Educación con inteligencia y belleza

We craft MOOCs for companies, with brains & beauty. Esta sentencia la dijimos por primera vez hace un par de años, cuando nos preguntábamos qué queríamos hacer a Homuork. Hoy en día, sigue siendo el primer mensaje en nuestra web y tenemos un cartel colgado a la oficina que defiende precisamente esto: educación corporativa concebida con inteligencia y belleza. Los epítetos son grandiloqüents, pero son los que mejor definen las exigencias educativas de los millennials, la primera generación de nativos digitales que se incorporan en el mundo laboral.

Los hijos de la generación Y, nacidos a finales de los ochenta y principios de los noventa, entienden como ninguna otra una relación horizontal con sus empresas. Ellos aportan talento, esfuerzo, creatividad e innovación. A cambio, piden educación continuada para adaptarse constantemente al escenario digital y competitivo al cual nos abocamos. No va, un reciente estudio de la consultora PwC señala que la mitad (47%) de los jóvenes cualificados valora mucho la formación a la hora de elegir la empresa donde presentar currículum.

Ahora bien, no los sirve cualquier formación. Han crecido con el móvil en la mano, las redes sociales como puente de comunicación, y los tutoriales de Youtube como fuente de aprendizaje. Son autónomos, sociales y audiovisuales, y piden una educación que se adapte a estas características. Y el que más se asemeja hoy en día son los cursos MOOC (Cursos Masivos Abiertos en linea), basados en breves píldoras audiovisuales y con un componente de aprendizaje social entre estudiantes.

La aplicación de este modelo pedagógico a la educación corporativa es al que nos hemos dedicado a Homuork durante los últimos dos años, trabajando por clientes como El Oréal, Danone, SEAT, Esade o Twitter con proyectos adaptados a su conocimiento y a sus audiencias.

Con Twitter, para poner un caso paradigmático, Homuork ha convertido buena parte del conocimiento de los empleados sobre la plataforma publicitaria, Twitter Ads, en cortas píldoras de vídeo MOOC que sus empleados, y también sus clientes, pueden consultar en cualquier momento. En este caso, el producto pedagógico es también una excelente herramienta comercial y de servicio para su cliente.

El caso de Danone también ilustra como convertir los empleados en fuente de conocimiento y formación por el resto de la compañía. La empresa francesa eligió sus mejores talentos para desarrollar un MOOC destinado a desvelar los secretos del marketing digital de Danone y del sector a los 1.600 marketers que tiene en todo el mundo, consiguiendo resultados de aprendizaje y compleció un 40% más elevado respecto a los formatos de e-learning tradicional que habíamos empleado.

Las encuestas de satisfacción que hacemos al acabar cada proyecto señalan tres claves para explicar el éxito: estudian cuando quieren, aprenden socialmente, y se educan con contenidos que responden a sus códigos visuales y comunicativos.

En otras palabras, piden a la empresa una educación flexible, social y moderna, nada más y nada menos que el que reclaman los millennials en cualquiera otro orden de la vida. Sólo hay que escucharlas.

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