Ciudades inteligentes?

Por bien y por mal, el futuro de la Humanidad pasa por las ciudades. El desarrollo de la sociedad durante los últimos siglos ha tenido como uno de los vectores fundamentales la urbanización, con el progresivo desplazamiento de la población hacia las ciudades y las grandes metrópolis. Y este movimiento sigue por todas partes. Aqui tres ejemplos de datos interesantes:

1. Las ciudades ocupan alrededor del 2% de la superficie de la tierra, pero en ellas ya vive más del 52% de la población mundial.

2. En el caso de la Unión Europea, la proporción de gente que vive en ciudades se acerca al 75%, y se calcula que el 2050 pasará del 80%. 

3. En las ciudades se consume el 75% de la energía que utilizamos los humanos, y a las ciudades se genera el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. (Viviendas, Edificios Comerciales, Industrias, Transporte urbano...).

No tiene nada de extraño que, con este panorama, se vaya tomando conciencia que, cada vez más, el planeamiento, la ordenación, y los modelos de funcionamiento de las ciudades, serán la clave del bienestar para una gran mayoría de la población, y para la sostenibilidad de todo el planeta. Es en este contexto que se piden y se planean smart cities, término que se ha puesto de moda, pero que no siempre se utiliza adecuadamente, puesto que ha adquirido un color demasiado tecnológico, como si se tratara sobre todo de llenar la ciudad de sensores, de cables, de transmisores, o de actuadores automáticos, que son necesarios, pero que no tienen nada de inteligentes.

Los que tienen que ser inteligentes son las personas que las puedan usar. Una ciudad inteligente es aquella que establece colectivamente sus objetivos, y que pone a disposición de sus ciudadanos las herramientas técnicas y sociales que los permitan aumentar sus conocimientos, mejorar el acceso a la información, generar y distribuir mejor la riqueza, asegurando así el crecimiento y la continuidad futura y sostenible del bienestar.

Es muy bueno que vamos tomando conciencia del reto, y que aprendamos a utilizar las nuevas capacidades tecnológicas en iniciativas empresariales inteligentes destinadas a revisar el concepto de la movilidad, y a estimular el ahorro y la eficiencia energética en los edificios. Iniciativas que, además de generar riqueza y puestos de trabajo, ayudarían a resolver los problemas de futuro que ya se están haciendo evidentes. 

Hoy Destacamos
Lo más leido