más flexible. Hoy por hoy, si nos dicen de rodar a un lugar a menudo tenemos que decir que no y estoy perdiendo facturación por culpa de la ley porque del contrario ganaríamos más dinero", apunta Ferré.

Un proyecto que se encuentra en fase embrionaria y que también tiene una carencia de recursos técnicos y económicos pero que si sale adelante podría revolucionar el sector. Esta sería la consolidación definitiva de Octocamvision que sigue su camino de éxitos. "Mi caso es gratificante y satisfactorio, y mientras se esté convencido de salir adelante el negocio propio todo irá saliendo bien poco a poco porque con ganas y esfuerzo se pueden conseguir las cosas", concluye Ferré.

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