Las 'smart cities' empiezan con las 'smart hombres'

El sector inmobiliario se recupera: la facturación de las 30 principales inmobiliarias en España fue de 6.434 millones de euros el 2015, un 5% más que el año anterior, según el observatorio DBK (la misma tasa de crecimiento que tenía antes de la burbuja inmobiliaria). La construcción vuelve a ser el gran motor de generación de ocupación al Estado, en una reactivación que empieza por las grandes capitales y zonas costeras y se va extendiendo a todo el territorio.

Se estima que más de 50.000 nuevas viviendas se empezarán a construir el 2016. Las consultoras inmobiliarias hierven de actividad, con fichajes de grandes ejecutivos estrella. Se vuelven a dar circunstancias muy favorables al crecimiento de sector inmobiliario: el ajustamiento de precios que se ha producido, la gran liquidez disponible en el mercado, los bajos tipos de interés, la debilidad del mercado financiero (que ofrece pocas alternativas de inversión), y la recuperación económica experimentada en los últimos dos años propulsen de nuevo la construcción. Efectos externos, como el Brexit, pueden potenciar todavía más el crecimiento del sector inmobiliario en capitales como Barcelona, especialmente entre el segmento corporativo (oficinas).

Entre este miércoles y el 23 de octubre se celebrará el Barcelona Meeting Point, con un 15% más de expositores y 22.000 metros cuadrados de exposición en Montjuic. Barcelona volverá a ser un hub internacional de información, interacción y transacción en el sector inmobiliario. Un sector que sale de la crisis con una dinámica renovada y nuevas oportunidades de innovación.

Realmente, el sector ha sido un paradigma de industria de innovación débil, debido a su carácter de baja competencia. Si comparamos con el sector del automóvil, por ejemplo, rápidamente nos daremos cuenta que la intensa competitividad entre marcas ha forzado una gran rivalidad y un nivel de excelencia y diferenciación que se ha proyectado en todos los rincones del automóvil: la preocupación de los fabricantes nivel de diseño y confort interior, incluso en segmentos de bajo coste, ha sido tradicionalmente muy superior al de la industria de la construcción (que históricamente ha vendido todo el que ha producido).

Pero el cambio tecnológico exponencial que estamos sufriendo también está llegando al sector: desde startups que trabajan en inteligencia artificial por los portales de compra, a empresas de realidad virtual para visualizar y reconfigurar digitalmente los interiores de las viviendas, a la extensión de los controles domòtics mediante la Internet de las Cosas, los nuevos materiales más ligeros, resistentes y aislantes, los sistemas de control de eficiencia energética o la impresión 3D que permite ya imprimir casas enteras (Dubai tiene como objetivo construir el 25% de sus edificios con impresión 3D el 2030).

Las smart cities empezamos con las smart hombres. Aprovecharemos esta dinámica para hacer crecer sectores de alta tecnología en Cataluña? No lo tengo claro... Esta semana he hablado con un empresario del sector tecnológico, desarrollador de aplicaciones móviles, que ha decidido venderse su empresa ante las dificultades para competir con éxito en un sector cada vez más global, más exigente, y con ciclos de desarrollo de productos más curso. También con un centro de investigación universitario que quería plegar velas y renunciar a la interacción con las empresas, desanimado ante las crecientes dificultades burocráticas a la transferencia de conocimiento desde una institución pública.

El renacimiento de una dinámica de crecimiento en el sector inmobiliario es una buena noticia: parece que la economía se reactiva. Pero no permitimos que se genere una nueva burbuja. Y aprovechamos esta demanda creciente como campo de experimentación de nuevas tecnologías y rampa de lanzamiento de nuevas startups disruptives. El conocimiento y la tecnología tienen que ser mucho más importantes por el futuro que el cemento, el totxo y la grúa.
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