La innovación es diversa, pero no neutral

Este viernes es el Día Internacional de la Innovación y, aunque parezca paradójica, la innovación como concepto no es nada de nuevo. Aún así, actualmente, vivimos un momento de euforia y corremos el riesgo de convertirlo en un cajón de sastre donde todo cabe, pero nada tiene demasiado significado. La innovación no es neutral, se orienta en función de una visión del mundo, es decir, de unas prioridades y unos intereses.

En este universo, más allá de la disrupción tecnológica, surge una nueva galaxia: la innovación social. Existen diferentes aproximaciones, pero uno de los centros de referencia en el Quebec explica que es cualquier idea, práctica, producto o servicio, desarrollado por cualquier institución, organización o comunidad, que resuelve una necesidad o una aspiración de la sociedad, cambiando las relaciones sociales o transformando un marco cultural. Pero, cuando nos referimos especialmente a las necesidades de producción, consumo, financiación y comercialización, hablamos entonces de innovación socioeconómica (ISE).

Es una oportunidad y un empujón para diseñar, con planteamientos renovados, las políticas de desarrollo local, promoción económica y empresarial, contratación pública, inserción laboral, atención a colectivos en situación de riesgo o de apoyo al comercio de proximidad. Barcelona Activa, después de 30 años de vida, se encuentra en un momento de transición para abrir y acercar los servicios y recursos al mundo de la innovación social y económica con una oferta especializada.

La economía plural
Forma parte de la apuesta para impulsar un modelo económico plural que contemple la pluralidad de actores y formas jurídicas, de modelos de negocio y de empresa, de maneras de entender la rentabilidad y el mercado. Sin olvidar el universo de economías transformadoras que confluyen en la ciudad, teniendo en cuenta que, por ejemplo, la Economía Social y Solidaria abre muchas oportunidades para la ISE.

En un contexto de crisis económica y de carencias del Estado del bienestar, la innovación socioeconómica abre nuevas oportunidades. En este punto, muchas veces la opción adecuada es mejorar la provisión pública, otras depende de facilitar nuevas soluciones desde el mercado pero también se puede impulsar el apoderamiento otros actores que puedan articular nuevas respuestas.

Hay margen para innovar utilizando el poder tractor del que es público para facilitar que las empresas sean agentes de cambio. Por ejemplo, estamos dando un nuevo impulso a la contratación pública sostenible definido un nuevo y ambicioso abanico de cláusulas sociales y ambientales.

La importancia del proceso y la proximidad
La acción innovadora en clave social y económica no está orientada exclusivamente al resultado, sino también al proceso. Esto es mujer cuando lo "cómo" es tanto o más importando que el "que". La ISE busca mejorar y transformar el entorno inmediato, por este motivo, es importante impulsar políticas que tengan una mirada cercana a las realidades de los barrios y distritos de la ciudad, que es donde nace y se produce.

Así pues, es prioritario impulsar actuaciones en clave de proximidad, como por ejemplo los Planes de Desarrollo Económico que estamos construyendo de manera participada y promoviendo desde Barcelona Activa con múltiples actores municipales, sociales, económicos y del tejido comunitario.

En un contexto desigual, facilita la innovación socioeconómica
Ante las desigualdades sociales o económicas, la ISE tiene que ser también un factor de cambio. Un estudio reciente de la UAB evidenciaba que allá donde podría ser más necesario innovar, no se acaba produciendo. Si no todo el mundo cuenta con recursos para pasar a la acción, las administraciones tenemos que poder facilitar las condiciones porque se pueda dar. Por ejemplo, estamos explorando nuevas políticas para acompañar a personas en situación de exclusión (que se dedican a la recogida de chatarra o la venta ambulante) a organizarse y emprender proyectos cooperativos. Así se convierten en agentes de desarrollo endógeno y en parte de la acción comunitaria.

En resumen, la innovación socioeconómica es una puerta a nuevas formas de hacer empresa y política pública y, probablemente, será parte de la respuesta a dilemas presentes y servirá para empujar las transformaciones necesarias.
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