Por mucho que la tecnología esté desbancando las herramientas analógicas, más del 90% de los universitarios todavía prefiere tomar apuntes sobre papel. Este es el resultado de una encuesta elaborada por la start-up Notebloc, de la cual también se desprende que la "hibridación entre tomar notas a mano y los métodos digital –como tomar fotografías de los power points- es la tendencia", asegura Maria Trullàs.
Trullàs y Bente Malmberg son las fundadoras del proyecto, que consiste a ofrecer libretas de manera gratuita a las universidades catalanas y sus estudiantes. La particularidad de estos bloques de notas es que incluye ofertas y descuentos y que los alumnos pueden escanear los apuntes con una app para compartirlos con sus compañeros.
La empresa trae en marcha dos años y ya cuenta con una red de casi 160.000 estudiantes de varias universidades de Cataluña.
Una libreta tecnológica
Las páginas de las libretas tienen dos particularidades. Por un lado, las páginas son de 80 gramos – la mayoría son de 70 gramos- y de color gris con la cuadrícula blanca, "un tipo de cuadrícula muy habitual en el Reino Unido porque es cómodo, se ve bien el texto y si haces una fotocopia, saca el fondo y te quedas con el texto. En España no hay nadie más que haga el papel gris", detalla Malmberg.
El otro elemento que la hace destacar es que cada uno de los vértices tiene un marcador en forma de cuadrado que varía en función de sí es la página izquierda o la derecha de la libreta.
Estos elementos son los que facilitan que el app desarrollada por Notebloc escanee, mediante una foto, los apuntes. "La aplicación detecta la hoja aunque se tome la imagen con perspectiva", subraya Trullàs, "el gris y el blanco permiten sacar toda la afectación de luz y dejar después la fotografía sin fondo, como si el original fuera blanco". Gracias a este procedimiento, los estudiantes pueden compartir o imprimir los apuntes y evitar que salgan con alguna deficiencia.
La imagen tanto puede ser guardada en la carpeta de documentos del usuario como ser enviada por WhatsApp, e-mail, Facebook o cualquier plataforma que se tenga instalada el teléfono móvil. Así, el intercambio de apuntes se hace "como se ha hecho toda la vida", remarca Trullàs recordando sus años de universidad, puesto que, por muchos apuntes que haya a Internet, siempre se acaban pidiendo "a la gente de confianza".
Trabajo de final de estudios
Notebloc es el resultado del trabajo de final de los estudios en empresariales de Malmberg . Su contacto con Trullàs fue un poco "casual". Según explica a VÍA Emprendida, el profesor que tutorizaba el proyecto le recomendó que hablara con ella, quien no dudó al sumarse al ver el plan de negocio.
Inicialmente, el objetivo era regalar libretas con patrocinio de marcas, pero después vieron que la cosa no acababa de funcionar. Para Malmberg, elp as importante se ha hecho este curso 2015-2016, tercer septiembre que enfrenta esta start-up: "Este año tenemos una libreta con un valor añadido. Esto nos ha permitido pasar de los 18.000 estudiantes a los cuales llegamos el 2013 a lograr casi 160.000 este 2015".
Quién inspiró este gran salto es el diseñador Ricard Bosch. Las creadoras de Notebloc vieron un dibujo a Instagram hecho en una de sus primeras libretas y los gustó, por eso se pusieron en contacto. "En Ricard nos dijo que esta cuadrícula le iba bien para dibujar", añade Malmberg, quien recuerda que estos profesionales después pasan los trabajos a Photoshop para retocarlos y que entonces sí que pueden resultar molestos estos cuadros que antes eran útiles. Ahora, con las nuevas páginas y la app, escanear la imagen y exportarla al ordenador o el móvil es mucho más fácil.
La base del negocio
Hasta ahora, la empresa se ha sostenido por los ingresos obtenidos a partir de la publicidad. La primera marca que confió en Notebloc fue Levi's, el que los ayudó a convertirse en un gran escaparate por todas aquellas empresas que tienen los jóvenes como el target principal.
Cada universidad puede personalizar la tapa de la libreta. aparece el nombre y logo, como si se tratara de la clásica carpeta corporativa que lucen año tras año los universitarios. Por eso, las empresas también tienen la capacidad de escoger en qué libretas quieren aparecer, "no es el mismo la UPC que la URL, ni una carrera de letras ante una de ciencias", pone como ejemplo Trullàs.
Cuando buscaron los primeros patrocinadores, la co-fundadora recuerda que iban con una libreta con espacios en blanco donde ponía "Aquí irá tu publicidad". Por eso, asegura que la inversión inicial ha sido "más en tiempo que en dinero, puesto que no teníamos que desarrollar un producto o una tecnología concreta". Después de dos años en marcha, Trullàs arrecia que obtienen suficientes ingresos para cubrir los costes y cuantifica en 150.000 euros la facturación que esperan lograr este año con esta línea de negocio.
Buscar nuevos horizontes
"No podemos compararnos con MiquelRius, nuestras libretas no son competitivas en precios, pero el app nos ha permitido aportar algo diferente y queremos aprovechar el hecho que los estudiantes nos buscan para vender el producto en las tiendas", explica Trullàs, quienes justifica así que el retail sea uno de los objetivos que se marcan a corto plazo.
En este sentido, Malmberg deja claro que no pueden optar a recortar costes enviando la producción en la China, donde dice que se hacen gran parte de las libretas. "Nosotros no lo podemos hacer por tema de tiempo y transporte", añade. Su papel gris es de la catalana Torras Papel, mientras que la encuadernación se hace en Madrid.
En cuanto a diversificar, también han puesto los ojos sobre la distribución B2B: "La libreta da un plus de innovación y, además, trae un logo. Es ideal porque los trabajadores vayan conb locs de notas corporativos, para trabajar el branding".
Mientras amplían horizontes con productos, paralelamente plantean la expansión en Madrid. Trullàs cree que el salto se hará el próximo curso 2016-2017 y que esto los ayudará a crecer exponencialmente.
Trullàs y Bente Malmberg son las fundadoras del proyecto, que consiste a ofrecer libretas de manera gratuita a las universidades catalanas y sus estudiantes. La particularidad de estos bloques de notas es que incluye ofertas y descuentos y que los alumnos pueden escanear los apuntes con una app para compartirlos con sus compañeros.
La empresa trae en marcha dos años y ya cuenta con una red de casi 160.000 estudiantes de varias universidades de Cataluña.
Una libreta tecnológica
Las páginas de las libretas tienen dos particularidades. Por un lado, las páginas son de 80 gramos – la mayoría son de 70 gramos- y de color gris con la cuadrícula blanca, "un tipo de cuadrícula muy habitual en el Reino Unido porque es cómodo, se ve bien el texto y si haces una fotocopia, saca el fondo y te quedas con el texto. En España no hay nadie más que haga el papel gris", detalla Malmberg.
El otro elemento que la hace destacar es que cada uno de los vértices tiene un marcador en forma de cuadrado que varía en función de sí es la página izquierda o la derecha de la libreta.
Estos elementos son los que facilitan que el app desarrollada por Notebloc escanee, mediante una foto, los apuntes. "La aplicación detecta la hoja aunque se tome la imagen con perspectiva", subraya Trullàs, "el gris y el blanco permiten sacar toda la afectación de luz y dejar después la fotografía sin fondo, como si el original fuera blanco". Gracias a este procedimiento, los estudiantes pueden compartir o imprimir los apuntes y evitar que salgan con alguna deficiencia.
La imagen tanto puede ser guardada en la carpeta de documentos del usuario como ser enviada por WhatsApp, e-mail, Facebook o cualquier plataforma que se tenga instalada el teléfono móvil. Así, el intercambio de apuntes se hace "como se ha hecho toda la vida", remarca Trullàs recordando sus años de universidad, puesto que, por muchos apuntes que haya a Internet, siempre se acaban pidiendo "a la gente de confianza".
Trabajo de final de estudios
Notebloc es el resultado del trabajo de final de los estudios en empresariales de Malmberg . Su contacto con Trullàs fue un poco "casual". Según explica a VÍA Emprendida, el profesor que tutorizaba el proyecto le recomendó que hablara con ella, quien no dudó al sumarse al ver el plan de negocio.
Inicialmente, el objetivo era regalar libretas con patrocinio de marcas, pero después vieron que la cosa no acababa de funcionar. Para Malmberg, elp as importante se ha hecho este curso 2015-2016, tercer septiembre que enfrenta esta start-up: "Este año tenemos una libreta con un valor añadido. Esto nos ha permitido pasar de los 18.000 estudiantes a los cuales llegamos el 2013 a lograr casi 160.000 este 2015".
Quién inspiró este gran salto es el diseñador Ricard Bosch. Las creadoras de Notebloc vieron un dibujo a Instagram hecho en una de sus primeras libretas y los gustó, por eso se pusieron en contacto. "En Ricard nos dijo que esta cuadrícula le iba bien para dibujar", añade Malmberg, quien recuerda que estos profesionales después pasan los trabajos a Photoshop para retocarlos y que entonces sí que pueden resultar molestos estos cuadros que antes eran útiles. Ahora, con las nuevas páginas y la app, escanear la imagen y exportarla al ordenador o el móvil es mucho más fácil.
La base del negocio
Hasta ahora, la empresa se ha sostenido por los ingresos obtenidos a partir de la publicidad. La primera marca que confió en Notebloc fue Levi's, el que los ayudó a convertirse en un gran escaparate por todas aquellas empresas que tienen los jóvenes como el target principal.
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| Nostrum es una de las empresas que se publicita a las libretas. Notebloc. |
Cada universidad puede personalizar la tapa de la libreta. aparece el nombre y logo, como si se tratara de la clásica carpeta corporativa que lucen año tras año los universitarios. Por eso, las empresas también tienen la capacidad de escoger en qué libretas quieren aparecer, "no es el mismo la UPC que la URL, ni una carrera de letras ante una de ciencias", pone como ejemplo Trullàs.
Cuando buscaron los primeros patrocinadores, la co-fundadora recuerda que iban con una libreta con espacios en blanco donde ponía "Aquí irá tu publicidad". Por eso, asegura que la inversión inicial ha sido "más en tiempo que en dinero, puesto que no teníamos que desarrollar un producto o una tecnología concreta". Después de dos años en marcha, Trullàs arrecia que obtienen suficientes ingresos para cubrir los costes y cuantifica en 150.000 euros la facturación que esperan lograr este año con esta línea de negocio.
Buscar nuevos horizontes
"No podemos compararnos con MiquelRius, nuestras libretas no son competitivas en precios, pero el app nos ha permitido aportar algo diferente y queremos aprovechar el hecho que los estudiantes nos buscan para vender el producto en las tiendas", explica Trullàs, quienes justifica así que el retail sea uno de los objetivos que se marcan a corto plazo.
En este sentido, Malmberg deja claro que no pueden optar a recortar costes enviando la producción en la China, donde dice que se hacen gran parte de las libretas. "Nosotros no lo podemos hacer por tema de tiempo y transporte", añade. Su papel gris es de la catalana Torras Papel, mientras que la encuadernación se hace en Madrid.
En cuanto a diversificar, también han puesto los ojos sobre la distribución B2B: "La libreta da un plus de innovación y, además, trae un logo. Es ideal porque los trabajadores vayan conb locs de notas corporativos, para trabajar el branding".
Mientras amplían horizontes con productos, paralelamente plantean la expansión en Madrid. Trullàs cree que el salto se hará el próximo curso 2016-2017 y que esto los ayudará a crecer exponencialmente.
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