Urbanpreneur, la ciudad como inspiración

La concentración cada vez más grande de población a las urbes las sitúa como el lugar ideal para desarrollar nuevos proyectos que resuelvan los problemas de la masificación

"La ciudad ha pasado de ser un contenedor donde la gente trabaja y vive; a ser un espacio de oportunidades para los emprendedores e innovadores de buscar soluciones en los problemas". Así lo asegura Pilar Conesa, directora de la Smart City World Congress en una jornada sobre emprendeduría en las ciudades organizada por Acción. "La tecnología facilita hacerlo de forma más rápida y que gente sin estructura pueda abordar estos problemas", dice Conesa.

En un mundo donde la población se concentra cada vez más en las ciudades, esto supone un reto mayúsculo para su organización. El profesor de Eada Boyd Cohen, especialista en emprendeduría, innovación, sostenibilidad y smart cities, lo ha recogido al libro The Emergence of the Urban Entrepreneur; donde analiza como las nuevas dificultades en las que se encuentran las ciudades pueden ser un buen caldo de cultivo para los emprendedores.

Cohen señala tres factores básicos que convergen a la hora de explicar por qué las ciudades son ya el mejor emplazamiento para la emprendeduría y la innovación: la urbanización, la democratización de los recursos y la colaboración. "Cada día más gente se traslada a las ciudades, hecho que propicia crisis de demanda por la gran necesidad de vivienda, energía o transporte", indica. "No lo pueden solucionar suelas y los emprendedores locales pueden ayudar", asegura convencido.

En cuanto a la democratización de los recursos, Cohen evidencia que "cada día las herramientas de innovación llegan además gente". Una facilidad de acceso a las tecnologías que, conviviendo unos junto a los otros, permite que "en el conjunto se genere un ambiente fértil en la ciudad".

Compartir para crecer
"La colaboración tiene que permitir encontrar soluciones en problemas locales. El Public Private Partnership tiene que incluir dos P más: People y Profesores", dice Cohen. Al fin y al cabo, el objetivo es convertir debilidades en oportunidades de negocio con desarrollo local. El profesor norteamericano residente en Barcelona lamenta que "todavía tenemos la visión que la emprendeduría y la innovación requieren patentes y capital riesgo. Pero no se puede medir la innovación urbana con la inversión que recibe la ciudad, es un modelo muy norteamericano".

Según él, el modelo en ciudades no depende tanto del capital riesgo: "Tenemos coworking o fablabs . No todo el mundo necesita capital riesgo. Muchas grandes empresas están entregando sus patentes a la competencia, como Toyota, porque no lo podrán aprovechar si no hay otros agentes al mercado que también lo trabajan", recuerda.

Por Cohen, el que hace interesantes las ciudades para los emprendedores es que son densas. "Hay artistas, tecnólogos, empresarios, cultura, buena oferta de comer, etc. Pero también hay emprendedores cívicos que quieren solucionar los problemas de su barrio o ciudad".

"La ciudad tiene que ser contributiva, no sólo obtener rendimientos locales, sino producir soluciones que se puedan aprovechar en otras ciudades porque tenemos retos muy similares", añade Albert Cañigueral, de Ouishare Barcelona. "Tenemos que ir más allá de las métricas económicas para ver el impacto social y medioambiental", reivindica.

En este movimiento, Cohen destaca que las ciudades europeas están más muy posicionadas que las de los Estados Unidos. "Están más muy diseñadas, son smart, tienen más infraestructuras soft, redes más seguras, dependen menos del capital riesgo y tienen mejores políticas de inmigración", resume. De hecho, asegura que el traslado hacia las ciudades también está afectando la meca de la emprendeduría. "San Francisco ya capta más que Silicon Valley porque cada vez menos gente quiere vivir en un lugar así. Nadie preferiría vivir a Silicon Valley antes de que en Barcelona. No puedes ir en ninguna parte y todo es carísimo".

Hacia la smart city 3.0
Por Boyd Cohen hemos vivido una evolución de las smart cities. En un primer momento había lo tech push de las grandes empresas multinacionales "que querían reposicionar sus tecnologías que ya venían al sector privado y venderlas al sector público". Ahora bien, vender en las ciudades no es una venta B2B. Esta tensión es el que, a su parecer, ha conducido a la smart city 2.0, donde las ciudades "no pueden esperar que las multinacionales los vendan el que ellas quieran. Hay que tener una visión de donde quieres traer la ciudad y qué soluciones te pueden ayudar a lograr las metas". Un modelo que requiere liderazgo municipal, y donde "Barcelona ha sido un referente".

El experto apunta ahora la formación de las smart cities 3.0, donde el que hay es la cocreació con la ciudadanía. "Hay un poco de todo: innovaciones tecnológicas de grandes empresas y de ciudadanos". Ahora bien, Cohen reivindica una solución conjunta entre la segunda y la tercera versión. "Sin el liderazgo municipal de la 2.0, con una visión y compromiso del alcalde y varias inversiones, no puede haber tanto de efecto de la cocreació ciudadana", reclama.
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