"El usuario español es el más activo que existe ahora mismo en las redes. Le gusta cotillear, ver qué hay al suyo cercando y crear contenido, sobre todo si es joven. Sube una media de 15 vídeos en un día". Este es el disparo característico que Adrián Doménech ha descubierto recientemente con Vitcord y que está intentando explotar para poder situar algún día su red social al nivel de Instagram, Snapchat o Twitter.
El valenciano es el fundador y CEO de la startup, nacida el 2015, y participante del programa de aceleración NUMA Barcelona. Según Doménech, se trata de una plataforma que une sus usuarios a través de vídeo colaborativos: "Diariamente compartimos vídeos, se crean y se suben a la nube porque tienen algún motivo para ser compartidos. Vitcord nace para grabar vídeos de acontecimientos, retos o cosas cotidianas porque se difundan y crezcan con la colaboración de todos". Así, cuando un usuario cuelga una cápsula audiovisual en la red, un segundo y tercer usuario pueden complementarla con sus grabaciones.
La figura del cocreador
La red social nace con el ánimo de dar prioridad al contenido por encima del usuario. "El que importa es la calidad, nuestra popularidad como creadores irá en función de la del vídeo, no del número de seguidores", detalla el CEO. Cómo mejor sea en contenido y forma, más interacciones tendrá y más usuarios se engancharán a la rueda de ampliarlo con sus propuestas. O dedo en palabras de Doménech, "en función de la capacidad creativa del vídeo, la comunidad reaccionará, construirá y colaborará con él".
Aquí es donde se ve la principal diferencia entre Vitcord y las otras plataformas sociales. Si a Youtube o Instagram hay la figura del creador y del consumidor, a la red valenciana hay una tercera: el cocreador. "Es una persona que crea contenidos después de que otro lo haya hecho, porque se siendo identificado y cruz que puede aportar algo más. Quizás otro punto de vista del mismo acontecimiento o quizás se añade al reto", explica.
En sólo tres meses, el cofundador afirma que han pasado de 1.200 a 100.000 usuarios. De estos, asegura que casi el 42% son creadores de contenidos, una cifra que quiere que crezca hasta el 50% gracias a la "capacidad de inspirar" que tiene la plataforma. "Los nuestros no son usuarios que se sienten como dioses por redes como Instagram, donde queremos ser los más guapos y tener muchos likes, sino que son personas que quieren motivar los otros y tener interacción", apunta para diferenciar su proyecto.
Otro disparo diferencial de los usuarios de Vitcord es la edad. Mayoritariamente se encuentran entre los 14 y los 19 años y Doménech dice de ellos que son personas que "no están en otras redes o están a la sombra porque no pueden ser protagonistas".
Entre personalidades influyentes
El secreto de su crecimiento en los últimos meses se explica por su paso por la aceleradora de Barcelona. El CEO lo valora como una "etapa clave donde se han establecido relaciones con potenciales inversores a los cuales no habrían tenido acceso antes". Sin querer decir nombres, afirma que tienen personalidades que han impulsado el crecimiento de Twitter o Tuenti y apoyo de capital extranjero, todo con "un perfil mix que aporta capital, una buena red de contactos y conocimiento".
Así es cómo han podido cerrar recientemente una ronda de financiación de 750.000 euros, la cifra más elevada de las startups que forman parte de NUMA. Su objetivo es consolidar los primeros mercados donde tienen usuarios y crecer en México, Chile, Argentina, el Brasil, Filipinas y el Reino Unido, aumentar los índices de retención, y potenciar el business intelligence. También prevén trabajar en el modelo de monetització, una estrategia que el CEO afirma que ya tienen entre manso el equipo – de nueve personas- y los inversores, y que actualmente tiene como base de negocio su base de datos de usuarios.
El valenciano es el fundador y CEO de la startup, nacida el 2015, y participante del programa de aceleración NUMA Barcelona. Según Doménech, se trata de una plataforma que une sus usuarios a través de vídeo colaborativos: "Diariamente compartimos vídeos, se crean y se suben a la nube porque tienen algún motivo para ser compartidos. Vitcord nace para grabar vídeos de acontecimientos, retos o cosas cotidianas porque se difundan y crezcan con la colaboración de todos". Así, cuando un usuario cuelga una cápsula audiovisual en la red, un segundo y tercer usuario pueden complementarla con sus grabaciones.
La figura del cocreador
La red social nace con el ánimo de dar prioridad al contenido por encima del usuario. "El que importa es la calidad, nuestra popularidad como creadores irá en función de la del vídeo, no del número de seguidores", detalla el CEO. Cómo mejor sea en contenido y forma, más interacciones tendrá y más usuarios se engancharán a la rueda de ampliarlo con sus propuestas. O dedo en palabras de Doménech, "en función de la capacidad creativa del vídeo, la comunidad reaccionará, construirá y colaborará con él".
Aquí es donde se ve la principal diferencia entre Vitcord y las otras plataformas sociales. Si a Youtube o Instagram hay la figura del creador y del consumidor, a la red valenciana hay una tercera: el cocreador. "Es una persona que crea contenidos después de que otro lo haya hecho, porque se siendo identificado y cruz que puede aportar algo más. Quizás otro punto de vista del mismo acontecimiento o quizás se añade al reto", explica.
En sólo tres meses, el cofundador afirma que han pasado de 1.200 a 100.000 usuarios. De estos, asegura que casi el 42% son creadores de contenidos, una cifra que quiere que crezca hasta el 50% gracias a la "capacidad de inspirar" que tiene la plataforma. "Los nuestros no son usuarios que se sienten como dioses por redes como Instagram, donde queremos ser los más guapos y tener muchos likes, sino que son personas que quieren motivar los otros y tener interacción", apunta para diferenciar su proyecto.
Otro disparo diferencial de los usuarios de Vitcord es la edad. Mayoritariamente se encuentran entre los 14 y los 19 años y Doménech dice de ellos que son personas que "no están en otras redes o están a la sombra porque no pueden ser protagonistas".
Entre personalidades influyentes
El secreto de su crecimiento en los últimos meses se explica por su paso por la aceleradora de Barcelona. El CEO lo valora como una "etapa clave donde se han establecido relaciones con potenciales inversores a los cuales no habrían tenido acceso antes". Sin querer decir nombres, afirma que tienen personalidades que han impulsado el crecimiento de Twitter o Tuenti y apoyo de capital extranjero, todo con "un perfil mix que aporta capital, una buena red de contactos y conocimiento".
Así es cómo han podido cerrar recientemente una ronda de financiación de 750.000 euros, la cifra más elevada de las startups que forman parte de NUMA. Su objetivo es consolidar los primeros mercados donde tienen usuarios y crecer en México, Chile, Argentina, el Brasil, Filipinas y el Reino Unido, aumentar los índices de retención, y potenciar el business intelligence. También prevén trabajar en el modelo de monetització, una estrategia que el CEO afirma que ya tienen entre manso el equipo – de nueve personas- y los inversores, y que actualmente tiene como base de negocio su base de datos de usuarios.
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