Las vacaciones llegan, qué estrés!

En estas fechas es curioso observar como vamos por el mundo! A la mayoría de las empresas se los viene un paréntesis merecido por las personas que forman parte, el verano y sus vacaciones. Después de un año a muchas personas los llega el salario emocional de las vacaciones, la ilusión de poder disfrutar haciendo algo diferente del que habitualmente hacen, un viaje, una cena, una salida o simplemente descanso.

Y es que las vacaciones son bien merecidas, después de haber trabajado cerca de 300 horas anuales más que otros países vecinos como Alemania y Austria (OCDE 2014), y tener derecho a una media de 22 días laborales frente a los más de 30 de media del país bàvar. Y es que en este país además de trabajar más horas y hacer menos vacaciones que otros, se hace todo de golpe! En lugar de repartir las vacaciones, siempre que se pueda durando el año, se suelen concentrar en este periodo. Qué estrés, hay poco margen de error!

Si bien las vacaciones son objetos de deseo, también por sí mismas pueden generar estrés y ansiedad, provocando discusiones de pareja o familiares, sobre los destinos y las maneras de realizar las vacaciones, ya sea por el alojamiento, el presupuesto a invertir, los días, las actividades, el equipaje.

Al trabajo, aumenta la tensión en diferentes frentes; respecto a la organización del turno de vacaciones, que todo el mundo queden contento es un reto por quien gestiona equipos de personas; en el terreno personal, el hecho de querer acabar los trabajos pendientes para dejarlo todo limpio, incluso asumiendo en algunos casos el trabajo de los compañeros que habrán marchado antes es otro reto.

Bienvenida el síndrome de short timer, que aparece cuando estamos muy cerca de conseguir un objetivo, o cuando estamos a punto de llegar a un momento muy deseado. Dificultades de concentración, estrés, sentirnos abrumados y la falta de energía son algunos de sus síntomas más evidentes.

Cómo combatirlo? Tomando conciencia del presente, dándole un sentido y apreciando el que hacemos aquí y ahora, reservando el hecho de pensar en las vacaciones a momentos fuera del trabajo y jornada laboral.

Y finalmente todo llega, habrá que pensar en positivo. Todo saldrá bien, cuando menos miraremos de desconectar, ahora sí pero con el móvil del trabajo bastante apagado, y renovando la energía que al retorno seguramente la bien necesitaremos.

Buen verano!
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