Crear ocupación y renta

La vida de las personas tiene cuatro etapas: infantil, juvenil, adulta y senior. Desgraciadamente no todo el mundo las vive todas; pero en nuestras sociedades, la gran mayoría lo logran. El nivel de bienestar personal depende en cada etapa de factores diferentes. En el caso de las persones adultas ha ido muy ligado a tener unos ingresos económicos fruto de un trabajo retribuido.

No me extrañaría nada que la necesidad de trabajo fuera disminuyendo y que, en el futuro, no hiciera falta que todo el mundo en condiciones de trabajar, tuviera que hacerlo. Tendremos que ir revisando algunas de las bases de nuestras sociedades relativas al tiempo de trabajo, a los periodos de trabajo, a la relación entre renta personal y trabajo productivo, y al papel del trabajo social.

Pero mientras vamos preparando todo esto, necesitamos urgentemente hacer políticas que permitan que la mayor parte de la población adulta tenga un trabajo remunerado. Por lo tanto, las políticas tienen que incentivar la creación de ocupación por parte de las empresas, y también el autoempleo. La pregunta es: qué tipo de ocupación?

En la situación española actual, hay dos elementos contradictorios que generan dificultades a la hora de dar respuesta.
1. Estamos en un mercado mucho más amplio que el mercado interior ,y por lo tanto, adquiere una gran importancia la competitividad exterior. Esta se puede conseguir manteniendo bajos los salarios y otros costes, aumentando la productividad, o mejorando los productos (innovación). La competitividad basada sobre todo en los bajos salarios no tiene muy futuro... El que interesa son puestos de trabajo de calidad, con buena productividad. Esto facilita la exportación, y cómo que tienen buenos salarios, ayuda a mejorar el consumo interior. Se tienen que estimular mucho más políticas laborales en esta dirección.

2. Por otro lado no podemos olvidar que, fruto del cual fue nuestro crecimiento precrisi, tenemos muchas personas paradas que no están en condiciones de acceder a este tipo de trabajos, y que para volver a trabajar tienen que encontrar lugares de menos calidad aunque sea con menos salario. Algunos de ellos son gente que vino de fuera, y otras son jóvenes que dejaron su formación para entrar al mundo del trabajo prematuramente. Ahora son ciudadanos que no podemos dejar colgados.

Este es un problema grande, que tenemos que tratar de forma que evitamos volver a la situación de hace 10 años. Esto no se resuelve sólo con políticas laborales; pide también políticas de población, políticas educativas, y políticas fiscales redistributivas. Pero no nos estamos poniendo...

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