El norte de África

Viendo el otro día a la televisión el reportaje de la visita del Rey en el Marruecos, me preguntaba yo a solas si, al margen de la épica y la política con que se envuelven estas cosas, estamos enfocando adecuadamente nuestra relación con los países de la ribera sur del Mediterráneo. Cuando dique "estamos" no me refiero en los gobiernos, sino que pienso en las empresas catalanas y en sus dirigentes. Creo que esta mar podía haber sido un polo de aglutinación de sus riberas, y en cambio ha sido un elemento de separación, tanto económica, como política, como cultural, como religiosa...Desde el Norte, seguramente la vemos la otra ribera lejana y con una visión deformada por los prejuicios.

¿Somos conscientes de hasta qué punto somos dependientes energéticamente de estos países (tanto por el petróleo y el gas, como por las posibles futuras instalaciones fotovoltaicas al desierto del Sáhara)? ¿Somos conscientes que los pocos kilómetros del Estrecho separan dos áreas económicas con una diferencia de renta per cápita de más de 10 veces, y con un potencial de crecimiento demográfico y económico brutal durante los próximos años?

Estas dos cosas, y tanto otros, invitan a una nueva mirada. Yo recomendaría que cuando nos encaparrem, con razón, persiguiendo iniciativas reactivadores, no olvidáramos de mirar hacia el sur con voluntad de colaboración , de ayuda y de beneficio mutuo.

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