A medida que me hago más grande y continúo trabajando más y mes, no deja de sorprenderemos como una sociedad como la nuestra, llena de personas altamente cualificadas y llena de empresas que se pueden permitir contratar personas muy muy preparadas, a las empresas continúa habiendo muchos incompetentes que ejecutan decisiones estúpidas, incomprensibles y sin sentido, y el que es peor, las aceptan y ejecutan sin protestar…
Qué es la estupidez funcional?
Es aquella forma de gestión promover por las organizaciones con el fin de eliminar la reflexión crítica de los trabajadores. Consiste a hacer que los trabajadores se centren en sus tareas con un cierto entusiasmo, y no se cuestionan ni reflexionen sobre nada más. Según un estudio A Stupidity-Based Theory of Organizations, de los profesores Mates Alvesson (School of Economics and Management, Lund University, Suecia) y de Andre Spicer (Organizational Behaviour, Cass Business School, City University of London, London), la estupidez funcional nace a partir de la interacción entre la falta de voluntad del trabajador y la incapacidad para la reflexión personal, es decir, un enfoque muy concreto y reducido de la mente –falta de miras-, la congelación del esfuerzo intelectual y la falta de compromiso .
Mi experiencia me permite afirmar que esta forma de gestión genera a corto plazo un mejor funcionamiento de las empresas, que sean más operativas y que sepan reaccionar a los imprevistos más rápidamente. Los líderes de las empresas que aplican "la estupidez funcional" no hace falta que pierdan tiempo al dar demasiadas explicaciones, ni que los trabajadores las exijan, así se avanza en la gestión del día a día. Estos líderes se basan en la persuasión, manipulación y control de la comunicación, presión aprovechando el poder de la posición jerárquica. Estos mismos líderes frenan iniciativas de los trabajadores, puesto que creen que la visión crítica de los problemas de la compañía puede comportar amenazas de las jerarquías establecidas, conflictos y puntos de vista divergentes respecto al establecido para la compañía . Estos líderes piensan que estos hechos traen a la ineficiencia y para evitarlos, bloquean la comunicación .
Por otro lado, a medio y largo plazo, resulta muy peligrosa y perjudicial; al impulsar que los trabajadores se centren sólo en sus tareas cotidianas, se corre el riesgo que estos profesionales no se sientan identificados con los problemas internos de la compañía, y no se impliquen a corregirlos, puesto que no los sienten como propios.
La paradoja de todo reside en que la principal forma de mejorar es inducir a la reflexión crítica, fomentar unas relaciones sin fricciones, generar seguridad y confianza de los trabajadores, con el fin de no frenar el conocimiento, la creatividad y el desarrollo de estos profesionales… Todo el contrario del que promueve "la estupidez funcional".
Qué es la estupidez funcional?
Es aquella forma de gestión promover por las organizaciones con el fin de eliminar la reflexión crítica de los trabajadores. Consiste a hacer que los trabajadores se centren en sus tareas con un cierto entusiasmo, y no se cuestionan ni reflexionen sobre nada más. Según un estudio A Stupidity-Based Theory of Organizations, de los profesores Mates Alvesson (School of Economics and Management, Lund University, Suecia) y de Andre Spicer (Organizational Behaviour, Cass Business School, City University of London, London), la estupidez funcional nace a partir de la interacción entre la falta de voluntad del trabajador y la incapacidad para la reflexión personal, es decir, un enfoque muy concreto y reducido de la mente –falta de miras-, la congelación del esfuerzo intelectual y la falta de compromiso .
Mi experiencia me permite afirmar que esta forma de gestión genera a corto plazo un mejor funcionamiento de las empresas, que sean más operativas y que sepan reaccionar a los imprevistos más rápidamente. Los líderes de las empresas que aplican "la estupidez funcional" no hace falta que pierdan tiempo al dar demasiadas explicaciones, ni que los trabajadores las exijan, así se avanza en la gestión del día a día. Estos líderes se basan en la persuasión, manipulación y control de la comunicación, presión aprovechando el poder de la posición jerárquica. Estos mismos líderes frenan iniciativas de los trabajadores, puesto que creen que la visión crítica de los problemas de la compañía puede comportar amenazas de las jerarquías establecidas, conflictos y puntos de vista divergentes respecto al establecido para la compañía . Estos líderes piensan que estos hechos traen a la ineficiencia y para evitarlos, bloquean la comunicación .
Por otro lado, a medio y largo plazo, resulta muy peligrosa y perjudicial; al impulsar que los trabajadores se centren sólo en sus tareas cotidianas, se corre el riesgo que estos profesionales no se sientan identificados con los problemas internos de la compañía, y no se impliquen a corregirlos, puesto que no los sienten como propios.
La paradoja de todo reside en que la principal forma de mejorar es inducir a la reflexión crítica, fomentar unas relaciones sin fricciones, generar seguridad y confianza de los trabajadores, con el fin de no frenar el conocimiento, la creatividad y el desarrollo de estos profesionales… Todo el contrario del que promueve "la estupidez funcional".
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