Combatir la pobreza con la Renta Garantizada de Ciudadanía

Estos años de crisis han dejado al 21% de la población catalana en riesgo de pobreza. La media española es 22,2% y la de la UE-28 es 16,6%. A largo plazo este problema se puede combatir a través de la educación y otras actividades de inserción social por el trabajo con objeto de que estas personas, en los casos en qué sea posible, tengan capacidad de generar ingresos. Pero son medidas que necesitan años para dar resultados y el problema lo tenemos hoy.

Por eso, en el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006 (artículo 24.3) se dispone que las personas en situación de pobreza tienen derecho a acceder a una Renta Garantizada de Ciudadanía que los asegure los mínimos de una vida digna. Desgraciadamente, hasta hoy esta medida no se ha aplicado por las penurias financieras de la Generalitat. Hay la llamada Renta Mínima de Inserción (RMI) pero es una medida de alcance muy menor, puesto que consiste en una renta de 426 euros al mes y, con datos de 2014, sólo llega a 27.071 personas con un gasto total de 173 millones el año.

En función de los resultados de las próximas elecciones hay la posibilidad que Cataluña pueda dejar de tener el déficit fiscal, que de media está alrededor de los 16.000 millones de euros el año. Esto haría posible que la Generalitat tenga superávit y se refuercen los pilares del estado del bienestar (educación, sanidad, etc.). Así se podría implantar una Renta Garantizada de Ciudadanía que sustituya la RMI y que tenga prestaciones más elevadas que lleguen a toda la población afectada por la pobreza. El presupuesto necesario se sitúa entre los 500 y los 3.000 millones de euros, en función de los parámetros del modelo.

Hay que recordar que se trata de una Renta que sólo pueden recibir las personas que cumplan determinadas condiciones y que va acompañada de programas de inserción social por el trabajo. Por lo tanto, es muy diferente de la llamada Renta Básica dirigida a toda la población sin condiciones y que tiene un coste anual que se puede situar entre los 35.000 y los 50.000 millones de euros. Se trata de importes que superan el presupuesto total de Generalitat. A pesar de que se habla mucho, no hay ningún país de nuestro entorno que lo haya implantado.

En conclusión, tenemos un problema grave y urgente a que podremos hacer frente con la Renta Garantizada de Ciudadanía, si antes solucionamos el déficit fiscal.