Carrie Fisher no era hija de Darth Vader

La princesa Leia de Star Wars no ha muerto. Quién ha muerto es la actriz Carrie Fisher, hija de Eddie Fisher, no de Darth Vader.

No pensáis que este es el típico comentario hater, más bien al contrario: soy hacen de Star Wars de cuando se decía La Guerra de las Galaxias -sin episodios todavía-, de los que hicimos cola para verla en el cine el 1977 y de los que la vimos dos golpes el mismo fin de semana e incontables a lo largo de los años. Es por eso que me siento legitimado. También soy de los que, a medida que el argumento a cada entrega se fue asemejando más a Dallas que a los Siete Samurais, adoptamos una actitud más crítica con George Lucas hasta que perdimos toda esperanza con lo Amenaza Fantasma. La aberrante invención de la palabra 'preqüela' para justificar la injustificable secuela (viene del latín sequela, cortejo, aquello que sigue) ya daba pistas del que nos esperaba. Mención especial por Jar Jar Binks.

El estreno de lo Amenaza Fantasma me cogió trabajando en los Estados Unidos y pude vivir el fenómeno Star Wars con las colas interminables y fans vestidos de jedi que dormían en tiendas y pasaban las horas jugando a juegos de rol. Después de ver la película, la decepción fue tal que incrèdul volví al cine al día siguiente pensando que no podía ser y que el culpable era yo. Y no, era de ellos.

Carrie Fisher le debe de todo a Star Wars, todo aquello bueno y todo aquello malo. El universo creado por George Lucas se hizo tan grande en tan poco tiempo que cuando tanto ella como Mark Hamill (Luke Skywalker) quisieron salir ya no pudieron. De aquí esta inevitable identificación Fisher-Leia o Hamill-Luke, o recordáis alguna película de ellos dos que no sea de la alcurnia de Star Wars? A mí de la Carrie Fisher me viene a la cabeza su modesto papel como mujer de James Belushi a Blues Brothers; y de Mark Hamill el autoparòdia a Jake and Silent Bob Strike Back del grande Kevin Smith (ahora que lo compruebo a Imdb.com veo que también salía la Carrie Fisher).



Hasta que hemos llegado al nivel más bajo de Star Wars -ahora que Disney ha cogido el control- con Rogue One, un épico recorta y engancha de todo el que han encontrado por los cajones. Tan épico que han resucitado el Coronel Tarkin (Peter Cushing) y la joven Princesa Leia de 1977 con la ayuda de los gráficos generados por ordenador (CGI). Los que la hayáis visto ya sabéis de que hablo: la sensación es la de encontraros de repente dentro de una secuencia de transición de aquellas que no puedes jugar de la PlayStation con personajes generados. El nivel es este. El hecho de de ver una Leia generada por ordenador con todos los filtros de Instagram aplicados a la vez produce una disonancia cognitiva entre cómica e inquietante. Salí del cine convencido que había visto el futuro de la alcurnia.

No, la princesa Leia de Star Wars no ha muerto. Ni la mujer del Jake Blues a Blues Brothers, ni la amiga de Warren Beatty a Shampoo, ni la Maria de When Harry met Sally, ni el Abril de Hanna and her sisters ni ninguno de sus personajes de las más de 90 interpretaciones en 47 años de carrera. Ha muerto Carrie Fisher, la actriz.

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