10 reflexiones antes de lanzarse a ser emprendedor

Ahora que está tan de moda esto de "ser emprendedor", me gustaría dedicar este artículo a desmontar el mito del apasionante que es… y que sirva de reflexión por quien quiera lanzarse a la aventura de crear su propia empresa. "Emprendedor" para mí es una actitud. Pero cuando pones en marcha tu idea, te conviertes en empresario o empresaria. Es decir, eres empresario cuando empiezas a destinar fondo para registrar tu marca, tu dominio, tu CIF, a contratar equipo… Emprender.

Hace unos días leí un artículo de Sallie Krawcheck, quien, después de trabajar muchos años como directiva en Merrill Lynch, se hizo empresaria comprando la Red Ellevate (es el equivalente al mercado USA de Womenalia.com ). Sallie explica por qué ser un emprendedor/empresario es mucho más llevar, incluso, que trabajar en Wall Street durante la peor crisis financiera.

Yo, como empresaria, estoy colaborando sea como fundadora, inversora o como miembro del consejo en 12 proyectos empresariales. Y querría transmitiros una visión objetiva de la realidad que significa ser empresario. Creo que el que he vivido y estoy viviendo a lo largo de los últimos 15 años me da una visión de una realidad que es la que es y que hoy comparto con vosotros en grandes disparos. Decir que eres emprendedor a algunas personas los parece "guai"…

Desarrollar una idea y convertirla en un proyecto viable puede ser apasionante pero es mucho llevar y no todo el mundo sirve para lo cual. Por eso he descrito aquí 10 reflexiones para las personas que se están planteando dejar su trabajo habitual en una buena empresa para lanzarse a emprender. Incluso, pensando en la gente que capitaliza el paro y se lanza a montar un proyecto en lugar de buscar un trabajo adecuado en sus valores y capacidades, a pesar de las dificultades a las cuales tiene que enfrentarse actualmente. E incluso, a echarlo de su país con el sacrificio y renuncias que supone!

1. Si necesitarás financiación ajena, que sepas que es muy difícil encontrar dinero para tu proyecto. La mayoría de los proyectos (unos 10 de cada 1) mueren por este motivo. Si trabajas en una gran empresa, no estás acostumbrado a pelearte en este campo. Incluso puede llegar a ser humillando y desesperando presentar tu proyecto a 100 personas para conseguir inversores y que todas te digan que no. Y seguir y seguir.

2. Es muy difícil empezar a tener clientes tanto si trabajas en B2B como B2C. Si trabajas en una gran empresa, es bastante fácil que, cuando llames a potenciales clientes, se te pongan al teléfono, puesto que representas a una gran corporación. En cambio, en una empresa que lo tiene todo para demostrar y está recientemente creada, tus llamadas normalmente no serán contestadas o las respuestas se dilaten "sine die"…

3. Contratar talento es muy complicado. Primero, los salarios que puedes ofrecer son muy bajos y además, tu proyecto tiene mucho riesgo. Es difícil conquistar a personas muy válidas porque se arriesguen a dejar su ocupación estable y entrar en tu proyecto. Además, en España, no tenemos herramientas que no sean prohibitivas fiscalmente para poder pagar salarios con acciones en la empresa. Si trabajas en una gran empresa, es mucho más fácil atraer talento con un buen salario y con un proyecto consolidado.

4. Cobrarás un salario mucho más reducido. Y cuando digo más reducido, puede ser de 3 a 10 veces menor del que ganarías en una empresa establecida. Es decir, pasarás años de privaciones hasta que tu empresa vaya bien y puedas permitirte un salario mejor. O hasta que la vendas… y en estos casos, puedes conseguir un gran negocio. Tampoco es fácil conseguirlo.

5. Tendrás que hacer frente a complicadas legislaciones, trámites burocráticos, normativas fiscales, etc.… En una empresa mediana y grande, hay departamentos que se dedican a estos trámites. En una empresa que empieza, aunque tengas contratados abogados, gestorías, asesores… hay muchísimos temas que tendrás que tramitar tú personalmente y que no tienen nada que ver con tu negocio y que, probablemente, considerarás, con razón, una pérdida de tiempo.

6. Tendrás constantes problemas de cash . Creo que este es el problema más grave del día a día del emprendedor convertido en empresario. Además, si tu fuerte no son las finanzas, este será tu peor pesadilla.

7. Menor estatus: oficina poco representativa y no tendrás presupuesto para una secretaria o assistant ! No es el mismo decir que eres CEO de Coca-cola, o trabajar, simplemente, en Coca-cola, que ser CEO de una empresa recientemente creada en unas oficinas de 70 m2.

8. La mayoría de las veces tendrás que tomar decisiones en solitario y a veces, sin el conocimiento necesario por falta de asesores expertos en determinados temas. En cambio, en una gran empresa hay especialistas para todo y las decisiones suelen tomarse después de discutirlas en comités.

9. Se ha acabado la seguridad y la tranquilidad. No tendrás medios para casi nada. Esto es muy diferente a trabajar por cuenta ajena, cosa que yo también he hecho en mis comienzos profesionales.

10. No hay tiempo libre, ni desconexión, ni fines de semana… En una empresa donde eres empleado, aunque haya alguna excepción, se puede desconectar los fines de semana, en vacaciones, etc. Cuando eres empresario o empresaria, te toca estar always dónde. Toda la responsabilidad recae sobre tú, por lo tanto no podrás desconectar nunca.

A pesar de todo el anterior, no cambiaría ser empresaria por cualquiera otro trabajo en una gran empresa! De hecho, he tenido buenas ofertas para trabajar por los otros, ganando varias veces la cantidad de mi salario actual. Y no lo cambiaría para nada del mundo!

Elena Gómez publica regularmente sus artículos a "Mujeres Consejeras y Consejables".

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