Nuevos valores con la transformación digital

Nos encontramos en momentos de cambio profundo, donde los valores que regían hasta ahora se ven también abocados con la transformación digital. Todo va más allá de los cambios generacionales que se producen, y que siempre han sido. Además, las personas se están adaptando deprisa en estos nuevos estándares y acontecimientos. Los entornos cooperativos toman cada vez más fuerza y serán protagonistas de aquí cabe adelante, cambiando paradigmas y maneras de pensar que hasta hoy habían funcionado. Pero, cuáles son estos nuevos valores que emergen de la transformación digital?

Compartir en lugar de competir? Cada vez más compartiremos bienes y servicios de manera digital en nuestra actividad diaria, en la educación y conocimiento, la sanidad, el transporte y movilidad, en la vivienda, el ocio. Y a las organizaciones, compartir estará plenamente por encima de otras competencias más individuales. La transferencia de conocimiento, el grado de cooperación, la emprendeduría social, se valorará cada vez más.

Sostenibilidad. El mundo que vivimos tiene que perdurar en el tiempo, la impronta ecológica que dejamos será recogida por otras. Este planteamiento nos hará más humildes, ahorrativos, esmerados en los gastos y el consumo de energías renovables. El bien común estará por encima de la cosa individual, y el bien social será lo más importante. La comunicación digital nos ayudará a ser más sostenibles.

La red es demócrata. Hay plena libertad en el acceso y de plasmar opinión. Toda persona será bastante importante y con una identidad propia que habrá que respetar; nadie podrá estar por encima de otros. La reivindicación de derecho a ser persona, a opinar diferente y porque no de manera disruptiva, de obtener a la vez respeto y capacidad de influencia, serán sus valores.

Solidaridad. Cada vez seremos más solidarios y con mayor empatía. Los medios digitales nos seguirán poniendo al día porque tomemos conciencia. habrá noticias y acontecimientos que movilizarán a las personas a luchar por un bien solidario. No tenemos que olvidar que cuando ayudamos a los otros nos sentimos bien. Liberamos oxitocina, llamada hormona de la satisfacción y del amor. Que curioso todo ello, lo traemos incluso al ADN.

Seguramente en un futuro, una nueva economía social necesite basta capital para hacer frente a nuevos retos en educación, sanidad y ocio. Estaremos preparados para dar respuesta?

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