Mine porquets catalanes para la investigación biomédica

Specific Pig es una start-up que cria e investiga con cerdos enanos, el que permite reducir los costes de mantenimiento y facilitar la manipulación del animal

Hasta hace poco sólo había una empresa en toda Europa que suministrara cerdos enanos –seleccionados genéticamente- para la investigación biomédica. Ahora, pero, hay dos: la primera, situada en Dinamarca; la segunda, mucho más cerca de nosotros, al  Prado de Llobregat. Hablamos de Specific Pig (Specipig), una start-up participada por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) y que está concebida como "un centro de cría e investigación biomédica especializada en el modelo porcino". Es la definición que hace el CEO de la compañía, Jaume Amat, quien explica a VIAempresa qué es el funcionamiento del proyecto.

Un servicio único al mercado
"Tenemos dos grandes patas: criamos y mantenemos el porquet con nuestra propia genética y tenemos la capacidad para realizar los estudios que pueden necesitar otros espacios de investigación o laboratorios", explica Amat, quienes remarca que esto los hace diferenciarse de la competencia porque "o crian u ofrecen servicios, pero no todo a la vez".

Este servicio integral que dan tiene otro plus, y es que la línea de cerdos en miniatura es un modelo propio, es decir, específicamente catalán. Un sello único que los hace desmarcarse todavía más de Ellegard, la compañía de Dinamarca que opera en el sector, y las otras tres que hay en el mundo –en Singapur, la China y los Estados Unidos .

En paralelo a los porquets, llevan una segunda línea de cerdos convencionales, criados en unas condiciones que aseguran la seguridad sanitaria del animal y la ausencia de enfermedades.

Hacer más eficiente la investigación
El cerdo es un animal cada vez más demandado por la investigación biomédica todo y las desventajas que presenta. "Cuando es adulto, pesa más de 200 kg y se hace difícil trabajar con ellos", ejemplifica, y sigue la enumeración diciendo que su alimentación es cara y que las dimensiones hacen también aumentar los gastos del material y recursos.

En este sentido, cambiar un animal de estas medidas con otro de igual características genéticas, pero a pequeña escala, facilita el trabajo. Un minipig pesa alrededor de 35 kg y, por lo tanto, se reducen los costes y se hace menos pesada su manipulación.

Y la eficiencia también se tiene que poder trasladar al ámbito económico. Aquí Specipig tendría que situarse borde los 500 euros, una cifra lejana a los más de 1.400 euros con el cual se comercializa ahora, una partida a la cual se tiene que sumar el transporte del animal desde la empresa donde lo crian.

Con estos números sobre la mesa, Amat explica que aspiran a alcanzar el mercado español y a cerrar el 2016 con una facturación que se acerque a los dos millones de euros.

De momento los minipigs catalanes no están oficialmente al mercado. "Todavía necesitamos 18 meses para acabar un programa de desarrollo genético para poder tener nuestra propia línea", subraya Amat. Aun así, el CEO señala que ya se han destinado a proyectos locales algunos de los ejemplos que han criado y que los otros se han quedado en su centro de cría para seguir con el programa.

Sinergias dentro del tejido científico
Specific Pig dispone de unas instalaciones preparadas para la investigación biomédica, incluido un quirófano experimental. Aquí se hacen todas las investigaciones, incluido las que lleva a cabo Rob Surgical System, una colaboración básica para el desarrollo tanto de las dos compañías.

Rob Surgical System ha montado un nuevo robot quirúrgico más completo y competitivo. Tiene una singularidad, según Amat, también CEO de esta compañía, y es que es "un dispositivo médico de casa nuestra y pionero". Tanto pionero que ya han recibido al consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell a las instalaciones del Prat del Llobregat para reconocer la tarea de las dos compañías.

El robot tiene que pasar ahora el proceso de validación del sistema, una parte donde Amat detalla que se tiene que hacer un "testeig con modelos experimentales de cerdos". También se ha "de homologar para los mercados europeos y norteamericano", añade.

Financiación pública y privado
El dinero salieron en sus inicios, como otros muchos casos, de las tres 'f' –friends, family and fools-, de propio y de un préstamo participativo de Enisa y otro de capital risk. Hasta ahora se han invertido 425.000 euros, pero esperan levantar 450.000 euros más de una tercera ronda de financiación.

Esta nueva inversión se destinará a seguir desarrollando la línea de minipigs y a mejorar las instalaciones, crear una estructura de equipo y personal cualificado, entre otros objetivos específicos dentro de las investigaciones.

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