Los retos de la empresa 2.0

Las compañías tienen que adaptar su cultura y organización interna para convertirse en un negocio digital

Tener una página web corporativa y un perfil en las redes sociales no hace de una compañía una empresa 2.0. Esto es un mito y hay que hacerlo caer, "porque no es un reto tecnológico, sino que es un reto de gestionar el cambio y de trabajar de una forma más colaborativa, relacional, transversal y transparente", define la directora general de Human Capital a Íncipy, Mireia Estertor (@mranera). Y la transición pasa por dos elementos: la organización e integración del personal en la nueva cultura, y la aplicación de herramientas digitales para las rutinas de producción diarias.

Liderar el cambio desde recursos humanos
Para Estertor, "los recursos humanos son el factor clave para liderar la transformación de las organizaciones al entorno digital". Ni el director, ni los valores corporativos, la plantilla es el elemento principal. El problema que la experta en gestión del personal identifica es que las compañías "están acostumbradas a trabajar comunicante, pero no a compartir información y relacionarse con otra gente que no es parte de su día a día. Se tiene que aprender a trabajar en un entorno más transversal y colaborativo".

Toda esta filosofía rompe con las jerarquías establecidos y genera el que la responsable de Íncipy considera un "líder más cercano, más abierto y más accesible". Deja de ser una figura distante y a quién pocos conocen para pasar a convertirse en una persona más a quién consultar las dudas y ver con una actitud participativa. Las nuevas plataformas, pues, "son una palanca para introducir una cultura más cercana", concluye Estertor.

Crear marca con los trabajadores
El siguiente paso es tomar conciencia de la employer branding. "Tanto el compromiso de los trabajadores, como el hecho de ser una empresa atractiva y atraer el talento, han dejado de depender de los canales tradicionales como Infojobs o las ofertas a la prensa", desmiente Mireia Estertor, "el que ahora vale es saber que los empleados son marca y que están en las redes sociales". Ellos son los que transmiten los valores, la cultura y la compañía, por el que se tiene que gestionar una estrategia interna que los haga sentir orgullosos de formar parte y ser un punto de atracción por nuevos talentos.

Ofrecer actividades de formación y orientación sobre el uso de las redes a nivel profesional es una buena herramienta para potenciar este aspecto. En este sentido, Estertor quiere hacer ver que, por muy intuitivas que puedan ser las redes sociales, el usuario no está habituado a darle un uso profesional y de prescripción de la empresa.

Además de ver las redes como un instrumento de promoción, también se tienen que entender como una vía para mejorar la productividad y optimizar las tareas diarias. Por lo tanto, la formación también tiene que incluir una parte de especialización que ayude a los profesionales a incorporar estos elementos en su día a día y en sus tareas específique.

Mejorar la productividad con herramientas 2.0
Qué herramientas pueden ser útiles? Esta es la primera pregunta que hay que formular para iniciar la transformación hacia una empresa 2.0. Una de las más recorriendo, según el director de proyectos de MIC Productivity y profesor de EADA, Ramon Costa (@RamonCosta), es Yammer, la red corporativa de Microsoft. Costa considera que estas plataformas son el punto fundamental en el cual se basan las compañías 2.0 porque permiten centralizar las conversas del personal en un mismo espacio; ponerlo al alcance de cualquier proceso que pueda requerir la consulta de algún detalle o comentario que se hiciera con anterioridad; e identificar y compartir todo el conocimiento y experiencia que los usuarios tienen para resolver dudas y mejorar las actividades que se están llevando a cabo dentro de la compañía.

Junto con estas plataformas, las wikis son un segundo instrumento adecuado para recoger el conocimiento colectivo. Según el especialista, "se está extendiendo su uso como manual de bienvenida, lista de preguntas frecuentes o documento normativo porque reúnen información genérica sobre un tema y la ponen al alcance de cualquiera. Toda la plantilla lo puede ver y contribuir y en la elaboración.

Los blogs, por su parte, "fortalecen y facilitan la comunicación interna entre departamentos y dentro de la corporación", señala el director de Mic Productivity. Si la compañía en su totalidad tiene acceso, puede generar y leer el contenido. Además, la creación de entradas con sindicación RSS y con etiquetas ayuda a seleccionar los mensajes que más interesan por cada ámbito. Paralelamente, tener un blog con actualizaciones continuas puede ser usar también como escaparate por el cliente, "dando una visión cercana del día a día de los proyectos que están llevando a cabo y de los servicios que ya se ofrecen", añade Costa.

Un cambio difícil, pero necesario
"Las empresas tienen que hacer ahora los primeros pasos, sino después será demasiado tarde porque el cambio no es automático, necesita tiempo". Mireia Estertor remite así a la importancia de cambiar el chip y pensar en detalles como adaptar la web corporativa al branding y hacer ya la busca de redes que puedan ser útil para la compañía. Y para dejar claro que hay que tomar pronto la decisión, recuerda como "las empresas tardaron 3 años al implementar el correo electrónico y 5 años con hacer el mismo con teléfono móvil".

A pesar de que Ramon Costa reconoce que hoy por hoy las empresas sólo optan para usar alguna de las herramientas digitales, confía en que se tomará conciencia de la necesidad de ser 2.0. "La cultura suele ser la gran barrera que dificulta arrancar con este tipo de iniciativas", señala, pero no duda al remarcar que ya hay departamentos como los de informática, marketing, comunicación y recursos humanos que son activos, por el que ya es "una tendencia creciente".
Hoy Destacamos
Lo más leido