Internet of Things Solutions World

Esta semana en una reunión en Madrid un empresario me ha pedido qué tenía que hacer para conocer las tecnologías que le podrían modificar el modelo de negocio en los próximos años, y mi respuesta ha sido "Barcelona". Y es que con un foco tan genérico, hay tres grandes ámbitos tecnológicos donde estar atentos: la llamada "Internet de las cosas" (la capacidad de poner un sensor a casi cualquier objeto), la tecnología aplicada a los usos personales (que pivota alrededor de los dispositivos móviles, sean teléfonos, relojes, brazaletes, ojeras o el que venga), y el espacio donde ambas tecnologías interactúan, que mayoritariamente son las ciudades.

Barcelona ha sabido configurar una propuesta seria y de ambición mundial para observar y reflexionar en los tres ejes. Estos viernes ha tenido lugar a Feria de Barcelona la conclusión de la primera edición del Internet of Things Solutions World, la nueva apuesta de la ciudad para consolidar posición tecnológica al mundo. En noviembre el mismo escenario acogerá la quinta edición del Smart City Expo, y en febrero tendremos la décima edición del Mobile World Congress. En 10 años, Barcelona y Cataluña han sabido configurar una propuesta ordenada y ambiciosa alrededor de tres de los ejes más importantes que marcarán como la tecnología modifica y modificará los negocios y la sociedad.

Este Internet of Things Solution World se ha estructurado en bloques temáticos que evidencian una clara orientación a usos y aplicaciones concretas, como por ejemplo la manufactura, la energía, la salud o el transporte y la logística, y en sólo tres días más de 120 conferenciantes y cerca de un centenar de expositores de todo el mundo han merecido la atención de miles de visitantes. Un congreso que apenas pone en marcha, pero que tiene todos los ingredientes para acontecer un lugar de encuentro importante.

Internet sigue evolucionando, imparable, y del mismo modo que ahora estamos viviendo una etapa en que la red está muy dominada por todo el que las personas pueden aportar, empezamos ya una nueva fase donde tomará mucho peso todo el que los objetos –los sensores– pueden aportar. La Internet de las personas ha modificado profundamente sectores como el turismo o la política, para poner sólo dos ejemplos, y esta nueva internet de los objetos también provocará cambios profundos a muchos sectores, como por ejemplo el farmacéutico o el industrial. Venimos de una Internet social, donde el que importa es que hace la gente, y ahora comenzamos una Internet donde acontece relevando la capacidad de conectar algo y los ingenieros recuperan protagonismo.

Se ha abusado del absurdo ejemplo de la nevera que sabe que no tiene yogures y a solas hace el pedido para pedir más, pero es mucho más ilustrador el caso de la maleta que te dice donde es si la pierdes, el autobús que te dice por donde va y cuando le falta para llegar (imaginad cómo cambiará el acceso al transporte público), o el de la tirita que mide constantemente el nivel de glucosa en sangre y si vuestro abuelo diabético se pone a 250 de azúcar, un médico se pone en contacto y a vosotros os avisan (imaginad cómo cambiarán los servicios de salud). Actualmente, los motores de un avión ya tienen tantos sensores que pueden llegar a generar 500Gb de datos en un solo vuelo, imagináis como se verán modificados los sistemas de monitorización y seguridad industriales.

Esta capacidad de poner sensores a los objetos generará nuevos flujos de datos capaces de rediseñar servicios y ofrecer de nuevos, y por lo tanto de modificar profundamente modelos actuales de negocio y proponer también de nuevos. Los empresarios de todo el mundo que quieran estar atentos harán bien poniendo Barcelona a su agenda, si es que todavía no le tenían.
Hoy Destacamos
Lo más leido