Los mandamientos de la felicidad empresarial

Existe la felicidad empresarial? Hoy nos damos cuenta que la codicia de unos pocos ha sido uno de los principales causantes de roturas sociales impensables y también de gran dolor personal y empresarial. Para muchos se ha producido una pérdida de valores , que está trayendo a la sociedad y a los empresarios más clarividentes a reformular sus principios.

Reencontrar el equilibrio perdido entre beneficio y principios morales es hoy ya un imperativo social y empresarial. Es el renacimiento del llamado soft power, que es lo qué muchos han olvidado. Me inspiro aquí en unos cuántos puntos de una interesante propuesta de Stephen Howard (CEO de Business in the Community) en la que presenta diez caminos para obtener este balance, para pensar en cuatro principios fundamentales.

Primero. Todo negocio necesita crear valor viviendo sus valores y cultura. El liderazgo para el ejemplo es clave porque todos los miembros de las empresas se emmirallen en sus líderes. Porque tiene que ir de arriba abajo y aplicarse a todo y cada uno de los aspectos del negocio.

Segundo. Tus empleados son colaboradores y la piedra angular de tu empresa. Su rendimiento depende de la capacidad empresarial de seducirlos sin trampas. Ser exigente no es tiranía sino signo de seriosidad.

Tercero. Considera el impacto de las decisiones empresariales en tu entorno más cercano y más lejano porque más allá de los contratos se encuentran los valores económicos, sociales y del entorno.

Quart. Comunica en todo momento, hacia adentro y ninguno afuera. Los silencios separan. Guarda sólo aquello que estratégicamente tienes que callar.

Estos principios probablemente no dan la felicidad empresarial pero tal vez nos ayuden a compartir el que hace poco decía Zygmunt Bauman en una entrevista: la felicidad es el gozo de haber superado la infelicidad; de haber conseguido transformar tus conflictos.
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