Wonderbox, la caja de los sueños

La compañía francesa de cofres de experiencia logra el liderazgo del sector en España con 800.000 unidades vendidas el 2014

El año 2005 Bertile Burel y James Blouzard volvieron a Francia después de su luna de miel cercando por el mundo. Se acercaba la Navidad, no tenían trabajo y la locura colectiva para comprar regalos los animó a crear su propia empresa. "Queríamos que la gente pudiera hacer regalos con experiencias como las que habíamos tenido viajante", explica Bertile Burel a VÍA Emprendida.

Así nacía Wonderbox, que el 2014, con su cuadragésima de cofres, ya lideró el sector en España con una cuota de mercado cercana al 30%, más de 800.000 cofres vendidos y una facturación de más de 19 millones de euros.

La experiencia de la experiencia
Según los datos del estudio cuantitativo de Action Plus, un 76% de los compradores de cofres de experiencias en España son mujeres, la mayoría menores de 35 años. Compran los cofres para regalar, en un 41% de los casos, a sus padres; con un ticket mediano superior a los 80 euros.

Burel explica que la diferencia principal de Wonderbox con otras empresas del sector es "haber trabajado mucho sobre la calidad de los servicios que ofrecemos. El más importante es tener muchas opciones dentro de cada cofre para poder tener disponibilidad y no necesitar ir mucho lejos de donde vivos". La fundadora de la empresa, que trae varios años viviendo en Barcelona, explica que han diseñado un sistema de puntuación de los proveedores para quedarse con los mejores. "Tenemos 95% de satisfacción, un dato vital en el sector servicios", apunta.

La buena relación con los proveedores de experiencias es clave en este mercado, y Burel destaca que el primero que hay que hacer para mantenerla es pagarlos a tiempo. "No trabajan a cambio de nada, y se los tiene que pagar al día. Pagamos cada dos semanas, es muy rápido. Casi no tienen tiempo de enviarnos el cupón que ya los hemos pagado", asegura.

Además, una parte de los más de 200 colaboradores de Wonderbox se dedica precisamente a mantener una buena relación con los proveedores. "Los trucan y los van a ver a menudo. También hacemos fiestas donde los invitamos cada año, y cuando tenemos un comentario en el web le enviamos al proveedor porque sepa qué piensan los clientes sobre ellos y puedan mejorar el servicio o celebrar que es bueno", relata la fundadora de la empresa.

Un mercado navideño
Prácticamente la mitad de las ventas de cofres de experiencias se producen durante la Navidad. "Es un momento muy importante por nosotros porque es complicado huir del estacionalitat. En ninguno otro momento del año se hacen tantos regalos como por Nadal", evidencia Burel. "Cada día hay aniversarios y fiestas, pero es normal que vendamos más durante la Navidad, no podemos ir en contra de esto", asegura.



Las escapadas de fin de semana a los hoteles son las experiencias con más salida. "Es una experiencia de libertad y a la gente le gusta salir y huir de la rutina", indica Burel; que constata como los productos de aventura son los que cuestan más de vender. "A la gente le hace más miedo lanzarse en paracaídas", ironiza Burel.

En medio del fervor de compras navideñas, diferenciarse de la competencia es clave porque el comprador distinga la marca. "El más esencial es el diseño del cofre, que es negro. Dentro y fuera de la caja intentamos hacer evidente que somos realizadores de sueños", dice Bertile Burel.

El marketing y la publicidad también son importantes en este aspecto, un campo que Wonderbox ha trabajado con insistencia desde el 2000 con varias campañas a la televisión y a la prensa escrita.
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